
El Diablo de Hell’s Kitchen regresó a Netflix con nueva temporada y varios nuevos desafíos. Analizamos lo que nos dejó la segunda temporada de Marvel’s Daredevil en esta nota.
Por @diegui83
El camino del héroes nunca es fácil, siempre está plagado de incertidumbres y nuevos desafíos, que junto a la carga emocional de la persona en cuestión, hacen más difíciles los avatares de dicha senda.
Matt Murdock (Charlie Cox) lleva su doble vida como abogado de día y justiciero de noche con un delicado equilibrio. Lo que no resuelve durante su trabajo diurno lo hace enfundado en su traje rojo por la noche, ayudado por su tan amado barrio de Hell’s Kitchen, ya que ahora Daredevil es un héroe hecho y derecho, al haber desmantelado la organización de Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio) en la temporada pasada. Pero como este equilibrio es muy frágil, y toda acción tiene sus consecuencias, un nuevo reto se presenta para nuestro Hombre sin Miedo: bandas de criminales locales que se disputan lo que dejó el Kingpin están siendo masacradas por un supuesto ejercito de un solo hombre: The Punisher (Jon Bernthal), quien está haciendo justicia por mano propia con un arsenal inconmensurable de equipamiento y armamento táctico militar.
The Punisher es la respuesta que cualquier ser humano corriente sería al vivir en ese barrio putrefacto llamado La Cocina del Infierno, un barrio infectado de delincuentes donde la justicia no se ve ni por asomo y que hace que personas buenas tomen la justicia por su propia mano, lo que no hace que eso sea correcto. Este nuevo justiciero asesino es la respuesta más lógica y el lado oscuro de Daredevil, un tipo que perdió su familia a manos de las constantes disputas mafiosas en las calles. The Punisher es todo lo que Daredevil sería sino tuviese su código moral, su religión católica como brújula (algo a lo que apela en un primer momento Matt para tratar de convencer al Castigador que lo que hace está mal). Sí, hay una escena similar a la escena del pasillo de la temporada 1, mucho más extrema, pero también con menos impacto o sorpresa, quizás porque nos deslumbró la primera y quizás porque se nota mas la edición de las escenas, generando un plano-secuencia menos verosímil que aquella anterior.
La cosas para el estudio Nelson & Murdock no son color de rosa tampoco: mientras se enfrentan a un caso que involucra a The Punisher, se enfrentan a los problemas económicos y a un posible cierre por parte de la ambiciosa fiscal de distrito Reyes. Cuando una mala jugada para atrapara a Frank Castle sale mal para la Fiscal, toda la culpa tiende a recaer en el pequeño estudio de abogados, mientras Daredevil logra imponer su justicia ‘luminosa’ frente a la de The Punisher.
Karen Page (Deborah Ann Woll) y Matt se van acercando cada vez más, utilizando el amor como una vía de escape, un halo de luz para estas dos pobres almas torturadas. pero bueno, el pasado de Murdock vuelve a llamar (meterse) a su casa en la forma de una misteriosa ex-novia: Elektra (Elodie Yung), una mujer que fue todo pasión y sacó la oscuridad más profunda del Hombre sin Miedo, ahora amenaza con poner patas arriba toda su vida de nuevo. Mientras el juicio contra Punisher se va cayendo a pedazos por las constantes faltas de Murdock a las audiencias, una nueva amenaza se cierne sobre Hell’s Kitchen: La Mano, una organización mítica criminal está llegando a New York y está dispuesta a cernir llamas sobre el barrio de Daredevil. Solo La Casta, una organización rival de La Mano, que lleva haciéndole frente desde siglos es capaz de destruirla definitivamente. Su líder es el antiguo maestro de Matt, Stick (Scott Glenn), quien regresa a su vida para intentar reclutarlo nuevamente aunque solo aparecerá para crear más problemas y descubrir que Elektra trabaja para él.
Poco a poco tanto el caso de Frank Castle como el trabajo nocturno de Murdock van resquebrajando la vida profesional así como la amistad y credibilidad también de su socio y amigo Foggy Nelson (Elden Henson), situación que deja en completa debilidad al Hombre sin Miedo. Mientras tanto, Punisher se encuentra en la cárcel junto a un viejo conocido de todos: Wilson Fisk. Fisk, hundido en su condena y haciendo crecer su poder dentro y fuera de la cárcel, utiliza a Castle como arma para eliminar al último adversario fuerte que tiene en los pabellones. Luego de querer desecharlo y no poder hacerlo, Fisk hace liberar a Castle para que continué su raid violento en las calles y así, cuando vuelva a la libertad, el Kingpin cimentará su nuevo imperio a base de los supuestos cadáveres que éste lunático cosechará.
Con las relaciones rotas definitivamente entre Matt, Karen y Foggy, la vida de Daredevil ahora se centra solamente en detener a los ninjas de La Mano, con Nobu, el antiguo enemigo que se creía muerto, y Elektra debatiéndose entre su fatal y oscuro destino. Elektra, una máquina de matar con un destino de arma viviente que, como su nombre lo indica, cree que nunca fue amada y quiere castigar a su mentor (padre metafórico, pensemos en la tragedia griega) Stick, para así vengarse de que la haya dejado sola en el mundo, sin saber que su maestro la estaba protegiendo de ella misma y un mal mayor.
El destino de Frank Castle lo lleva a encontrarse junto a Karen Page de cara al peligro y la traición de uno de los pocos amigos que creía tener. Todo lo que podía aferrarlo a este mundo desaparece y así comienza el camino del Punisher que todos conocemos, calavera en el pecho incluida. La desolación y empatía que Karen tenía por Frank termina definitivamente junto con su fé en los vigilantes enmascarados.
El último sacrificio de Elektra la lleva a encontrarse con su destino, acompañada de Daredevil y a su inevitable final. Pero como esta historia no termina y su camino recién comienza, algunos mueren para vivir otro día.
Matt, karen y Foggy siguen caminos separados, al contrario del final de la temporada pasada. Las conexiones con Jessica Jones se hacen ver y dejan el camino marcado para uno más místico. Seguramente para las aventuras de Iron Fist, y también porque la Era Marvel va virando para un lado más fantástico, ya que tenemos a Doctor Strange a la vuelta de la esquina. Una temporada de Daredevil que corrobora que es el producto más rentable de Marvel/Netflix y con una calidad que derrocha producción.
1 Trackback / Pingback