
Del creador de The Walking Dead llega otra serie basada en un cómic original, lleno de posesiones y exorcismos.
Por @diegui83
Robert Kirkman nos hizo creer que hay algo más atroz que una horda de muertos vivientes tratando de devorarnos los cerebros y eso es lo salvaje y primitivo que puede ser el ser humano cuando está en situaciones límite. Lo que comúnmente se dice “Tenele miedo a los vivos, no a los muertos”.
Luego del éxito que supuso la serie de cómics de TWD y su posterior adaptación televisiva, en 2014 el autor se lanzó a escribir la historia sobre un joven que es perseguido por entes malignos, diabólicos: Outcast.
En unas horas será el estreno del primer capítulo de la adaptación de este nuevo cómic de Kirkman, dirigido por Adam Wingard (The Guest) y que trata sobre como Kyle Barnes (interpretado por Patrick Fugit) vuelve a Roma, su pueblo natal del que huyó por una tragedia personal y al que regresa acosado por otro drama similar.
¿Qué tiene de particular esta historia? Kyle es una persona que constantemente es acosada por entidades demoníacas que hacen que las personas que mas quiere (su madre, su esposa) sea poseídas y busquen atormentarlo, ya que él es un paria (Outcast), alguien para el que estos seres tiene un valor desconocido por nosotros, pero lo necesitan como alimento, más allá que tiene el poder de enfrentarlos y por esto, también es odiado por las fuerzas del mal.
Esto nos cuenta el cómic, con el arte simple pero efectivo y oscuro de Paul Azaceta (que nos hace acordar al Batman: Year One de David Mazzucchelli), y también es lo que veremos en esta primer temporada de 10 capítulos ya con una segunda tanda confirmada.
El primer capítulo, que estuvo online varias semanas pero por obvias razones ya fue sacado de la web, es una fiel adaptación del primer número de la historieta (y parte del segundo) con ciertas licencias televisivas que no restan para nada, al contrario, enriquecen la historia mostrando otro enfoque, como introducirnos de lleno en la posesión del niño al que se enfrentarán Kyle y el reverendo Anderson (Philip Glenister).
Por lo que hemos leído del cómic, podemos decir que el viaje de Kyle es más íntimo que lo que podemos ver en la otra historia pergeñada por Kirkman (The Walking Dead). Kyle no es un héroe, es una persona torturada, perseguida por demonios internos y por los otros, que por alguna extraña razón quieren destruir su vida de una forma muy particular, lo que es lastimando a las personas que más quiere y forman parte de su entorno. A su vez, hay más personas poseídas, y estos entes están realizando un plan a futuro, del que poco se sabe pero probablemente tenga algo que ver con un Apocalipsis.
Kyle y el reverendo irán en una travesía, en busca de respuestas para la condición de Outcast de uno y la nueva falta de fé del otro, ya que el religioso ha estado tratando de atacar a las fuerzas oscuras con pocos resultados y está siendo puesto a prueba cada vez más.
Ya preparados con esta información, esperamos que disfruten de esta nueva serie, un poco fuera de lo convencional pero que seguramente será de su agrado si son amantes del buen terror.
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