Miedo Profundo: La bella y la bestia

27 de agosto de 2016 Sin categoría 1

Fuimos a ver The Shallows y gratamente sorprendidos traemos esta reseña y análisis.

Hace un tiempo, Discovery Channel al ver el éxito que tenían los programas acerca de tiburones programó algo llamado “Semana del Tiburón” que era una semana entera con programas solo dedicados a esta dulce criatura. Con muy buen tino, fue una de las semanas con mayores ratings del canal.

La fascinación por este hermoso y atemorizante animal es histórica, empezando por Jaws de Spielberg (1975) que ya es un clásico del cine hasta llegar a la bizarra saga de Sharknado que suman ya 4 capítulos cinematográficos.

Este animal, así como las pirañas, es un recurso muy buscado a la hora de generar miedo o terror subacuático. Todo lo que se encuentra bajo el agua, así como la oscuridad esconden lo desconocido y como todo lo desconocido, acarrea miedo. No podemos ver naturalmente que está pasando abajo y a quien no le ha cruzado estando metido en el medio del mar esta idea de que algo podría estar abajo nuestro amenazandonos y nunca darnos cuenta.

Cientos películas del mismo tipo se han hecho y todas rondan alrededor de la misma temática contándonos historias similares. Lo mismo pasa en otros géneros pero la diferencia está en como la historia es contada y en estos casos, marca una diferencia muy positiva.

The Shallows no escapa a la típica historia pero si llama la atención en como está relatada ya que es sorprendentemente buena.

Nancy Adams (Blake Lively) es una joven que va de viaje a México después de la muerte de su madre. Especialmente a una playa secreta y paradisíaca, oculta del turismo, que siempre había sido el lugar favorito de su fallecida mama. Nancy es surfista, así que entre melancolía y recuerdos, se adentra en las aguas de este lugar para cabalgar las enormes olas.

Todo viene muy bien hasta que tiene un percance y queda atrapada en una roca a 200 metros de la costa. El problema es que un enorme tiburón esta dando vueltas y en poco tiempo la marea subirá y la roca junto con ella quedara bajo el agua.

Con muchas reminiscencias de la ya famosa 127 Horas de James Franco y Danny Boyle del 2010, esta es una película acerca de una joven en duelo con un tiburón pero no cae en lo común de este tipo de historias. Es diferente y atractiva en sus imágenes y en el relato.

El uso de la tecnología como recurso está muy bien aplicado, desde las comunicaciones por celular vía videollamada hasta el uso del reloj que marcará la hora decisiva en donde la marea subirá.

La belleza y profundidad del océano tanto en la superficie como por debajo lleva al espectador a un viaje al mismo lugar donde la protagonista actúa, casi a su lado. Con imágenes en slow motion en el momento justo, planos extensos y vastos sin desperdicio y especiales para el 3D, inclusive las tomas aéreas son justas e impecables. Visualmente esta cinta es muy atractiva.

También lo es la actuación de la Blake Lively que es casi impecable. Por momentos y salvando las distancias es una especie de Náufrago (2010) de Tom Hanks porque está sola, pero la interacción que tiene no es solo con ella misma, sabrán al verla el porqué de esta referencia. Inclusive la sangre no es un recurso para impresionar al espectador, si aparece es porque es necesaria en el momento.

El dolor interno, el dolor externo y el “cara a cara” con la muerte, es transmitido por la protagonista de una manera sensible y creíble.

No es una película carnicera de un tiburón, es la historia de una persona que enfrenta la adversidad en un momento muy duro como es el perder a una madre y que debe decidir si vivir o dejarse morir y el tiburón está ahí, dando vueltas. No lo vemos, pero lo sentimos a través de Nancy. Toda una metáfora de la misma vida.

Una buena y entretenida opción de mucho suspenso y bien realizada respetando la inteligencia del espectador. Quizás hasta ahora y en cuanto a películas de tiburones se refiere es de lo mejor que se ha hecho para el cine desde Jaws y ya han pasado 40 años. No se convertirá en un clásico pero si es un digno homenaje a este amado y a la vez temido animalito junto con el temor que acarrea.