La última obra de JK Rowling se estrenó en The Palace Theater en Londres -su único lugar de exhibición- el pasado 30 de julio bajo el nombre de Harry Potter and the Cursed Child.
Por @HeyMaandy
El guion fue editado en forma de libro y publicado mundialmente en paralelo al estreno. La versión en castellano llegó a nuestro país dos meses después, traducida como El Legado Maldito, y los fans recibieron el lanzamiento con eventos realizados en las librerías de la ciudad, como es la tradición. Debajo del título esta la leyenda Edición especial de los ensayos ya que no es el guión definitivo, sino el que utilizaron en los pre-estrenos. Para el 2017 se pondrá a la venta la versión Edición definitiva para coleccionistas.
En esta nueva faceta de la autora, junto a sus co-escritores John Tiffany y Jack Thorne, se relata la continuación de la historia, 19 años después. Si bien está ambientado en el universo de Harry Potter original, Rowling aseguró que no es el “octavo libro de la saga”, pero sí forma parte de la historia. Está dividido en dos partes y sus protagonistas son el hijo de Harry Potter y Ginny Weasley -Albus Severus- y el de Draco Malfoy -Scorpious- a quienes conocemos en el epílogo del último libro –Harry Potter y las reliquias de la muerte-. El resto del famoso trío, Ron Weasley y Hermione Granger, tambén forman parte de la historia, junto a sus hijos.
Aunque las críticas sobre la producción teatral son muy buenas, hay un cierto aire de decepción en los lectores. Tal vez se debe a la forma en la que está presentado, diferente a la que estaban acostumbrados; a que la nueva información revelada no sea suficiente; a que los personajes no maduraron en la forma que se esperaba; a la ausencia de personajes; a la repetición de acciones y elementos; a algunas contradicciones y paradojas que no se terminan de comprender.
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