El Centécimo Mono: El truco que no elude la muerte

“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”.

Jorge Luis Borges.

Cambridge – Elogio de la sombra (1969)

Por @muavais1

Cuando se comienza a indagar sobre la magia, se conoce la antigüedad milenaria de esta manifestación que contradice las leyes naturales de nuestro actual cientificismo. Al adentrarse en ella debe el lector, el espectador, dejar de lado toda racionalización, desprenderse de ese bagaje que lo hace hijo de nuestra era y remontarse a un mundo donde ella era no un acto de vano entretenimiento, sino una verdad tan insoslayable como la vida misma. Su finalidad fue siempre la realización de la maravilla a pesar de, desprenderse de la clasificación y adentrarse en un mundo sin definiciones ni dimensiones,   abrazar lo absoluto, la terra incognita como la misma muerte.

el-centesimo-mono-de-osqui-guzman-en-la-carpinteria-teatro_2La muerte, esa otra desconocida que se revela a quienes no podrán medirla para los que aún no la exploraron. Conjugada con la magia, es el último misterio que solo el hacedor de ambas conocerá. Única verdad ineludible que toda criatura crece para reconocer, la muerte es, en definitiva, el distintivo de lo fútil que es el truco. Osqui Guzmán hizo de este binomio un espectáculo que busca trascender el dramatismo de la muerte con un elaborado truco de magia. Distraer al espectador con gestos mientras se gesta el momento final. Brillante pase que Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff y Emanuel Zaldua realizan con una estruendosa puesta. Y entonces, es cuando el juego va más allá y surge la teoría del centésimo mono, una afirmación que muchos consideran falsa y que en esta obra de pases de prestidigitador es un acierto, porque los tres pobre hombres se repiten en una escena, un time loop de espera y resignación; vamos,  como la vida misma al borde de un desconocido abismo.

“Cuando el número cien de una especie adopta un determinado comportamiento, en otra parte del mundo otros de la misma especie lo toman como propio, sin siquiera haberse comunicado.”

p1120477Hay un mago que se está muriendo. Debe operarse de urgencia ¿Qué sucede en su cabeza una vez que le han aplicado la anestesia total? Los sueños más estúpidos, la intimidad de su oficio y la lucha por librarse de los trucos que le negaron la posibilidad de creer en la magia. Sin embargo tiene ahora una oportunidad: su propia muerte puede ser el único momento mágico de su existencia.

Una impecable realización en la que los tres actores juegan el peligroso juego de difuminar el limite de la realidad y la ensoñación, una apuesta que intenta y logra transportar al público a un mundo capaz de recrearse en los místicos/mágicos momentos de un delirio, una espera eterna que concluye y que cada función se reinicia como un cíclico devenir de nacimiento de una idea hasta su definitiva muerte.

Funciones: La Carpintería Teatro

(Jean Jaures 858 – Abasto)

Sábados 20 hs.


el-centesimo-aficheblogEl centésimo mono

Dramaturgia: Osqui Guzmán

Actúan: Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff, Emanuel ZalduaI

luminación: Adrián Cintioli

Diseño de vestuario y escenografía: Gabriela A. Fernández

Realización de escenografia: Miguel Yanson

Realización de vestuario: Patricio Delgado

Música: Tomás Rodríguez

Asistencia de escenario: Mariana Salinas, Yamil Zeid

Asistencia de dirección: Juan Manuel Wolcoff

Prensa: Debora Lachter

Producción ejecutiva: Suky Martinez

Dirección: Osqui Guzmán

Acerca de Marco Guillén 4169 Articles
Aguanto los trapos a Jordi Savall. Leo ciencia ficción hasta durmiendo y sé que la fantasía es un camino de ida del que ya no tengo retorno.

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