Por @gusj_arg
Las redes sociales pueden transformarnos en jueces y verdugos. Aprovechando el «anonimato» que nos brindan nuestras computadoras y celulares, podemos dictar nuestra sentencia sin hacernos cargo de las consecuencias. Este es el tema principal de este interesante capítulo de la serie.
En una Londres futurista, la reportera Jo Powers está en boca de todos gracias a uno de sus artículos periodísticos de tono amarillista. Tal como sucede hoy en día, los usuarios de las redes sociales comienzan a vomitar su ira hacia Powers, pero todo se va de las manos cuando en un misterioso episodio, Powers aparece muerta en el living de su casa.
El extraño caso llega a manos de la experimentada detective Karin Parke (interpretada por Kelly McDonald, a quien conocemos de Brave), y a su «sombra», la aprendiz experta en ciberdelitos Chloe ‘Blue’ Perrine, personificada por Faye Marsay, la actriz que vimos en Game Of Thrones como la discípula de la Casa de Blanco y Negro de los «Hombres sin Rostro».
A medida que avanza la investigación, nuestra veterana detective sugiere dos escenarios: crimen pasional (Jo Powers vivía con su marido, quien terminó herido en el confuso hecho), o la venganza de un enfurecido lector, causada por el repentino y profundo odio generado por la periodista. Sin embargo, para sorpresa de todos, algunas pistas comienzan a orientar las pericias hacia un inesperado rumbo: las redes sociales.
¿Qué haríamos si nuestras publicaciones en las redes sociales pudieran matar?
¿Qué tan limpia quedaría nuestra conciencia si supiéramos que nuestras palabras, que inundan el ciberespacio, pudieran quitarle la vida a una persona?
Hated In the Nation pone a la vista un problema contemporáneo que nos afecta a todos nosotros, los «seres sociales», y a lo que hacemos desde la protección de nuestras pantallas, esos «espejos negros» que pueden mostrar nuestro lado más oscuro.
Las redes sociales son armas de doble filo y esta historia a cargo del director James Hawes y el guionista Charlie Brooker, nos muestra (utilizando situaciones extremas), cómo podemos juzgar con total impunidad a otra persona, a un completo desconocido, gracias a estos medios que están tan de moda hoy en día y que son parte de nuestra vida cotidiana.
Otro tema que se deja ver entre lineas en el guión es el bullying, flagelo que azota a personas de todas las edades, y que es potenciado gracias al uso de Twitter, Facebook y otras herramientas sociales.
Black Mirror trae frente a nuestros ojos la «moda del odio virtual y pasajero», que parece haber llegado para instalarse en nuestra sociedad, y que si bien hoy en día no podemos ejecutar a alguien con un Hashtag de Twitter, la cantidad de casos de suicidios causados por el acoso y el desprestigio (justificado o no), va en aumento.
¿Llegaremos al punto en el que nos transformaremos en «matones virtuales» que impartirán una extraña versión de la Justicia? Yo espero que este episodio nos haga reflexionar y nos aleje de ese camino. Mientras tanto, voy a considerar dar de baja mis cuentas…por las dudas.
Black Mirror: Hated In The Nation
Duración: 1 hora, 29 min.
Director: James Hawes
Guión: Charlie Brooker
Fotografía: Lukas Strebel
Reparto: Kelly Macdonald, Faye Marsay, Benedict Wong, Jonas Karlsson, Joe Armstrong, Elizabeth Berrington.
Productora: Netflix UK
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