
“Lea y Mira dejan su huella” cuenta la historia de dos mujeres mayores que viven en Buenos Aires y que, siendo judías polacas, fueron de niñas enviadas al Campo de Exterminio de Auschwitz.
Por @mauvais1
Haber sobrevivido a ese horror fue un milagro que se reprodujo todas las noches, durante casi dos años. La mirada de la realizadora nos acerca al mundo personal, íntimo, lleno de vida de estas dos mujeres de gran sabiduría y logra embargarnos de enorme emoción. Si el horror extremo se puede superar, todo es posible en la vida.
Pasaron 83 años desde el comienzo de la guerra y 71 años de la liberación de Auschwitz. En Argentina, dos mujeres que lograron sobrevivir de milagro, viven en Buenos Aires, donde, de a poco, han rehecho sus vidas. La película propone una mirada íntima sobre estas personas; la guerra y el horror quedan como contexto. Su relato, es historia viva; la historia de la Segunda Guerra Mundial. Sorprende, además, verlas como dos personas de nuestra ciudad, con las complicaciones de todos los días, como cualquier ciudadano.
Hoy, en la vejez, la reflexión sobre lo peor que puede vivir un ser humano (el miedo a la muerte, el hambre, la tortura, el frío) se transforma en un legado de resiliencia y vitalidad. La vida gana a la muerte. Tras su pasaje por el infierno, nos demuestran que todo se puede.
Lea (Liza) Zajak de Novera nació en Bialystok, Polonia, donde pasó una infancia feliz; pero, a sus 12 años, en Septiembre del 1939, al estallar la Segunda Guerra mundial, su vida se quiebra para siempre. Ella y su familia son trasladados por dos años al Ghetto de Pruzany, donde viven hacinados. En Febrero de 1943, son trasladados al Campo de Exterminio de Auschwitz. Sus padres y hermanos fueron directamente a la cámara de gas mientras que Lea, junto con su tía, logra sobrevivir, salvándose día a día siempre por milagro. Luego de dos años de infierno, al acercarse el fin de la guerra, con la evacuación de los campos, Lea participa de la Marcha de la Muerte y es liberada por los rusos a orillas del Río Elba el 23 de abril de 1945.
Y Mira Kniaziew Stupnik nació en Bialystok, Polonia en 1928. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, la armonía del hogar que compartía con sus padres y hermano fue quebrada. Al producirse la división de Polonia entre URSS y Alemania, su ciudad quedó controlada por el ejército soviético, pero en 1941 ingresaron las tropas alemanas y se desató la cacería humana. Siendo la hija del Director administrativo del Hospital Israelita de la ciudad, fue testigo de los esfuerzos que hacía su padre para que el dispensario siguiera funcionando cuando fue trasladado al Ghetto. En 1943 fue llevada con su familia a un campo de trabajo llamado Blizyn y luego a Auschwitz. Allí llegó a estar en la antesala de la cámara de gas, pero la orden del desmantelamiento de los campos evitó su muerte.
Mira y su madre permanecieron en el campo hasta la llegada del Ejército Rojo y junto con dos amigas, regresaron a Bialystok.
Tráiler:
El documental es dirigido por Poli Martinez Kaplun, con producción de Lucas Werthein y Carlos Winograd.
Estreno el 01 de diciembre de este año.
Equipo técnico
Dirección, y producción: Poli Martinez Kaplun
Producción Ejecutiva: Lucas Werthein
Productor Asociado: Carlos Winograd
Guión: Poli Martinez Kaplun, Nora Elena Acrich, Ernesto Felder (SAE)
Coordinación de Producción: Mariana Martinez
Dir. de Fotografía y Cámara:: Hernan ok
Edición: Ernesto Felder (SAE)
Música original: Cesar Lerner
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