
Y no lo decimos nosotros. Luego de mucho buscarla, al fin dimos con esta revisión de la creación y la percepción que algunos, irónicamente, poseen de Dios mismo.
Por @mauvais1
Jaco Van Dormael y Thomas Gunzig son quienes idearon esta irreverente fabula sobre el altísimo creador siendo un grosero tipejo que vive en Bruselas. Algo descabellado, como un chiste contado entre agnósticos y ateos. Pero este film sabe sostenerse entre un cándido surrealismo y una metáfora capaz de aglutinar una portentosa imaginería y la re lectura de los mitos creadores.
¿Qué pasaría si Dios existiese y viviese en Bruselas? Dios en la Tierra es un cobarde, tiene patéticos códigos morales y la conducta con su familia es odiosa. Su hija Ea, que se aburre mortalmente en la anodina Bruselas, decide rebelarse contra su padre y entra en su ordenador, develando a todo el mundo el día de su fallecimiento, lo que hace que de repente todas las personas reflexionen sobre qué hacer con los días, meses, o años que les quedan por vivir.
Una nota al pie y bastante interesante es que dejan entrever, por medio de comentarios, que J.C o Jesus Cristo fue el primero que se reveló ante el absurdo autoritarismo de este dios (sí, con minúsculas) que se deleitaba con el sufrimiento del hombre. Como ese bizarro decálogo de leyes que bien podría ser una versión omnipotente del Murphy’s Law, o leyes de Murphy: “Una tostada siempre se caerá del lado de la mermelada” escribe con una risita sardónica, degustando el estropicio.
Pues bien Ea, es la hija menor de este ser y su esposa, la diosa a la que llaman solo “La femme de Dieu“, sí, mucha herejía; pero ellas están sujetas a la égida de este soberano que utiliza su omnipotencia para mantenerlas a raya, ya sea a los golpes, a gritos o, peor aun, por medio la ignorancia. Sublevada, la joven se escapa de ese departamento en el piso ultimo del edificio que sobrevuela la ciudad en su estatura, pero antes, como decíamos, les revelará a cada uno de los hombres el día de su muerte.
Hagamos un pequeño análisis del nombre Ea: de acuerdo a la lengua inventada por el genial J. R. R. Tolkien de los llamados elfos quenya, Eä significa “Sea!”. El momento en que el dios creador daba cuerpo a los sueños de los dioses menores dándole entidad física. Algo que nos recuerda al evangelio de Juan cuando dice en 1:1 – In Principio erat Verbum et Verbum erat apud Deum et Deus erat Verbum (En el principio era el Verbo [la palabra razonada] y el Verbo era con Dios el Verbo era Dios). ə̃ũ considerada por los hindúes el sonido primordial, origen y principio de la mayoría de los mantras, palabras o sonidos divinos y poderosos. En definitiva; tal vez lo que aquí se cuenta es una creación, cuando la película se divide en los primeros libros de la biblia, visto a través de los ojos de una tradición mucho más antigua que el cristianismo al que hace mención de manera socarrona. Y más aun siendo que tiene en su casa detenida a la diosa madre.
Pero continuemos, una vez que Ea huye de la casa a través de la lavadora de ropa, sí un lavar-ropas automático; la niña buscará a sus discípulos, con los que escribirá el nuevo nuevo testamento. Esta vez será el relato del hombre. Vaya que sí tiene lecturas esta comedia, y más cuando él, este dios menor, rencoroso y abusivo, sale también al mundo en busca de su hija y la clave. ¿Que clave?
La historia de Dios en la tierra.
En ese pequeño departamento tiene una habitación donde nadie entra, cubierta con ficheros interminables, casi diríamos eternos, con fichas de todos los humanos, y una computadora, uno de esos armatostes noventosos, en los que escribe su creación, sus leyes y sus rencorosas demostraciones de poder sobre la raza humana, que si no también el mundo. La niña traba este ordenador, dejando a su padre sin juguete, sin su poder creador y destructor. Mostrándolo inútil. Entonces él saldrá tras ella, y vivirá todo lo humano que se pueda cruzar, matones golpeadores que lo harán sangrar, instituciones como la iglesia que lo cree más de lo que es y un sacerdote que cobrará venganza.
Ea logrará encontrar sus seis apóstoles (que sumado a los doce de Jesús serán los dieciocho, número que tanto gusta a su madre) y ellos narrarán sus historias y romperán con su rutina, mientras esperan el desenlace, esa última satisfacción antes de morir. Él dirá que con ese poder el hombre ya no será temeroso del destino, pues lo sabe y puede aprender a convivir con eso y sacar lo mejor de la certeza. Nuestras dudas e ignorancias son el arma de la religión, se pensará groseramente, sí, porque la cinta nos dice que él es grosero y básico en sus planes.
El fin del Comienzo.
Tras tanto road movie en la ciudad llega la apoteosis final en la que despertará ella, la diosa madre, poniéndole fin a tanto desacierto. Decían los gnósticos que la Sofía (Diosa Madre) seducida por el demiurgo (Dios Padre) dio comienzo a la creación. Y fuimos de carne, huesos, deseos y perversiones. Con la comedia a cuestas entre la inocencia y surrealismo este dúo, Jaco Van Dormael y Thomas Gunzig, plantean una nueva visión sobre el comienzo y sobre la posibilidad de que fuera la mujer la portadora de la verdadera razón de nuestra existencia.
Sencilla y poderosa, con una puesta al borde del cine indie, casi diríamos de bajo presupuesto. Con un elenco que sabe reírse de todos nosotros y de ellos mismos, de esta locura que desatan en la ciudad de Bruselas, porque ver a la inmortal Catherine Deneuve enamorada de un gorila o a un niño que en sus últimos días quiere ser niña sí que es un delirio ¿O no?
Si no quieren entender tanto solo vean la capacidad que tiene la cinta de hacerlos enamorar otra vez de las cosas sencillas, de lo absurdos que somos. Impecable en su pequeñez que la hace redonda en una historia con más capas de lo que uno puede deducir. Darle una oportunidad es reírse un rato de nosotros y nuestras maneras de concebir el mundo porque, en definitiva, los evangelios los escribimos nosotros.
Un último misterio: A ella, la Diosa, le fascina el baseball y su número favorito es la cantidad de jugadores de este deporte, el 18. ¿Saben que significa ese número?
PUNTAJE: 10/10
- Título original: Le tout nouveau testament
- Año: 2015
- Duración: 113 min.
- Director: Jaco Van Dormael
- Guión: Jaco Van Dormael, Thomas Gunzig
- Reparto: Pili Groyne, Benoît Poelvoorde, Marco Lorenzini, Yolande Moreau, Catherine Deneuve, Laura Verlinden, François Damiens, Serge Larivière, Romain Gelin, Didier De Neck, Anna Tenta, Bilal Aya, David Murgia
- Productora: Caviar Films / Climax Films / Juliette Films
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