
Ha llegado y se ha ido, por lo menos para nosotros, que en nuestra ansiedad maratonianos la segunda temporada en poco más de un fin de semana. Aunque ya no cuenta con la sorpresa de la primer temporada, supo darnos un excelente entretenimiento. Que claro, tuvo sus altos y bajos. Aquí les dejamos nuestro parecer sobre el ansiado regreso de la pandilla de Hawkins.
Por @mauvais1
(Alerta de spoilers)
En una extraordinaria vuelta de rosca y dándole a la serie todo un marco, el primer episodio comenzó con la presentación de un grupo de inadaptados huyendo de la policía, una carrera de autos que nos propone un entretenimiento mucho más abarcativo y que de paso daba presentación a nada menos que una niña que comparte los poderes de Eleven, conocimos así a Kali o 008, su “hermana”. Para saltar directamente a Hawkins y ver como ha resultado la vida de los chicos y grandes luego de cumplido un año desde la última aventura.
Todos parecen haber vuelto a la normalidad, excepto claro Will, a quien ya habíamos dejado en el epílogo de la primera temporada vomitando una asquerosa babosa verdinegra, ahora tiene alucinaciones sobre el oscuro “upside down”. Eventos cada vez más frecuentes y vividos sobre un gigantesco monstruo que se acerca. Por supuesto que esta vez no desaparecerá como la vez anterior, pero sí volverá a ser el iniciador del conflicto que llevará a todos a enfrentarse a esa amenaza que creyeron derrotar. Mientras tanto, cuando vamos poniéndonos a tono y ahí nomás en el primer episodio sabemos que Eleven no solo ha regresado, sino que también vive en una cabaña en el bosque con el oficial Hopper. Que mamá Joyce tiene novio y que Mike no está llevando muy bien la desaparición de su amiga.
Lejos de carecer gancho, la serie entonces comienza un derrotero por los varios que nos presenta, alguno de los cuales parecen solo cumplir con la norma de que debe haber algo nuevo para contar con nuevos personajes que lo enmarañan un poco, lo suficiente para entretenernos. Es así que conocemos a Bob Newby, el novio de mamá, los hermanastros Max y Billy y la ya mencionada 008. Criaturas que aportarán lo suyo para enriquecer el espectro, aunque algunas no entendamos muy bien qué función fungen al fin y al cabo, como el siempre enojado Billy. No será nuevo para muchos si decimos que a veces “menos es más”, porque ha sido la crítica que más hemos escuchado al respecto y a la que nos sumamos. En la primer temporada, la desaparición de un niño daba inicio a una investigación que los conducía al Laboratorio Nacional de Hawkins del Depto de Energía y la clave era la niña con dones extraordinarios. Sencilla premisa que construyó lenta pero firmemente un misterio atrapante. Aquí la inclusión de otras líneas argumentales no hizo más que liar un poco el asunto, hasta caer en ciertos lugares un tanto incómodos.
Más grande no significa mejor; y el vieja de Eleven, ahora Jane, no es otro que el derrotero que todo coming-of-age debe recorrer. El viaje iniciático que le mostrará que su hogar siempre estuvo donde su corazón y los que ama, etc. Pero se antoja no solo remanido, sino que forzado, como lo será el encuentro con su “hermana”. Esa especie de justiciera callejera que a todos nos recordó una mutante enrabietada al mejor estilo futuro alumno de Charles Xavier. Cual era la idea de presentárnosla al comienzo de la serie si solo estaría en un solo episodio, casi al final de la temporada, en el que Eleven resolverá sus conflictos y luego descartarla sin más, ¿Un gancho para próximas quizás? Tal vez, pero en lo que respecta a este humilde reseñador, no sumó en nada. Casi diría que fue solo para prolongar un poco más el cuento. Porque todos sabíamos que era ella, Eleven, la responsable de salvarlos a todos y regresaría tarde o temprano, que en definitiva sólo servía como una curva argumental. Como el poco o nada desarrollado y grasoso Billy que si estuvo como contrapeso a un más adulto y concienzudo Steve, ni se notó más que como molestia… Para el espectador. Sí es interesante la lograda Max, el interés amoroso de dos de los chicos, como la línea que comparte con ellos; Lucas y el inspiradísimo Dustin. No así el giro que da el personaje de Finn Wolfhard, Mike, que fuera el aglutinador del grupo, no solo por su calidad de líder, sino que también por su calidad humana, una que aquí brilla por su ausencia, desaparecida por el dolor, puede ser, pero acaso no es la esencia del niño, ser el catalizador de los descastados? Hilamos fino, lo admitimos. El poco riesgo en nuevos misterios y apostando por una mayor cantidad de historias hace que nos perdamos en estos pormenores.
Entonces el conflicto se embarró un poco con una huida Eleven, ahora delincuente y casi asesina. Con los chicos distanciados, Will poseído por la criatura lovecraftiano y la casi vergonzante aventura de Steve y Nancy para destapar el acallado asunto de la muerte de Barb. Quizás un guiño a los fans, quizás un cierre digno a una desaparecida que deja padres angustiados atrás. ¿Pero dos adolescentes engañando al gobierno de esa manera? ¿Y el conspiranoico? Tal vez, y homenajeando los films de aquella mítica década haya sido la idea, pero en los días que corren se antoja naif. Se supone que los ochentas serían el marco de una aventura narrada con una impronta actual, no la piedra fundamental de cómo se resolverán los conflictos. Ya nadie cree, ni siquiera un niño, que se puede construir una nave espacial en el patio como en Los Exploradores (1985) es por eso que hubo un Juego de Ender. Involucrar a niños en asunto de adultos tiene otras improntas hoy en día.
Pero en definitiva, supo brindarnos una gran aventura, que por momentos se estancaba, pero que nunca careció de ese dorado halo de aventura ochentera tipo Los Goonies. Con ese increíble soundtrack original cargado de sintetizadores y logrados momentos musicales. Es una excelente oportunidad de acercarse, también, a un logrado universo fantástico, que mucho nos recuerda al maestro Stephen King. Y por supuesto ese doble final; el cierre de la grieta con una Eleven al mejor estilo Jean “Fenix” Grey. Y baile de secundaria que es una de las más bellas escenas de toda la serie, que captó magistralmente la magia que esos chicos esparcen, porque si algo tiene de incuestionable es el cast de primera, que se entrega a unos personajes creíbles y queribles, que muestran su progresos a pesar de que algunos guiones no ayudaron. Un entretenido pasatiempo al que recomendaremos ver de a poco, porque luego ya no habrá más hasta dentro de un año. Y se hace larguísimo.
Título: Stranger Things 2 (TV Series)
Director: Matt Duffer (Creator), Ross Duffer (Creator), Shawn Levy, Andrew Stanton, Rebecca Thomas
Guión: The Duffer Brothers, Justin Doble, Jessie Nickson-Lopez, Kate Trefey
Música: Kyle Dixon, Michael Stein
Reparto: Winona Ryder, David Harbour, Millie Bobby Brown, Gaten Matarazzo, Finn Wolfhard, Caleb McLaughlin, Noah Schnapp, Charlie Heaton, Natalia Dyer, Matthew Modine, Dacre Montgomery, Sean Astin, Paul Reiser, Linnea Berthelsen, Brett Gelman, Will Chase
9 episodios. La segunda temporada de ‘Stranger Things’ arranca un año después de la primera, durante Halloween, en Hawkins (Indiana). El joven Will Byers está otra vez con sus amigos tras lo sucedido un año atrás y su abducción por la dimensión paralela, pero en el colegio las cosas no le van del todo bien, y Will sigue teniendo pesadillas. Por su parte no se sabe nada de Once, aunque Mike intenta contactar con ella por radio todos los días. Extraños fenómenos además indican que algo tenebroso sigue acechando a Hawkins.
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