
Hace algunas semanas que podemos disfrutar de esta nueva y zafada comedia de animación, creada y producida por Nick Kroll y Andrew Goldberg, que también son amigos íntimos en la vida real. Big Mouth explora las aventuras de los adolescentes durante la pubertad, el despertar sexual y aquellos momentos vergonzosos que interrumpen la inocencia de la niñez.
Por @martog23
Netflix tiene sus aciertos y sus errores, pero es innegable que el servicio de streaming por excelencia tiene una amplia oferta que aumenta día a día con producciones originales, que terminan captando la atención de un público sediento de historias nuevas.
Big Mouth pertenece a ese grupo de series que son dignas de ser vistas y disfrutadas. El show nos muestra la fase más temprana de la pubertad, aquella etapa donde reina la confusión, el desconcierto y la curiosidad. Con un particular estilo de humor, y momentos bastante negros y zafados, los comediantes Nick Kroll y John Mulaney prestan sus voces para componer a los personajes principales que llevan los nombres de sus creadores. Es así como Nick y Andrew (Kroll y Goldberg) son amigos que van descubriendo sus deseos sexuales, sus frustraciones, sus inquietudes, entre otras cosas. Estos chicos de 12 años serán visitados por el monstruo Hormonal (también Kroll) que los invitará a la autoexploración y a pensar por primera vez en el sexo opuesto.
Pero lo verdaderamente interesante del asunto, es que cada capítulo tendrá una problemática distinta relacionada con esta época en la vida de una persona, no solo priorizando el punto de vista masculino, sino que también se mostrará el costado femenino, con los personajes de Missy (Jenny Slate) y Jessie (Jessi Klein). Jessi tendrá su primera menstruación en medio de una excursión escolar y usando unos shorts blancos. Los guionistas trabajan muy bien estos momentos que terminan resultando embarazosos por el solo hecho de desconocer o no estar preparado para lo que vendrá. Ella también recibirá la visita del Monstruo Hormonal pero en su variante femenina, interpretada por la siempre graciosa Maya Rudolph (Saturday Night Live)
Terminan de cerrar el elenco, otros grandes comediantes como Fred Armisen (SNL, Portlandia), Jason Mantzoukas (Brooklyn Nine Nine) y Jordan Peele (Get Out).
Por otro lado, la serie mediante su tono irónico y ácido abordará temáticas como la homosexualidad o los deseos sexuales de las mujeres. Los episodios más frescos y auténticos resultan ser los que relatan la problemática femenina, ya que la masculina es más recurrente en el mundo audiovisual. Lo más destacable del producto es su desfachatez, y su discurso abierto y sin tapujos.
También los chicos sufrirán ciertos eventos comunes a la etapa como por ejemplo: citas, bailes, Pijama Parties, expectativas de novio / novia, con una torpeza extrema pero con la que todo aquel que ya haya transitado por esa época, se podrá sentir identificado.
En cuanto a la técnica de animación, podemos decir que tiene un estilo grotesco, tosco y medio desproporcionado. Sin embargo, esa desprolijidad sirve también a modo de reflejo de la pubertad propiamente dicha. La estética no está librada al azar sino que intenta hacer hincapié en lo horroroso de aquella etapa hormonal.
Kroll y Goldberg no tienen pelos en la lengua a la hora de presentar esta temática que fue dejada de lado durante mucho tiempo, por el auge del puritanismo europeo que influyó en la conformación de la cultura norteamericana. Estando en pleno siglo XXI, ya no debería haber “una rigidez moral extrema” como planteaba aquel movimiento arcaico del siglo XVI y XVII, pero sí es verdad que todavía hay reservas en cuanto a la cuestión sexual en la sociedad.
En síntesis, Big Mouth representa una serie bastante entretenida y representativa de la pubertad. Una propuesta de 10 episodios de 25 minutos de duración que son de rápido visionado, y que divertirán a un público adulto y/o adolescente.
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