Una vez más reímos, recordamos, aprendemos y, finalmente, lloramos a mares con una nueva Regeneración del último hijo de Gallifrey (bueno, nunca se sabe si es el último).

Por @ElPatoAlvarez_

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Obviamente hay SPOILER por doquier si no viste el episodio así que desde ya te lo advierto y es un análisis propio de un Whovian y está sujeto a debate

«Nunca seas cruel. Nunca seas cobarde. Y nunca comas peras! Recuerda, el odio siempre es tonto y el amor es siempre sabio. Ríe fuerte. Corre rápido. Sé amable. Doctor, te dejo ir.» -12th Doctor 

Luego de los acontecimientos sucedidos en «The Doctor Falls (S10E12)», el 12th Doctor llega al Polo Sur cansado de perder gente, cansado de una larga vida de enfrentamientos y guerras; y este cansancio es el que lo lleva a no querer tener otra vida más, a negarse a regenerarse. Al mismo tiempo, y en un montaje hermoso, vemos como el 1st Doctor (aquí interpretado por David Bradley y con escenas del serial original «The Tenth Planet») también está negado a regenerarse, pero por otras razones: él no quiere cambiar, cree que cambiando pierde el derecho de vivir y morir como quiera. Juntos crean un anomalía temporal donde un oficial de la 1° Guerra Mundial (Mark Gatiss) es transportado también al Polo Sur por una raza alienígena desconocida que «congela el tiempo».

Los tres se llevarán una gran sorpresa cuando el cristalino ser espacial no lo es tanto, sino que es una Inteligencia Artificial del futuro, parte de una matriz llamada Testimony que recolecta los recuerdos de las personas que van a morir instantes previos a dicho deceso y lo guardan en una gran base de datos. Aquí entra Bill Potts (Pearl Mackie), pero 12th sospecha que es una copia hecha por Testimony, aún cuando tiene suficientes pruebas de que es la verdadera.

Los cuatro tratarán de entender qué es lo que quiere Testimony, al mismo tiempo que 12th y 1st deberán comprender que la Regeneración no es solamente una opción, sino un deber, un derecho y un regalo de los Time Lord, no solo para la humanidad que es protegida por el Loco de la Cabina, sino que también para que su cansado cuerpo se revitalice y comience la aventura de vivir una vez más.

Twice Upon A Time marca el fin de una Era en Doctor Who: la salida de Peter Capaldi como 12th (quien fue muy cuestionado en su momento), la salida de Steven Moffat como showrunner luego de varias temporadas (altas y bajas), pero sobretodo, el fin de de que el gallifreyano sea HOMBRE: Ya veníamos coqueteando con la idea del cambio de género cuando Michelle Gomez se hizo cargo de encarnar a The Master en su versión femenina, y este cambio del protagonista (no lean a los haters en las redes sociales) no puede llegar en un momento tan propicio de nuestra historia como humanidad, al mismo tiempo que, según mi opinión, es un aire fresco para la serie y será otro nuevo pico en el éxito de Doctor Who.

Volviendo al Especial navideño, la directora Rachel Talalay (Freddy 6: La Última Pesadilla/ Tank Girl), bajo el guión de Steven Moffat, juega una vez más con el recuerdo, la nostalgia, pero también con la dignidad del 12th Doctor; un alienígena que ya está cansado con tantos miles de años de vida, de ver una y otra vez lo mismo, de perder gente, de siempre estar ahí para los otros. Aunque como «un gran poder conlleva una gran responsabilidad», encuentra en su primera encarnación el por qué de seguir adelante, aunque sea «una vida más». Así como Ood Sygma y su raza le cantó a 10th para que se duerma, la I.A. de Testimony acompaña a 12th con sus recuerdos en su paso a la muerte, Bill y Nardole (Matt Lucas) lo abrazan por última vez, y «la primera cara que esa cara vió», Clara Oswald (Jenna Coleman), también regresa por un fugaz momento a despedirse.

En medio de todo esto, la 1° Guerra Mundial y este misterioso oficial a punto de morir regresa junto a los Doctores al lugar donde perecerá, pero algo mágico ocurre, algo histórico: por primera y única vez en la era de las guerras, la Navidad hace que los dos bandos paren la batalla y se unan en un solo canto. Esto se conoció como la «Tregua o Armisticio de Navidad», donde el ejército alemán y el inglés detuvieron su batalla en Ypres (Bélgica) para cantar villancicos y jugar al fútbol. Esto es real y lo pueden buscar en Google, incluso se habla de unas «luces extrañas» antes de que esto sucediera. Lamentablemente, la guerra siguió luego de estas 48 hs de paz, pero la historia del mundo y las guerras nunca fue igual.

El oficial misterioso encarnado por Mark Gatiss, antes de volver al campo de batalla y saber de su inminente muerte, le pide a los Doctores que de vez en cuando visiten a su familia. Ante la pregunta del apellido, el personaje ya hablaba por sí mismo pero llega la confirmación desde su boca: Lethbridge- Stewart.

Así, luego de aprender el valor de su(s) vida(s) y su legado en la historia del mundo, 12th Doctor se dispone a dejarnos, no antes dar un discurso que, si bien no es tan emocionante como el de sus predecesores, llega a lo hondo del corazón. Y así, la nueva cara: nada de fruncir las cejas, nada de pelirrojo, solo una cara feliz, una cara nueva, femenina y rebozante de alegría.

¡BRILLIANT! Ésta es la primera expresión de 13th Doctor (Jodie Whittaker) antes de apretar un botón en el panel de la TARDIS y ésta (literalmente) comience sus «berrinches» ante su nueva dueña y quiera vomitarla, escupirla de sus adentros. Es un poco la metáfora para todos los haters que anduvieron hablando por las redes sociales, poniendo el grito en el cielo porque el nuevo Doctor sería mujer.

Peter Capaldi fue un gran Doctor, aunque particularmente no fue uno de mis favoritos, Quizás la personalidad que le dio Moffat o el cansancio que le demandaba escribir para el personaje al showrunner, hicieron que la 10° temporada fuese bastante tediosa. Fue una buena transición, creo, y espero mucho de Jodie y, también, de quien se hará cargo de la serie más longeva de la historia de la TV: el nuevo showrunner Chris Chibnall.