
“Después…Vendrá el olvido o no vendrá y mentiré para reír y mentiré para llorar“.
Después – Homero Manzi
Por @mauvais1
Son varios los sentimientos que pueblan esta nueva propuesta musical que escribe y dirige Pepe Cibrián Campoy, porque en ella propone una mirada, naif y cómica, sobre la decadencia de las figuras artísticas. No sobre el paso del tiempo sino que de las modas, y como ciertos creadores quedan atrapados en una era de la que no pueden despegarse; quedando atrás, anclados a ella.
Gracy Sanders, es una directora de cine argentina, de proyección internacional en tiempos de la Nouvelle vague y el posneorrealismo italiano, mujer que supo rodearse de esas leyendas del cine como Federico Fellini y Jean-Luc Godard, años en que se gestaban los movimientos cinematográficos con cierto tufo a crítica social y búsquedas estéticas revolucionarias. Tiempos de un cine que hoy se considera clásico y de estudio, en el que muchos de los realizadores quedaron fijados sin poder trascender el tiempo, sin, podríamos decir, aggiornarse a los cambios de la industria. Ella vive para recordar eso que fue; es un fantasma en alguna medida que recorre sus embargados estudios, suspirando, aunque no con tristeza, como bien lo demuestra la excelente performance que realiza Nicolás Pérez Costa (Sádica ¿Quién rompe el silencio?). Ni envuelta en harapos o brillos deslucidos, la directora mantiene el glamour y la actitud, un tanto soberbia, de creerse una celebridad. Hasta que aparece Nico, un enérgico y desinhibido estudiante de cine, que le recuerda que es otro de los grandes nombres que se consiguen solo en bibliotecas cinéfilas o en clases sobre historia del cine.
Lejos del drama que pudo concebirse con el planteo narrativo, la puesta se recuesta más en la comedia ligera, cuando es la gran Payuca del Pueblo quien interviene como partenaire de la señora Sanders. Con ritmo y sin descanso desandan esta moraleja sobre el olvido y la memoria que heredan los jóvenes. Musicalmente se valoran los detalles melódicos con que crean las diferentes canciones para los distintos personajes, esa clara linea melódica setentona para la directora como ritmos más actuales para los jóvenes que la rodean.
Al comienzo comentábamos los distintos sentimientos que expresaban esta puesta, y uno a tener en cuenta es la idea de que las nuevas generaciones han olvidado los grandes maestros del cine de los sesentas y setentas, algo que sabemos, no es real. La afirmación de que la industria a fagocitado sus historias hasta hacerlas desaparecer en un carnaval de cine pochoclero y pasatista, puede tener cierto valor pero olvida que ellos fueron los progenitores de muchos realizadores que hoy han dado el siguiente paso. En fin, un tanto simplista el entrevero, pero no deja que esto apoque de alguna manera el homenaje que hace a ciertas glorias olvidadas, que las debe haber.
Una comedia tierna y con un ensamble que demuestra su profesionalismo, con un trío protagónico que da lo mejor, es una buena oportunidad para ver el nacimiento de un nuevo miembro en la basta galería de criaturas creadas por Pepe Cibrián Campoy, quien merecidamente es y será recordado como uno de los padres de la comedia musical argentina.
Los jueves a las 20.30 horas en el Teatro El Cubo, Zelaya 3053, ubicado en pleno corazón del Abasto.
¿A quién le importa Gracy Sanders?
Protagonistas: Nicolás Pérez Costa, Agustín Pérez Costa y Payuca del Pueblo
Libro, Letra y Dirección Pepe Cibrián Campoy
Música Original, dirección vocal y arreglos Corales Pablo Flores Torres
Coreografía Nicolás Pérez Costa, Natalia Troccoli y Denise Depauli
Vestuario Pepe Cibrian y Nicolás Pérez Costa
Vestuario de Nicolás Pérez Costa Fernando Crisci Munz
Escenografía Romano Piccato
Maquillaje Sandra Sehn
Diseño de Luces Nicolás Pérez Costa
Asistencia de Dirección Cindy Yu y Romano Piccato
Asistente de Escenario Matías Litvak
Productor Ejecutivo Pato Rébora
Coordinación General Nicolás Pérez Costa
Dirección General Pepe Cibrián Campoy
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