
El standapero Martín Pugliese presenta en el teatro Maipo su unipersonal, el que recorre con detalle exhaustivo en el mejor momento en que logramos reencontrarnos, cuando hacemos huevo.
Por @mauvais1
El artista toma de la cotidianidad el punchline, hace de lo intrascendente un escabroso y caudaloso tema de humor, logrando que el publico en general se identifique. La gracia está justamente en eso, en verse en la situación, en entenderlo desde adentro y poder rescatar lo humorístico, que a veces el contexto disipa. Martín Pugliese hace gala de esa meticulosidad a la hora de narrar la vida de un padre joven, un casi cuarentón que todavía tiene necesidades propias de esta generación cuasi Millennials que no está dispuesto a dejar atrás esos exquisitos aspectos de la juventud en pro de una madurez exigida.
Un día solo en casa, para hacer lo que uno quiere. Lejos del mundanal ruido de las obligaciones, un poco auto-impuestas, un poco heredadas, para desarrollar lo que nos apasiona en estos tiempo, hacer huevo. Lo que no implica el no hacer explícitamente nada, sino que más bien disfrutar de lo que uno entiende por diversión. Por supuesto que no es fácil cuando hay una casa en la que colaborar, gente a la que responder y una adultéz que oír.
Risas, todos ríen con las ocurrencias que se desarrollan en el escenario porque de alguna manera, escenifican el día a día de la mayoría, hace del juego una estrafalaria anécdota fantasiosa que ayuda a Pugliese a lograr un interlocutor, y hablamos de un Spider-Man que hace las veces del niño que todavía conserva y libera cada vez que puede. Una situación hilarante, una ocurrencia tras otra y ciertos lugares comunes que logra transformar en verdaderas aventuras. Tenemos que ser sinceros a la hora de ver estos espectáculos y es que decididamente están dedicados a ciertos sectores sociales; padres jóvenes, hijos pequeños, grupos de papás en WhatsApp y la tradicional ñoñez de una generación criada con mucho cine y cómic Marvel, para dar un par de ejemplos puntuales que utiliza como vertiente de su humor. Haciendo que otros no encuentren o sientan la verdadera carcajada en el chiste por no conocer en profundidad a que se refiere.
Sincero en su propuesta y ágil, el espectáculo se desarrolla sin tropiezos, de más está decir que un standapero se atreva a una puesta casi teatral, casi un unipersonal, es respetable. Quizás justamente que sea un casi, es que no logra posicionarse y resultar algo confuso en la propuesta. O quizás la puesta y propuesta nos confundió a nosotros. Pero viendo las capacidades actorales de Martín Pugliese, sería interesante verlo en una puesta más teatral, con textos que fluyeran más allá del punchline y siguiente tema.
Próxima función Sábado 17 de Marzo
TEATRO MAIPO – Esmeralda 443
Libro y Dirección: Martín Pugliese
Puesta en escena: Flor D’Agostino
Intérpretes: Martin Pugliese – Pablo Dibe
Producción General: Víctor Torres
Asistente de Producción: Daiana Longoni
Fotografía: Matías de Mateos & Fabián Aguilar
Diseño de Gráfica: María Belén Alonso – Joaco Fernández – Diego Gerola
Videos y redes: Walter Figueredo
Puesta de luces: Juan García
Escenografía: Lola Quirós
Vestuario: Mariana Arzola
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