
(…) Son criaturas egoístas que carecen de ningún sentimiento elogiable. Aprendieron a usar la pólvora y ahora sólo piensan en la guerra. ¿Te imaginas lo que pasaría si aprendieran los secretos de la alquimia?
Hiromu Arakawa
Por @mauvais1
Las adaptaciones de los manga/anime están al día, tanto en tierras occidentales como orientales. Ghost in the Shell de Rupert Sanders, Tokyo Ghoul por Kentarô Hagiwara, Rurôni Kenshin de Keishi Ohtomo o Alita, Battle Angel de Robert Rodriguez, la lista es tan enorme como desigual, aún a pesar de las buenas intenciones.
Sucede que ellas son en todo caso largos seriales que desmenuzan no solo un arco argumental, sino que también, y es ahí donde esta lo interesante de los anime, el desarrollo de los personajes. Algo que siempre ha sido sello distintivo de ellos. Lejos de ser simplemente dibujos animados, son verdaderas series dramáticas de genero en que los guionistas proponen mucho más, porque poseen el tiempo para hacerlo.
Quizás se comprenda hacia donde nos dirigimos con la reseña a esta altura. La condensación de una narración es un juego bastante tramposo porque la misma debe descartar piezas que quizás sean fundamentales para comprender las intenciones no solo de las historias sino que también de los personajes o que su referencia sea tan abrupta y poco explicada que pierda la fuerza con que fue pensada.
Muchos de estos tópicos son los que adolece esta versión live-action de Hagane no renkinjutsushi o Fullmetal Alchemist, creado por Hiromu Arakawa, que cuenta con un extenso universo que se inició en el manga y se expandió en Ovas, novelas, una serie animada que fue reversionada en 2009 con Fullmetal Alchemist: Brotherhood. La historia es sobre dos hermanos; Edward y Alphonse Elric, quienes viven en un pequeño pueblo de Amestris. Ellos en un intento desesperado de recuperar su fallecida madre por medio de un proceso alquímico prohibido; pierden uno, Edward, la pierna y luego el brazo cuando intenta recuperar a su hermano perdido en el ritual. Al, bagará ahora por la tierra sin cuerpo, solo siendo un alma alojada en una armadura. El mundo en el que viven tiene a la alquimia como un arte científico altamente desarrollado y de uso común. El arco argumental principal es la odisea de ambos en la búsqueda de la piedra filosofal que ayudará a devolverle el cuerpo a Alphonse. Mientras y en el transcurso, tienen todo tipo de aventuras en las que vamos descubriendo varias conspiraciones y conspiradores, además de potenciales aliados. Por sobre todo es una historia de Coming of age, mixturada con la fantasía.
Loable es el intento de Fumihiko Sori, en el film, de reunir las piezas fundamentales del anime/manga, para, de alguna manera, dar la bienvenida a los neófitos del tema y dejar conforme a los seguidores. Pero, siempre los hay, en el tumulto varias de las referencias fundamentales quedan bloqueadas por otras, dándose un encadenado de acontecimientos que pierden el valor dramático, a la vez que el dinamismo de la narración. La muerte de la madre, el ritual prohibido y las perdidas de los hermanos en general quedan relegadas a lo anecdótico cuando se presentan como flashback en medio de una acción que ya va por otros rumbos. Eso y la sobrestimada adaptación del humor físico con que cuenta la serie.
Lo que vemos animado, no siempre será funcional con actores. Estamos habituados al humor Slapstick nipón pero pocos, quizás ninguno, ha sabido desarrollarlo en actores reales, puesto que la sobre-actuación que necesita es por lo menos paródica. La joven Winry Rockbell, compañera de los hermanos, es la que más sufre esa traslación, dejando al personaje en una chatura absurda, desperdiciando su potencial. Eso y el relato espasmódico que hace de la conspiración que llevan a cabo los Humunculos, Lujuria, Envidia y Glotonería, que para los iniciados será errática y de difícil comprensión. Lejos queda la critica social, el tema de las clases sociales y esa regla que fue fundamental a lo largo de toda la saga; la transmutación, tanto en el significado científico como espiritual.
Es sin lugar a dudas la generación de varios momentos claves los que vencen por su peso al final, dejándolo casi vacío del dramatismo que podría haber tenido, y que a su vez deja a los espectadores con el sabor de estar viendo solo el primer episodio de una serie, más que el cierre de un film.
Título original: Hagane no renkinjutsushi
Dirección: Fumihiko Sori
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