
El cineasta Yance Ford nos ofrece una ópera prima muy personal, donde mezcla la investigación policial con el proceso de duelo que atravesó su familia, a partir del asesinato de su hermano en la década de los ’90.
Por @martog23
Pocos proyectos documentales son tan íntimos y necesarios como Strong Island. Más allá del resultado, una crónica que se queda a mitad de camino por una desviación meramente purgante, el proyecto de Ford es algo sumamente poderoso y su visionado es más que recomendable. Por esta razón es que el largometraje fue premiado en Sundance y nominado a Mejor Documental en la próxima entrega de los Oscars.
El film cuenta los acontecimientos relacionados con el asesinato de William Ford, un joven docente afroamericano de 24 años y hermano del director del film, que el 7 de abril de 1992 fue a recoger un auto de un taller mecánico de Long Island y fue asesinado de un disparo por un muchacho blanco. El caso fue catalogado como “defensa propia” y ni siquiera llegó a ir a juicio.
Un relato poderoso, que se apoya más que nada en los testimonios de los familiares y allegados a la víctima. El realizador apela a una reconstrucción rigurosa de los hechos en busca del señalamiento de la injusticia, el racismo y la impunidad. Un ejercicio que nos recuerda un poco a la excelentísima The Thin Blue Line (1988) de Errol Morris, pero sin la mordacidad y el impacto característicos del autor.
El análisis propuesto trata de evaluar las razones por las cuales el sistema judicial norteamericano le permitió al homicida irse caminando libremente mediante un proceso poco equitativo e imparcial. Todo el jurado representativo durante las audiencias estaba compuesto por personas caucásicas. Sin la diversidad y con un gran cuestionamiento a la perspectiva racial del sistema legal, Ford intenta esclarecer el contexto en el que se desarrolló el fatídico evento.
La cinta se presenta como un documental de narrativa clásica, elaborado con un ritmo pausado y un trabajado aspecto visual con una composición opresiva, la cual incomoda al espectador por medio de planos cortos y posiciones frontales a cámara, con el objetivo de contrariar al público.
En síntesis, Strong Island es un documental fuerte, de protesta, con una atractiva poética visual que representa un sobresaliente debut para el director Yance Ford. Una película que busca el desahogo emocional de la familia involucrada mediante un mensaje en contra de la discriminación, las injusticias sociales y la impunidad.
Puntaje: 7/10
Título original: Strong Island
Año: 2017
Duración: 107 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Yance Ford
Música: Hildur Guðnadóttir, Craig Sutherland
Fotografía: Alan Jacobsen
Productora: Yanceville Films / Louverture Films / Final Cut for Real
Género: Documental
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