
“De nuevo, sus discípulos dijeron: Dinos claramente, ¿cómo bajaron de las invisibilidades, desde lo inmortal al mundo que muere?”
Sophia – textos de Nag Hammadi (S. III ac)
Por @mauvais1
El esoterismo como instrumento de misterio a resolver es un planteamiento recurrente en el cine y, por qué no, en la Tv. El texto críptico que da inicio a la aventura es una norma inevitable en cierto género que podría plantearse como thriller metafísico. El protagonista se haya en posesión de cierta información que cambia radicalmente su percepción de la realidad o, más comúnmente, hará el camino para alcanzar la revelación del mismo. The Da Vinci Code de Ron Howard se nos viene a la mente como ejemplo práctico y cercano en el cine. No atañe en nada la ciencia ficción, ya que el proceso es de alguna manera espiritual y por lo tanto los fuegos artificiales serán de esa índole.
Requiem, del para nosotros desconocido Kris Mrksa, es un buen intento de plantear un misterio de esas características, que al final se torcerá hacia un thriller sobrenatural con cierto tufo a posesiones demoníacas. Pero vayamos por partes.
Largo y difícil es el camino que desde el infierno lleva al cielo…
En 1994, un bebé desaparece misteriosamente en un pequeño pueblo de Gales. 23 años después, la joven y talentosa chelista Matilda Gray ve cómo su vida se tambalea tras el inexplicable suicidio de su madre. Es entonces que descubre pruebas que conectan a su madre con el caso del bebé desaparecido. Afligida, Matilda empieza a hacerse todo tipo de preguntas, lo que le lleva a embarcarse en un viaje a Gales en busca de respuestas. La sinopsis encierra todos los condimentos de la saga del héroe de este género esotérico. La preparación del personaje para iniciar el camino que lo llevará al despertar en cuanto devele la intriga. Por Matilda pasan todas las características de este tipo de personajes. Desde su apellido, Gray, gris; pizarra limpia en la que se puede escribir sin molestia, gris de ausencia o bruma que oculta, el viaje físico que inicia el espiritual, la orfandad de pasado a revelarse, que se oculta tras un hecho traumático.
Una vez planteado el misterio de su origen, lo que sigue es el desarrollo del drama que lo oculta. Algo así como en Invasion of the Body Snatchers (1956), la joven al llegar al pueblo galés verá cómo todo parece conspirar para que nada salga a luz. Y entonces el guionista elabora dos historias que corren en paralelo; el secuestro de menores, la violencia domestica, el drama de los sobrevivientes a los desaparecidos que no tienen tumba sobre la que llorar, la identidad robada y ese silencio de los otros que más que un acto de piedad, solo muestra cobardía. Con la otra, la habitada por ciertas entidades sobrenaturales que los rodea y oprime. Convengamos que es aquí donde todo comienza a desmadrarse y la solida interpretación de los actores, como Lydia Wilson (Matilda) o Joanna Scanlan como la madre de la niña secuestrada y, por qué no, Tara Fitzgerald, son quienes logran sostener este pastiche que, cada vez más, desciende a los infiernos del cliché y la sobre explicación donde no cabe.
Lo que comenzó siendo un misterio esotérico rico en planteos del tópico se desvive por simplificarle las cosas a los espectadores dejando un rastro irregular detrás de sí. Los espíritus que lo son y los que no, los otros detrás del espejo que están detrás de esas sombras… Confuso, porque nunca determinan fehacientemente cuáles son uno y otros. Y aunque roce la angeología y sus derivados, escapa hacia el confort de un ser entre mundos… Un momento ¿Y John Dee?
Involucrar a personajes como John Dee, su espejo negro y el Glifo de la La mónada Jeroglífica solo como meros comparsas es irónico, si son las causas que nos reúnen en ese sitio y cosa fundamental del misterio. Que sea reescrita y reimaginada su historia, la de Dee, no es tan contraproducente como hacerlo solo para dar cabida a una metafísica que pudo no haber estado y aun así funcionar como drama existencial. Que de hecho pudo ser más interesante. Hasta en una determinada instancia la identidad de la joven Matilda se convierte en un detalle, algo anecdótico y cuya resolución queda desdibujada por los sobrenatural de lo siguiente. De ese salto dramático que da y riza el rizo sobrenatural.
A su favor hallarán una elaborada ambientación, el clásico pueblo al pie del castillo de vampiro o del loco doctor, que entre brumas vive atemorizado por lo que ve pero no comprende o no quiere hacerlo por cobardía y supervivencia. La musicalización en la que Dominik Scherrer y Natasha Khan realizan una labor más que encomiable, dando juego a una transición entre cuento gótico y el thriller policial. Pero la bonita cáscara no hace el todo y peor aún, deja expuesto lo endeble de la propuesta argumental que pudo haber sostenido un film de noventa minutos, pero no una serie de seis episodios. Descubrirán que pudo ser más, sentirán que tiene el potencial, que en los tres primeros episodios promete, pero no lo sostienen hasta el final. Una serie corta, eso sí, una que pueden ver en un fin de semana sin expectativas y que los entretendrá sin más.
El sabio y los nephilim
John Dee fue un notorio matemático, astrónomo, astrólogo, ocultista, navegante y consultor de la reina Isabel I. Dedicó gran parte de su vida al estudio de la alquimia, la adivinación y la filosofía hermética. Se dijo que pudo ser el célebre Christian Rosenkreuz, fundador de la legendaria orden secreta de los Rosacrucianos y escritor de la “Fama Fraternitatis” publicada en 1614. En 1564, Dee escribió la obra hermética Monas Hieroglyphica (La mónada jeroglífica), una exhaustiva interpretación cabalística de un glifo de su propio diseño, queriendo expresar la unidad mística de toda la creación. El mismo afirmaba haber hablado con los ángeles a través de una bola de cristal y el “espéculo”, un objeto de culto azteca de obsidiana con forma de espejo de mano, traído a Europa a finales de la década de 1520. Hecho de obsidiana por eso el color negro.
Pero no eran cualquier tipo de ángeles con los que dialogaba, era los llamados enoquianos, que de acuerdo al libro de Enoc, fueron los caídos que compartieron lecho con las mujeres mortales, habla de semidioses, los elohim o nephilim. Seres con el poder de esas criaturas aladas y con los sentimientos conquistadores del hombre. Poderosos que gobernaron imperios hasta el diluvio universal. Y que luego fueron desterrados.
Título: Requiem
Dirección: Kris Mrksa (Creador), Mahalia Belo
Guion: Kris Mrksa, Blake Ayshford
Reparto: Lydia Wilson, Joel Fry, James Frecheville, Sian Reese-Williams, Brendan Coyle,Claire Rushbrook, Richard Harrington, Joanna Scanlan, Clare Calbraith,Tara Fitzgerald, Dyfan Dwyfor, Sam Hazeldine.
Sinopsis: En 1994, un bebé desaparece misteriosamente en un pequeño pueblo de Gales. 23 años después, la joven y talentosa chelista Matilda Gray ve cómo su vida se tambalea tras el inexplicable suicidio de su madre. Descubre pruebas que conectan a su madre con el caso del bebé desaparecido. Afligida, Matilda empieza a hacerse todo tipo de preguntas, lo que le lleva a embarcarse en un viaje a Gales en busca de respuestas.
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