
“El mundo cambia cuando dos se miran y se reconocen.
Amar es desnudarse de los nombres.“ – Octavio Paz
Por @mary_putrueli
Aún en estos tiempos de cambios y avances, amar no es cosa fácil, bueno amar en sí nunca lo fue, y si encima el famoso rayo de Julio Cortázar nos pega en el pecho y nos enamora de una persona del mismo sexo, entonces la cosa quizás se pueda complicar un poco más, aun cuando ya es hora que vaya siendo lo mismo los genitales del alma que decidimos amar. La sociedad y el mundo todavía tienen mucho para opinar y, en algunos casos, atrasar.
Es por eso que el arte siempre se vuelve necesario e imprescindible, porque en el reflejo del otro, ya sea a través de una pantalla, de un escenario, de las hojas de un libro, allí lo que le está pasando al otro en algún punto siempre funciona como espejo de lo que le puede estar pasando a uno mismo.
Un poco de esta magia que inspira el teatro sucedió en el estreno de la obra “Piloto automático“ de Gabyta Fridman. Allí en el escenario dos mujeres se vuelven a encontrar después de muchos años de haber tenido una relación amorosa que no se animaron a vivir. Diecisiete años después y el amor ahí presente, como ese invitado que uno no sabe bien cómo llegó a la fiesta y se vuelve el alma de la misma. Lo curioso, en principio, de este estreno es que en los momentos de transición entre una escena y otra cuando las luces de la sala se apagaban, surgían los comentarios del público presente, algo así como un teatro debate, y esto en primera instancia a quien lea podrá pensar, gente hablando en el teatro, ¡qué sacrilegio! Pero la realidad es que para los que estuvimos ahí era algo que simplemente fluía porque el trabajo que hacían estas dos actrices guiadas por la pluma y la dirección de Gabyta Fridman, hacía que la historia calara hondo en las emociones del espectador, que nos sintiéramos con derecho a opinar, a recordar si en algún momento de nuestras vidas nos había surgido la pregunta o las preguntas: ¿Se puede amar a dos personas al mismo tiempo? ¿Y si dejo a mi marido/mujer y me juego el todo por el todo? ¿Es imposible una doble vida? ¿Soy gay? ¿Soy bisexual? ¿En qué momento me enamoré perdidamente de otra persona que llegué al punto de perderme a mí misma/o? .
Luego las luces se encendían y todos volvíamos a entrar en comunión con el relato, ante la necesidad de saber si estas dos mujeres se animarían a vivir la pasión que se provocaban una a la otra.
Leticia está casada con una mujer, Emma está casada con un hombre y tiene dos hijas. No quieren lastimar a nadie, pero no pueden poner punto final a lo que viven, no pueden separarse de sus parejas, ni pueden separarse de ellas. El trabajo que llevan a cabo las actrices Vanesa Cardella (Leticia) y Fanny Rodríguez (Emma) es una mezcla de sutileza y profundidad que logra lo que mencionaba anteriormente, nos corremos del foco de ver dos actrices, estamos ante la presencia de una historia de amor, y esa es una de las mayores virtudes a destacar de esta dupla actoral, la fluidez y naturalidad con la que interpretan a sus personajes, zambulléndonos de cabeza en estas aguas tan inciertas donde el drama y la comedia se fusionan y te dejan de cara a una tragicomedia amorosa.
Y allí aparece la figura de su directora, quien aparte de escribir sobre este amor que a veces desgarra y otras veces carcajea, encuentra el punto para sugerir sin mostrar, para contar sin juzgar, lo destacable desde la dirección y puesta en escena es el espacio y tiempo de intimidad que allí se sucede, algo que nos transporta más allá. Estamos inmersos en esta historia que puede tratarse del amor de dos mujeres que no se animan a vivirlo en total libertad, pero que habla también de los prejuicios que solemos ponernos nosotros mismos (los peores que existen siempre son los propios), de la necesidad que tenemos de nombrar las cosas y más aún los sentimientos, del que dirá el otro o que diré yo misma sobre el otro o sobre mí. Puede que Piloto automático hable del amor entre dos mujeres, pero el amor así como es de complejo es de simple, sea entre dos mujeres, entre dos hombres o entre un hombre y una mujer, el amor es impredecible, nos ata y nos libera en segundos, y de eso también nos habla esta obra.
Una escenografía atenta a los detalles, protegida por la melodía de un violín que nos recibe al entrar, y una sensación de calidez que envuelve esta excelente propuesta teatral, la cual nos invita a preguntarnos, a cuestionarnos en un mundo donde todo va a gran velocidad, inmersos en la vorágine diaria. Que gratificante llegar a la butaca de una manera y salir emocionado y transformado en busca de más respuestas.
No se pierdan esta obra que se presenta todos los viernes a las 21hs en el hermoso Teatro Nün, en pleno corazón de Villa Crespo.
Desde el viernes 5 de abril
Todos los viernes a las 21
En Nün Teatro Bar
¿Se puede huir de lo que te acelera el corazón?
PILOTO AUTOMATICO
De Gabyta Fridman
Con Fanny Rodríguez y La Tana Cardella
Dramaturgia y Dirección
Gabyta Fridman
“Una lucha de igual a igual. Entre la enorme capacidad que tiene el ser humano de amar y por otro, los miedos y cómo puede ser capaz de hipotecar su propia vida por el que dirán. Una historia que intenta romper con ciertas etiquetas y prejuicios de la sociedad. A lo largo de la misma se observará un amor desgarrador que trasciende diferentes circunstancias. Un amor que va más allá de las sábanas. Donde una pareja (sin serlo) de mujeres se reencuentra luego de 17 años. Se tocan temas tales como infidelidad, prejuicios, miedos, estructuras, religión.
En resumen…
Una historia de amor de 2 mujeres donde la pasión y el amor que sienten, podrá llevarlas a perderlo todo, incluso a ellas mismas.
¿Podrán Huir de lo que les acelera el corazón?
Ficha técnica
Actúan: Fanny Rodriguez y La Tana Cardella
Violinista: Leydi Torres Datica
Diseño de Luces y Sonido: Miguel Molina
Producción Fotográfica: Pablo Sabaris
Diseño de Vestuario: Fernando Crisci Munz
Escenografía: Maru Correa
Make Up: Salomé Díaz
Community Manager: Pablo Lancone
Diseño gráfico: Wilfredo Parra
Prensa: Duche & Zarate
Asistente de Dirección: Celeste Di Giovanni
Producción Ejecutiva: Verónica Lutowicz
Dramaturgia y Dirección: Gabyta Fridman
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