La última película de S. Craig Zahler quizá sea difícil de digerir, pero es algo distinto y pesado, con un final atrapante. Merece ser vista.
Por @08Federock
Esta película no tuvo muy buena recaudación y es muy probable que se deba a su larga duración, y al estilo lento que tiene. Aun así entretenida, con diálogos elegantes, inteligentes y de cruda violencia por momentos. Lo que pasó es que se pensó que esta película tendría un amplio estreno en cines en los Estados Unidos. Sin embargo, se rumoreaba que Lionsgate solicitó que la película fuera editada a 130 minutos “amigables para el público“, lo que fue recibido con mucho desdén por parte del director, S. Craig Zahler.
Si tenemos en cuenta que había una cláusula de corte final en su contrato, Lionsgate optó por lanzar la película en una edición de estreno limitada y en el mismo día lanzarla digital a través de Summit Entertainment, al igual que los otros lanzamientos de Zahler (Bone Tomahawk, Brawl In Cell 99). Entonces esta película se mantuvo sin cortes y sin editar, llegando a los 159 minutos (2 horas 39 minutos) de mucho diálogo, acción por momentos, y estupendos personajes.
La historia se centra en dos policías, uno veterano (Mel Gibson) y el otro más explosivo y joven (Vince Vaughn) que son suspendidos por su forma de ejercer la autoridad. Esto es mal visto por los medios, a pesar de que ellos arrestaron a un traficante de drogas. La política está en todos lados, y esto genera esa cuestión moral que puede imponerse en el espectador.
Los primeros largos minutos nos presentan a estos dos policías, con poco efectivo y sus propios problemas, con lo que deciden volverse criminales para ganar lo que les corresponde. Algo que quizá hemos visto, pero no planteado de esta forma. Este largo tiempo enfocado en los personajes le otorga al film una profundidad interesante. Te mimetizas con cada personaje, a pesar que algunos te caigan horriblemente mal, o no. Están tan bien escritos y detallados que te atrapan. Como esa historia de una chica y su bebé en medio de la película. Emocionante.
Las actuaciones se destacan, pareciendo que al actual Mel Gibson le cae como anillo al dedo este personaje de Brett Ridgeman. También tenemos actuaciones destacadas de Tory Kittles, Thomas Kretschmann y Jennifer Carpenter aunque aparezcan poco tiempo en pantalla. Mientras que el guion puede resultar algo lento, pero esto sucede para realmente entregar esa sensación de horror e impresión en ciertos actos. Tenés que darle tiempo a las cosas para apreciarlas por completo.
No es para todos esta película, pero la persona que pueda apreciarla disfrutará un film correcto, de gran manejo de cámara, con situaciones concretas que te encantarán atravesarlas. Con una violencia explícita aterradora por momentos.
Los diálogos rebuscados son entretenidos y ayudan a entender a los personajes, además de meternos a lo que apunta el film. Interpelan al espectador.
Lo moral, el tener con el deber de hacer algo. Desde pequeñas charlas con un padre y un hijo sobre un videojuego, hasta dos policías vigilando, todo el film está repleto de momentos vinculantes entre los humanos, su rareza, violencia y complejidad. Un policial violento, crudo y a veces hasta duro, gris, sólido como el concreto.
Título: Dragged Across Concrete
Guion y Dirección: S. Craig Zahler
Reparto: Mel Gibson, Vince Vaughn, Tory Kittles, Laurie Holden, Jennifer Carpenter, Don Johnson, Michael Jai White, Udo Kier, Fred Melamed, Thomas Kretschmann, Primo Allon, Justine Warrington, Jenn Griffin, Myles Truitt, Brett Alexander Davidson, Trezzo Mahoro, Liannet Borrego.
Dos policías, uno veterano (Gibson) y el otro más joven y volátil (Vaughn), son suspendidos cuando un vídeo de sus duras tácticas de detención de delincuentes se convierte en la noticia del día en los medios de comunicación.
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