
Desde el principio de los tiempos la ciencia y las creencias religiosas fueron una guerra y choque constante de no acabar. ¿Pero que pasaría si un día la vida te da un giro inesperado y empiezas a creer en lo que parecía imposible?
Por @belumontiel
«Origenes» (I origins, 2014) es un filme escrito y dirigido por Mike Cahill, protagonizado por Michael Pitt, Brit Marling y Astrid Bergés-Frisbey, y enfocado al choque de planetas que siempre hubo entre la ciencia y la mística.
Ian (Michael Pitt – “Funny Games”), es un biólogo molecular que estudia la evolución del ojo humano. Después de un breve encuentro con una exótica joven (Astrid Bergès-Frisbey – “The Sea Wall”), su trabajo va a invadir toda su vida por completo. A medida que sus investigaciones continúan junto a su compañera de laboratorio, Karen (Brit Marling – “Another Earth”), descubren algo sorprendente con implicaciones de amplio alcance que complican sus creencias científicas y espirituales. Así es como luego de una tragedia que padecen, Ian emprende un viaje por la India, en el que arriesga todo lo que sabe para validar su teoría.
Al principio esta historia comienza con un monologo del doctor Ian, quien dice “alguna vez has conocido a alguien que a primera vista llena un vacío que tenías, y cuando se va hace más doloroso sentir ese vacío”, y nos deja pensando que las personas no se encuentran por casualidad, sino que ya las conocíamos en otra dimensión, en otro pasado.
Esta película tiene una particularidad que es la de reflexionar. Y aunque para el protagonista las supersticiones no son reales, todo empieza a cobrar sentido cuando empieza a relacionar las señales 11:11 mientras busca a quien en ese entonces no creía que era su alma gemela.
Dice una antigua leyenda asiática que las almas gemelas son las dos mitades de un alma que se quebró y que se buscan a través del tiempo para volver a unirse para siempre. Pero el destino es extraño y este científico determinado en probar que Dios no existe, que el alma es un invento humano, termina encontrándose con lo opuesto.
“Orígenes” es una invitación a la posibilidad de creencias nuevas. A empezar a entender que hay veces en las que no hay una respuesta científica y concreta ante una experiencia vivida sin explicación. La vida nos sorprende al punto de dudar de lo que algunas vez creímos.
Asimismo, el filme se puede volver en algunas partes un poco tedioso y denso, ya que usan un dialecto científico bastante especifico. Pero lo que es muy destacable es la fotografía, con mucha luz y colorido, llena de belleza, como la banda sonora, sencilla y minimalista.
El director también se inspiró en la famosa historia de Sharbat Gula, la joven afgana que fue portada de National Geographic en 1985 y que fue encontrada años después gracias a sus espectaculares ojos (una fotografía que aparece brevemente en un momento de la película).
Con estas armas atrapa ‘Orígenes’, con la clara intención de brindarnos una lección sobre lo que significa ver verdaderamente, mas allá de los ojos y de lo que nos impone una determinada concepción del mundo.
Acá les dejamos el avance de una película que vale la pena mirar:
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