
Hay películas del género de terror que dan que hablar y otras que dejaron huella. En esta nota repasaremos algunos títulos que, a nuestro entender, son slashers de culto de los ’80 y mas que darnos miedo, nos han dado alguna que otra risa.
Por @belumontiel
Aunque pueden o no gustarnos, hay algunos filmes que entran en la categoría de culto y aunque de terror tengan muy poco, entretienen por ser de una categoría más bien bizarra.
Octubre es desde siempre el mes del terror y no podemos no mencionar aquellas películas que quisieron darnos un susto en los años ’80 pero terminaron dándonos carcajadas.
Hospital Masacre (1981)
Este slasher corresponde al típico juego de niños en San Valentin donde uno es rechazado por la nena más bonita del colegio, Susan Jeremy y, al romperle en corazón, éste decide convertirse en un asesino en serie.
Varios años después Susan,ya adulta, decide hacerse unos estudios en un hospital donde (¡Oh casualidad!) el medico es el niño que ella había rechazado cuando jóvenes: Harold.
Este psycho-killer de turno cumple bien su papel y logra engañarnos (o tal vez no) en el cometido de saber quien es el asesino en serie que deambula por los pasillos del hospital.
Otra curiosidad que no podemos dejar pasar por alto es que mientras Susan está secuestrada en el hospital, su novio esta durante toda la película afuera esperándola. Simplemente eso.
Su final es totalmente típico pero logra atraparnos a pesar de tanta exageración en algunas escenas, pasillos del hospital llenos de niebla, plantas vacías, silencio sepulcral y gente que sigue desapareciendo, muriendo y siendo descuartizada sin que nadie se entere.
Sleepway Camp (1983)
Un film que aborda lo que ya venimos mencionando en otras películas: un asesino serial, pero esta vez, en un campamento bastante teen.
La cinta comienza narrando cómo una lancha conducida a toda velocidad por unos típicos adolescentes despreocupados golpea a un padre y a sus dos hijos quienes están navegando. Hay gritos y cuerpos flotando, la tragedia alcanzo a la familia Baker donde padre e hijo murieron y solo quedó como sobreviviente la pequeña Angela.
La niña es adoptada por su tía y su primo quienes la cuidan en todo momento. Cuando Angela va de campamento, es atormentada por el bullyng de los demás adolescentes y niños.
Allí es cuando vemos las peores actuaciones y diálogos que una película nos pueda brindar, sin un trasfondo que desenvolver.
Pero comienzan a suceder cosas en ese campamento: un cocinero muere al caerle encima una olla enorme de agua hirviendo, otro muchacho es asesinado al ser encerrado en un baño con un panal de abejas particularmente agresivas, a otro lo ahogan a traición.
Les presentamos una de las escenas con el grito mas largo que pudo verse:
Pero luego de varios indicios de quien podría ser el asesino, nos vemos envueltos en un final totalmente inesperado.
Su director Robert Hiltzik, desconocido hasta el momento (guionista de las demás partes y director de nuevo de la 5ª y 6ª partes), posteriormente desarrollaría su carrera profesional como socio de un bufete de abogados. Se denota su amor por el género y su falta de pretensiones.
The Mutilator (1984)
Esta película comienza con una madre y su hijo , Ed, en la cocina. Ella festejando su cumpleaños, y el niño “jugando” con una escopeta. Ed, sin darse cuenta de la gravedad de lo que implicaba su juego, se le escapa una bala y mata a su madre. Al entrar el padre de familia en escena, éste decide recostar a su esposa y darle un sorbo de whisky, algo que cualquier persona en ese tipo de películas haría (¿?).
Pero esto recién comienza: Ed está completamente distanciado de su padre y cuando se convierte en adulto comienzan a suceder unos hechos extraños en su pueblo. Hay un mutilador suelto, y es el mismísimo padre de Ed quien se ha vuelto totalmente desquiciado en el tiempo que ha pasado solo y buscará su venganza.
La historia termina extrañamente con bloopers de los personajes de la película. Por lo que si la trama no nos estaba atrapando y dando miedo, con este toque final terminó de desengancharnos por completo.
Cabe mencionar que su director, Buddy Copper, solo dirigió The Mutilator y, que en realidad, no ejerció su profesión como director sino que era un Abogado que probo suerte con su única película.
La tiendita del terror (1986)
El señor Mushnik es el dueño de una floristería que va en decadencia y está a punto de despedir a sus empleados, pero todo cambia cuando una exótica planta llega a su negocio, lo que atraerá a muchísimo clientes.
Esta planta, sin embargo, tiene un detalle que no es menor: necesita sangre humana para sobrevivir.
Aquí es donde damos comienzo a este film que mezcla el terror, musical y la comedia. Es totalmente absurda sinceramente.
La obra la dirige Frank Oz, y es una adaptación cinematográfica de la versión teatral de una película de serie B de los 60.
Lo diálogos y la escenografía están muy bien logradas, y consigue que el espectador se meta en la atomósfera del film a la perfección. También se destacan las actuaciones, y hasta los movimientos de la planta están muy bien logrados.
Originalmente, había un final idéntico a la versión teatral en el que la planta se comía a Audrey y Seymour, se vendían pequeños tallos de ella por toda Norteamérica y los vegetales dominaban el mundo, pero fue eliminado tras el pre-estreno, dado que recibió malas críticas.
ASÍ NUESTRAS RECOMENDACIONES. ¿YA VISTE O VERÁS ALGUNA DE ELLAS?
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