[REVIEW] Por el nombre del padre: La vida es bella

Pepe Cibrián Campoy y Viviana Saccone se lucen en una historia de amor y familia.

Por @gzmiglesias

Papá tiene que operarse. ¿Está enfermo? ¿Se va a morir? Así comienza ”Por el nombre del padre”, el nuevo espectáculo escrito y dirigido por Pepe Cibrián Campoy que se presenta desde el 9 de enero en el Teatro Picadilly. El misterio que rodea a la figura del padre servirá de puntapié para que Cibrián y Viviana Saccone deleiten a la platea con distintos personajes en un espectáculo donde los problemas de la vida se enfrentan con buen humor.

Gran señor de la escena nacional, Pepe Cibrián demuestra una vez más por qué su nombre es y será sinónimo de teatro en Argentina. Por momentos valiéndose del desparpajo que le era tan característico a Ana María Campoy, y por otros reciclando la sobriedad escénica de su padre, José Cibrián, el heredero de ambos artistas construye sus personajes desde la mixtura de un actor que sabe hacer reír y emocionar. Frente a la locura de la portera Jacinta (personaje que bien merecería un spin-off teatral) Cibrián compone con delicadeza y fragilidad al padre de la obra, entre otras criaturas.

Viviana Saccone, por su parte, sabe componer a sus personajes con igualdad de talento, y no se queda atrás cuando sobrevienen los aplausos. Sus apariciones (especialmente en el caso de la conmovedora madre de la familia) demuestran que es una actriz con amplia capacidad de vibrar entre las cuerdas de la comedia y el drama, y cuya participación en teatro debiera ser mucho más frecuente.

Es posible que, por momentos, los cuadros de los distintos personajes logran opacar el conflicto que se presenta al comienzo, y que la duración vuelva difusos algunos puntos del hilo argumental. La escenografía y el vestuario, al mismo tiempo, no parecieran trabajar de forma armónica, pero todos estos detalles logran ser salvados por una dupla actoral que encara con talento y muchas risas un espectáculo donde se celebra la belleza de la vida.