
Una de las primeras creyentes en lo que Parasite podía ser, venía de obtener 10 nominaciones en 2019 y terminaría por marcar un camino histórico para la primera “Mejor Película” extranjera de los Oscars.
Por @RockaOnTheGo
Hace mucho que se volvieron usuales las declaraciones de directores, productores y cineastas en general con respecto al desfile de prensa que es la previa a los Oscars. Que hay que hacer campaña de manera activa, algunos hasta diciendo que esas estatuillas se ganan tanto con cócteles y charlas amenas con desconocidos que con el trabajo realizado en las películas. Pero sospechas o dudas de lado, es innegable que el trabajo cinematográfico no es lo único que pesa a la hora de ganar un Oscar, ni ningún gran galardón de otra índole para lo que es el caso.
Uno de los nombres clave de la noche histórica que ya marcó un antes y un después en la historia de los Oscars no es ninguna cineasta. Mara Buxbaum es una publicista que vió antes que nadie, casi literalmente, lo que Parasite (2019) podía lograr en occidente.
Venía de haberle valido a The Favorite (2018) sus 10 nominaciones a los Oscars de 2019, y estaba disfrutando del Festival de Cannes como invitada de honor del director Yorgos Lanthimos, cuando entre todas las producciones con las que se estaba despachando vió una humilde obra maestra coreana. Los jueces oficiales no pueden decir nada por supuesto, pero apenas se abrieron las luces de las salas ella (humilde civil ajena a lo estrictamente cinematográfico) salió disparada hacia Bong Joon-Ho. No pasaron horas de que Bong había levantado con orgullo su Palma de Oro que Buxbaum ya estaba comunicándose con las productoras coreanas para iniciar lo que sería una de las campañas para el Oscar más importantes de los últimos tiempos.

“It takes a village…” es el dicho común que eligió Buxbaum a la hora de reflejar lo trabajadas que son las campañas de publicidad para hacerse con un Oscar. No sabemos de qué tamaño será la villa a la que se referirá, pero seguramente con los empleados de su firma de relaciones públicas se las arregla. ID después de todo, sabe lo que es el juego de las estatuillas desde hace tiempo: también sirvió para ese éxito gigantesco que pasó rápidamente a un relativo olvido como fue El Discurso del Rey (2010).
Doce nominaciones, las grandes estatuillas de la velada (Mejor Actor, Guion, Director y Película) y una película de Cats nos dicen que quizás, sólo quizás la relevancia que se le da a premios tan importantes está dominada por ilusiones y expectativas extrañas e incontrolables, además por supuesto de fuerzas desconocidas, por los reflectores que deciden las producciones de las que hablará el mundo. Sea por un rato o por el resto de la eternidad.
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