[REVIEW] Carta al Rey

[REVIEW] Carta al Rey

Un paseo por la nueva fantasía épica de Netflix recién llegada de tierras Holandesas.

Por @mauvais1

Ciertamente la fantasía ha sido una de mis pasiones literarias, cinéfilas y seriéfilas desde que recuerdo mis primeros escarceos con el género. Una de sus habilidades era transportarme a un nuevo universo, un completo mapa en varias dimensiones de lo que eran mundos posibles. La tan mentada “suspensión de la incredulidad” era uno de sus atractivos más interesantes, debo decir. La posibilidad de personajes capaces de tales proezas, poderes y aventuras enmarcadas en una tierra capaz de todo; regida por las inmutables leyes de la magia, del hombre combatiendola o manipulandola. Lo maravilloso, lo fantástico. “¿Realidad o sueño? ¿Verdad o ilusión? De este modo nos vemos arrastrados al corazón de lo fantástico. El fantástico ocupa el tiempo de esta incertidumbre“, razonaba Tzvetan Todorov.

Caro es para el género en sí la posibilidad de existir sin una base prudente como consecuente a su hechura, una lógica capaz de sostenerlo y encauzarlo. Ha sido esta quizás, única, y primera regla que le ha ayudado a capear el entredicho siempre a mano de género menor en las letras. Eso y, claro, una prosa competente. Pocos de los grandes hacedores de universos fantásticos han sido capaces de ser incluidos en las laureadas listas de escritores, por sus estilos en sí, más que otra cosa. Pero no nos alejemos demasiado para no aburrir al lector que por otras cosas ha venido. Pero agregaremos, que las posibilidades que este género da son proporcionales al autor y su ingenio, su absoluta devoción a su obra, porque de allí parte el rico despliegue en detalles que dan cuerpo físico al asunto. Sin un buen amanuense pocas son las chances que realmente cobre vida el hechizo.

[REVIEW] Carta al Rey

¿Qué ha sido todo lo anterior? Pues un remedo, un tanto desprolijo admitiremos, de las características fundamentales de lograr, en nuestro caso, de que una historia enmarcada en el género nos suscite simpatía alguna. “The Letter for the King” la serie estrenada por Netflix, que se basa en la novela homónima de Tonke Dragt que no hemos leído cabe aclarar, es un ejemplo de cómo puede ser mal entendido el asunto. La firmeza del suelo en que caminan los personajes debe ser proporcional a sus aventuras e historias, o de lo contrario se hundirán en el pantano, rallentando la hazaña, menoscabando esa “suspensión de la incredulidad” que tanto atesora. Ahora, por debidas cuentas claras, nos referimos a una historia que entraría en “fantasía heroica” o “fantasía épica” particularmente, la serie creada por William Davies (How to Train Your Dragon) repetimos y puntualizamos.

The Letter for the King

Tiuri, de 16 años, hijo de un famoso caballero en el reino Dagonauta, que recibe un pedido desesperado de ayuda de un extraño que llama a la puerta de la capilla en la que se encuentra velando, suponemos, las armas con que se servirán en sus caballerescos propósitos. El camino del héroe sin interrupción alguna impacta no solo la vida de Tiuri, también la de sus compañeros y otros que cruzará en su camino, dando inicio a una aventura plagada de personajes. Redención para unos, caída para otros, la historia forja sin sutilezas ese tránsito que tan bien supo analizar Joseph Campbell.

El inconveniente comienza cuando la aventura se extiende y expande sin provecho de los elementos con que cuenta, haciendo excesivamente rocambolesca la trama. Sitios y personajes con que se tropiezan los protagonistas son puestos como hitos de cortas miras, puros ganchos que empujan la historia hacia adelante. Los algoritmos son en este caso una traba difícil de superar, y nadie tiene por queja la adecuación de las subtramas a los tiempos que corren, como bien supo hacerlo Príncipe de los dragones” (2018), pero aquí es forzado, tanto que esos giros argumentales quedan presos de los imbatibles Deus ex machina​ para lograr un desenlace. Se pierde entonces el recorrido del protagonista en un mar de acciones ajenas a su maduración como héroe.

[REVIEW] Carta al Rey

Sin embargo es entretenida para los niños, dirán muchos, a lo que responderemos que otras producciones como “El Cristal Encantado: La era de la resistencia” (2019) justamente son mejores porque no subestiman la comprensión de una saga que bajo el manto afable de una fantasía plantea al espectador tópicos interesantes como el valor en circunstancias esquivas, la difícil tarea de sostener el honor en un mundo que no lo contempla como atributo para medrar. El cinismo de George R. R. Martin, la idealización de J.R.R. Tolkien, la exploración del desarrollo moral en el paso de las edades humanas de Ursula K. Le Guin, tan siquiera la aventura pura y dura de Robert E. Howard han sabido construir mundos capaces, definidos y con leyes claras que al no acatarse se sufren las consecuencias. El camino del héroe está plagado de dolor, para una posterior redención, de muertes, para comprender el valor de la vida. El horror que hará verlo todo de otra manera al ser derrotado.

El largo ítem de guionistas de esta serie arrastra en sus escritos a los personajes por toda suerte de situaciones que no generan cambio alguno en ellos, siendo estos irritantes e insoportables la mayor parte del tiempo. La incapacidad de Tiuri (Amir Wilson), es forzada tanto y por tanto tiempo, que cuando realmente tiene una buena idea es un acto de magia tan pueril como sacar lo que sea de una galera. El coraje y espíritu de Lavinia (Ruby Ashbourne Serkis) destrozado por un giro de historia imposible, como es ese regreso y aparición de la nada en el final más anticlimático que he visto. Personajes que sobre explican, exponen y mueren o desaparecen sin razón. La fuerza de una historia está en las consecuencias de los actos, más aquí en esta fantasía Tolkiana de luchas fratricidas enmarcadas en el viejo y eterno enfrentamiento de la luz y la oscuridad. “No puede conseguirse ningún bien por falsos medios. Pues la sustancia de nuestra existencia no está en la consecución, sino en el método“, escribió Brandon Sanderson en “El camino de los reyes” (2010), como si de una clase de escritura se tratara. La falsa idea de que en la fantasía todo es posible sin consecuencia alguna es una temeridad que se paga con la suspensión de la incredulidad, alejando al espectador del drama.

Ya dejaremos al pobre Tiuri y sus hazañas en paz, una vez que siendo justo mencionemos la dedicada producción puesta en la serie, la esmerada construcción, aunque despareja y arbitraria, de los sets. No mucho más. Con “Carta al Rey” los niños seguro se entretengan en estos tiempos agitados de encierro y cuarentena, pero no exijan mucho más, porque no lo hay.


[REVIEW] Carta al Rey

Título: Carta al Rey (The Letter for the King – 2020)

Dirección: Alex Holmes, Charles Martin, Felix Thompson

Guion: Harry Cripps, Stacey Gregg, Rose Heiney, Joy C. Mitchell, William Davies (Libro: Tonke Dragt)

Reparto: David Wenham, Islam Bouakkaz, Jack Barton, Ruby Ashbourne Serkis, Jonah Lees, Tawfeek Barhom, Ken Nwosu, Amir Wilson, James Beaumont, Gijs Blom, Emilie Cocquerel, Omid Djalili, Peter Ferdinando, Thady Graham, Kemi-Bo Jacobs, Jóhannes Haukur Jóhannesson, Lisa Loven, Tom Lawrence, Jakob Oftebro, Nathanael Saleh, Yorick Van Wageningen, David Wilmot, Kim Bodnia

Narra la aventura de Tiuri, un joven en vísperas de convertirse en caballero, para cumplir una promesa. El chico debe entregar una carta secreta al rey de la que depende el destino de todo el reino.

Acerca de Marco Guillén 4274 Articles
Aguanto los trapos a Jordi Savall. Leo ciencia ficción hasta durmiendo y sé que la fantasía es un camino de ida del que ya no tengo retorno.

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