[REVIEW] A tres metros sobre el cielo: Olvídense de Hache y Babi

11 de mayo de 2020 Gimena Meilinger Netflix, Reviews 0

Una ¿adaptación? aburrida que no logra construir la emoción necesaria para lograr algo memorable. Poco queda de los protagonistas y la historia original en esta nueva serie de Netflix.

Por @Gimei18

En medio del aislamiento, Netflix apareció con otra de sus novedades; esta vez, un vistazo a las playas soleadas del Mar Adriático a través de la serie “A tres metros sobre el cielo”, que nada tiene que ver con aquella película española homónima que causó furor en 2010. Muchos habrán sido los que, al ver que la plataforma de streaming anunciaba este estreno, se emocionaron con la ilusión de volver a ver esa historia que enamoró hace una década. ¿Volvieron Hache y Babi? La respuesta es no.

Poco queda de los protagonistas y de su historia en esta serie de 8 capítulos. La apuesta a priori es fuerte y segura: una nueva adaptación de las novelas de Federico Moccia que triunfaron a principios de los 2000 y que reventaron la taquilla mundial con su salto al cine de la mano de Mario Casas y María Valverde en 2010. Pero, aunque la sinopsis dice estar inspirado en la popular novela e incluso recibe el mismo título, al menos acá en Argentina (Summertime es el título original), no es nada parecido al best-seller italiano o a la película española. Así que olvídense de Hache y Babi.

El joven rebelde y la chica bien se dejaban llevar por la pasión arrolladora y eso les terminaba cambiando la vida. Bueno, ahora desaparece todo eso, porque esta nueva serie conserva más bien poco del argumento original. El foco se traslada a una zona turística italiana. Allí, en medio de una fiesta con piscina, se conocen Ale y Summer, 2 jóvenes con poco en común que se enamoraran. Y eso es todo el paralelismo que se puede trazar con la novela de Moccia, además que Ale anda en moto. Más que una adaptación, es una reinterpretación de lo que en su día escribió el conocido autor italiano, que no tiene nada de malo, más allá de generar unas expectativas que no están ni cerca de cumplirse.

Summer (Rebecca Coco Edogamhe) vive con su madre y su hermana pequeña (que también lo es en la vida real), Blue (Alice Ann Edogamhe). Ale (Ludovico Tersigni) es un reconocido campeón de motocicleta que tuvo que pausar su carrera por un accidente. Ale y Summer, 2 jóvenes de mundos diferentes, se enamoran desde el primer episodio. No se sabe ni cómo ni porqué pero el caso es que sí. Mientras la historia de los protagonistas se cocina muy lentamente, surgen ciertas subtramas donde se tocan temas como el amor, el desamor, el descubrimiento o la identidad sexual.

En pueblos de la zona del Mar Adriático, se hizo un casting de más de 2000 personas, donde fueron seleccionados los debutantes Coco Rebecca Edogamhe, Amanda Campana, Giovanni Maini y Alicia Ann Edogamhe para integrarse al reparto. El personaje mejor trabajado es el de Sofia (Amanda Campana), una novedad con respecto a la historia original y un acierto por lo que aporta la propia actriz, que destaca sobre el resto del grupo, haciendo buena dupla con Dario (Andrea Lattanzi).

La combinación de música clásica italiana con títulos modernos está bien como gancho, sumado a la estética de los planos en la playa y los atardeceres, ayudan a trasmitir la alegría del amor estival. Sin duda, lo mejor de la serie es la fotografía y las locaciones, dan ganas de estar en la playa, o será que en pleno aislamiento, no hacía falta mucho esfuerzo para que queramos trasladarnos a otro sitio.

El contenido, la mayor parte del tiempo, no es coherente. Pareciera que debieron hacer recortes porque se excedían en metraje, o tan solo quizás un guion mal escrito, pero hay situaciones que pecan de absurdas, deseando no haber visto aquello que acaba de pasar. La historia que surge entre Summer y Ale es bonita, pero no es nada que no se haya visto antes en ficción. Su relación pide a gritos un poco de acción para que no se haga tan duro ver los 8 capítulos de esta primer temporada.

A tres metros sobre el cielo (2020) es una más de las tantas series de adolescentes de Netflix, pero con el peso de venderse a sí misma como una adaptación de un best-seller italiano y una película española récord en taquilla. Es aburrida y no hay reinterpretación que le gane a ello. Definitivamente los fanáticos de Hache y Babi se sentirán ofendidos.