[REVIEW] Dirty John: Betty – Hasta que la muerte nos separe

Esta 2° temporada de la antología true crime con Christian Slater y Amanda Peet como protagonistas, fue emitida por la cadena USA Network y Netflix la estrenó, este agosto, en Latinoamérica.

Por @Gimei18

Tras el éxito de Dirty John (2018), la cadena Bravo convirtió la miniserie en una antología y anunció una segunda temporada, no relacionada con el aterrador caso anterior, aunque también se basa en una historia de amor real que termina en tragedia. Hay crímenes que se vuelven mediáticos y pasan a la historia. Y Estados Unidos es una mina de oro en cuanto a la mediatización de los casos judiciales. En particular Betty Broderick tuvo un telefilme en 1992 y cuatro libros dedicados. Además, la propia protagonista dio entrevistas en varios programas durante el juicio, entre ellas, en El show de Oprah Winfrey.

Los 8 nuevos episodios se centran en Betty Broderick, una mujer que llega a su propio límite y en 1989 fue condenada por matar a su ex esposo Daniel y su segunda esposa Linda Kolkena. Betty (Amanda Peet) y Daniel Broderick (Christian Slater) se conocieron estando todavía en la facultad. Ella estudiaba para convertirse en maestra, él iba a ser un reconocido médico. Una historia con todos los ingredientes para llamar la atención: idilio, amor, sacrificio, proyectos, celos, furia y crimen. Betty se entrega por completo a su marido Daniel, quien al alcanzar el éxito, se va con su secretaria, desatando furia en Betty.

Si bien la primera temporada había sido más artificial y ambiciosa, esta nueva entrega es más pequeña, menos pretenciosa y con un mejor resultado. Continúa con el tema de las relaciones tóxicas pero ahora lo hace desde un lugar más común. Solo se necesita ver el primer episodio de esta nueva temporada para darse cuenta del salto de calidad que supone esta nueva entrega. Por otro lado, el giro en el principio provoca que uno quiera averiguar cómo se ha llegado hasta allí, lo que hace que la serie se vuelva completamente adictiva. La historia de Betty se ha visto mil veces, en la pantalla y en la vida real: mujeres que pausan su vida para que su marido triunfe; con el paso de los años, el marido pierde el interés en ella y la deja sin nada.

Después de años de sacrificio apoyando a su marido en sus estudios, Betty vio cómo Dan irrumpió en la comunidad legal de San Diego como un famoso abogado. La llegada de una nueva y joven ayudante al despacho de Dan será el precursor de la locura de Betty que empieza a sospechar de todo.

Aunque vive idealizando a su esposo ya nada es lo igual; no le conviene separarse porque, después de tanto esfuerzo y tantos hijos, ella está utilizando a Dan para mantener una comodidad, un nivel de vida y la apariencia de felicidad. Las sospechas de Betty no eran infundadas y, luego de la separación, Dan intenta varias veces hacerle ver a todos que ella está loca. A pesar de todo, nadie esperaba que esta historia terminara de manera trágica.

Si algo hay que agradecer a esta segunda parte, es que no hay muchos personajes ni historias secundarias. Todo se centra en el matrimonio Broderick. Para ello, Amanda Peet, como Betty, se carga todo el peso de la historia con su arco de transformación de la esposa “perfecta”, feliz con su familia y orgullosa de su marido, a la trastornada por el calvario que vive hasta su desenlace fatal. Con flashbacks, en lo que lo no tan lejanos en el tiempo los representa ella misma, Peet muestra todas las caras de una mujer que vive ese tormento. Christian Slater también está maravillosamente aterrorizador en su transformación.

La serie salta constantemente del pasado al presente, reforzando la empatía que se puede sentir por Betty. Son pequeños datos que van formando la respuesta a la desconcertante pregunta ¿Cómo es posible llegar al doble homicidio? Cuando uno empieza una relación amorosa, lo hace con la ilusión de Betty, por ello es difícil en un comienzo poder inferir el motivo por el que se llega al desamor, la violencia y el crimen, aunque cada vez el panorama sea menos alentador. El testimonio del psicólogo en el juicio lo deja todo mucho más claro.

Esta segunda temporada es difícil de ver, aún más que la primera, sobre todo por el cambio de sentimientos y paradigmas de una pareja que parecía tenerlo todo. Incómoda muestra sin filtros la decadencia y locura que puede desatar la pérdida de control. Cada uno debe sacar sus propias conclusiones respecto de lo que ve. Es una muy buena opción para reflexionar sobre los vínculos tóxicos y saber cuándo decir basta.

¿TENDRÁ TEMPORADA 3? Por ahora, ni USA NetWork ni Netflix han confirmado una siguiente temporada, sin embargo, debido a que la segunda entrega obtuvo incluso más aceptación que la primera, es posible que el proyecta continúe. Al decidirse por ser una antología, puede adaptar la historia de cualquier otro crimen para su próxima entrega. Debido al Covid-19 y a que se tomaron su tiempo entre una temporada y otra, si renuevan “Dirty John” para una tercera temporada lo más probable es que los nuevos episodios no lleguen hasta el 2022.

---

Título original: Dirty John: The Betty Broderick Story

Dirección: Alexandra Cunningham (Creador), Maggie Kiley, Kat Candler, Shannon Kohli, Meera Menon

Guion: Alexandra Cunningham, Christopher Goffard, Sinead Daly, Kevin J. Hynes, Diana Son, Evan Wright, Lex Edness

Reparto: Amanda Peet, Christian Slater, Rachel Keller, Missi Pyle, Tiera Skovbye, Andy Buckley, Kelly Sullivan, Lily Donoghue, Jules Willcox, Cameron Crovetti, Lena Georgas, John O’Brien, Jeff Marlow, Andrew Lukich, Olivia Grace Applegate, Spencer Garrett, Trevor Black, Catherine Carlen, Greg Cromer, Crista Flanagan, Alexander Kanellakos, Louis Herthum, Emily Peck, Debbie Pollack, Romi Dias, Graham Sibley

Miniserie de 8 episodios.

Betty Broderick (Amanda Peet) es una perfecta ama de casa del sur de California que entrega su vida a su marido para que consiga desarrollar su carrera como abogado. Pero cuando este por fin consigue destacar en la escena judicial de San Diego, contrata a una joven llamada Linda por la que terminaría dejando a su mujer. Y todo ello desembocaría en un doble homicidio.