[REVIEW] Mulán: ¿Quién logra distinguir la liebre del conejo?

“No hay un hijo mayor para el padre,
un hermano mayor que Mulán”
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Huā Mùlán – Poema anónimo – S. VI

Por @mauvais1

La leyenda de “Hua Mulan”, quizás tan popular como “Viaje al Oeste” y su protagonista el Rey Mono, conquistó a occidente con la estupenda adaptación que escribieron Rita Hsiao, Chris Sanders, Philip Lazebnik y Raymond Singer en 1998 para la compañía del ratoncito. Una aventura sobre una joven mujer capaz de romper con los códigos establecidos, en pos de, paradójicamente, conmemorar el honor de la familia. Las aventuras de Mulán, de aquel film, la llevaron a convertirse de muchas maneras no solo en una nueva heroína de Disney, sino también en un paradigma, con el tiempo y los cambios culturales, de la liberación femenina.

Que la misma casa, Disney, la incluyera en su reciente saga de adaptaciones al live-action de sus clásicos animados, implicaba que era solo cuestión de encontrar la manera acertada. Mucho ha cambiado en general aunque no en particular al tema, nos repetimos, el pensamiento sobre el sitio de la mujer en la sociedad, como también el respeto por la diversidad cultural y étnica, y eso es patente aquí más que nunca. El poema tradicional de la joven guerrera, el original, concluía entonces (y a pesar de los estereotipos sobre lo masculino y femenino que tengamos de la época en que fue escrito y leído) con una reflexión sobre lo imposible de distinguir una liebre y un conejo cuando ambos corren; sosteniendo, suponemos, que en la persecución de una causa justa, ambos (hombre y mujer) son iguales.

De hecho, el film que dirige Niki Caro y escriben Rick Jaffa y Amanda Silver, Elizabeth Martin y Lauren Hynek, comienza justamente mostrando al espectador el dócil y metafórico final del poema, augurando no solo el respeto por la tradición original de la leyenda, sino que también la transformación de la joven en la guerrera que no se diferenciará en nada con sus camaradas. Tal vez en el afán de potenciar el mensaje, redoblen algo burdamente la exposición, valiéndose de ella como un super soldado alimentado por el correcto balanceo del Chi () como si esto fuera Star Wars, pero que a la postre no quita lustre a una historia que bien sintetiza la moraleja.

Seremos sinceros, desde Zhāng Yìmóu, Ang Lee y Wang Quan’an, por nombrar solo algunos, que los dramas históricos o de época chinos, conocido como género “Wuxia”, nos han parecido una rara avis que en occidente no han funcionado y menos aún han sabido adaptar. Tomemos por ejemplo a The Great Wall (2016) del mismo Zhang Yimou, que francamente es horrendo para más INRI, y el lector rápidamente entenderá nuestra renuencia al comenzar la película y la sensación, de que aún pareciéndonos acertada en muchos aspectos, parece una copia algo deslucida de lo orgánico que pueden resultar dichos filmes.

Pero en definitiva, la adaptación con actores reales que encara Niki Caro es de las mejores que ha alentado el estudio, y si cierto temor a ser irrespetuosos se advierte en algunos pasajes, resultan más obvios en las caracterizaciones de los personajes y las pocas facetas que muestran, que en la eventual masividad de su relato. La simpleza que tanto la aqueja en su trama no es el problema aquí, pues nace de una historia que no en mucho más se pronuncia, puesto que el poema es lírico, y por lo tanto invita más a una reflexión sobre su contenido que uno épico cargado de hazañas de héroes.

Hua Mulan es una historia de realización y rompimiento de cánones, de empoderamiento, según la mirada actual, y más aún del descubrimiento del verdadero valor que poseemos, de lo que somos capaces abrazando la verdad de nuestra naturaleza y elección y el honor que se gana a fuerza de coraje, de dominar los propios prejuicios y derrotar con el ejemplo los ajenos. De alguna manera, Mulan habla a las generaciones actuales, desde aquel lejano siglo VI y la visión del film, sobre el honor de ser uno, de la libertad que da sentirlo.

No queriendo repetirnos, pero es la única manera de acentuar que hallamos, es la superficial construcción de los personajes la que no logra realmente dotar de una mayor profundidad en la epopeya que finalmente desea mostrar. Ciertamente es un lastre, y aún contando con Donnie Yen (Ip Man – 2008), Jet Li (Hero – 2002), Li Gong (Curse of the Golden Flower – 2006), Tzi Ma (Tigertail – 2020), Jason Scott Lee (Dragon: The Bruce Lee Story – 1993) y la misma Liu Yifei (The Assassins – 2012), que no solo son capaces de admirables acrobacias, sino también de proporcionar profundidad a sus personajes, algo que ya han demostrado en los films mencionados.

Mulán, o tal vez solo “Mulan”, es una aventura ágil que cumple con su propósito a medio camino entre la reinterpretación moderna y la justa deferencia a la cultura que la protagoniza y que de alguna manera esto la reciente y estriñe. Quizás al quitar a Mushu (el dragón protector de la joven en el film animado) debieron prescindir del fantástico en su totalidad, aunque no quizás de su antagonista femenina (la bruja Xianniang), que sí funciona como espejo dolido y furioso de una poderosa y aguerrida feminidad temida y odiada. No es la contrafigura, es la inútil magia que posee que hasta estorba el desarrollo del drama entre ambas.

No es sorprendente el esmero en la producción, con que Disney y sus remakes nos tienen habituados, pero igualmente vuelve a destacarse por sobre otras consideraciones técnicas, claramente basada en el periodo histórico de la dinastía Tang (S. V al VIII aprox.). El diseño de vestuario y escenografía es magnífico, con Grant Major en el diseño de producción y Bina Daigeler en el vestuario.

Mulán es una entrega más de la gigantesca recreación de clásicos animados que el estudio lleva a cabo, y es posible que esa expendedora de películas haya perdido la originalidad de cada una, pero sí es cierto que es capaz de continuar entregando entretenidas historias que bien se ajustan a los tiempos que vivimos y sentimos, sin equivocar un paso. Queda al querido lector la oportunidad de ver esto como algo positivo o no.

“Las patas del conejo saltan más,
los ojos de la hembra son algo más pequeños,
más cuando ves un par corriendo por el campo,
¿quién logra distinguir la liebre del conejo?”

Huā Mùlán – Poema anónimo – S. VI

Título: Mulan

Dirección: Niki Caro.

Guion: Rick Jaffa, Amanda Silver, Lauren Hynek, Elizabeth Martin.

Música: Harry Gregson-Williams.

Fotografía: Mandy Walker.

Reparto: Liu Yifei, Donnie Yen, Gong Li, Jet Li, Jason Scott Lee, Rosalind Chao, Utkarsh Ambudkar, Tzi Ma, Yoson An, Doua Moua, Jimmy Wong, Ron Yuan, Chen Tang, Roger Yuan, Cheng Pei-Pei, Xana Tang, Nelson Lee, Jen Sung, Arka Das, Jenson Cheng, Chum Ehelepola, King Lau, Kenneth De Abrew, R.J. O’Young, Owen Kwong.

Narra la historia de Mulán, una intrépida joven lo arriesga todo por amor a su familia y a su país hasta convertirse en una de las mayores guerreras de la historia de China. Cuando el emperador de China decreta que un hombre de cada familia debe servir en el Ejército Imperial para defender al país de los invasores del norte, Hua Mulán, la hija mayor de un condecorado guerrero, decide ocupar el lugar de su padre enfermo. Haciéndose pasar por un hombre, Hua Jun, se enfrenta a constantes desafíos y deberá aprender a canalizar su fuerza interior y a aceptar su verdadero potencial. Un viaje épico que la convertirá en una reconocida guerrera y le permitirá ganarse el respeto de una nación agradecida… y de un padre orgulloso.

Acerca de Marco Guillén 4334 Articles
Aguanto los trapos a Jordi Savall. Leo ciencia ficción hasta durmiendo y sé que la fantasía es un camino de ida del que ya no tengo retorno.

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