Como parece ser la preferencia de Ghibli, otra vez la historia ocurre en el cielo y a gran velocidad, de la mano de un avión rojo y su piloto, un cerdo.

Por @Caty90

Porco Rosso (1992) es la historia de un piloto que se gana la vida como un mercenario aéreo, defendiendo barcos y otros de “piratas del aire”, que utilizan su ventaja para desvalijar cruceros y barcos de pasajeros que se atrevan a moverse a través del Mar Adriático. En tono con la ubicación de la historia, el nombre del film se nos presenta en Italiano y significa, literalmente, el Cerdo Rojo, en relación a nuestro personaje principal, Marco, un ex piloto militar que por culpa de un hechizo, es ahora un cerdo antropomórfico. O sea, un cerdo que se ve y se mueve como si fuera un humano.

Es así que el film comienza con nuestro “héroe” descansando en su playa cuando recibe un pedido de auxilio, ya que unos piratas atacaron un barco de turistas en el cual viajaba un grupo de nenas de primaria, quienes fueron secuestradas. Aunque como suele ser con Ghibli, las niñas muy preocupadas que digamos no están y los piratas lejos están de ser los temidos forajidos que nos imaginamos con el uso de la palabra.

A pesar de la nota nostálgica que algunas escenas presentan, como cuando Marco cena con Gina al principio y se entera de que al fin encontraron el avión del desaparecido tercer marido de ella, en general la historia mantiene una nota más alegre y simpática, similar a la atmósfera de Mi Vecino Totoro (1988) que a The Wind Rises (2013).

Nuestro inusual protagonista resulta carismático e irónicamente moralista, para alguien que huye del Ejército Italiano. A pesar de que no es algo que sepamos directamente, es obvio que la razón por la cual “desertó” tuvo mucho que ver con las acciones y la dirección que el país está tomando luego de la guerra.

Y aunque el personaje principal es masculino, los personajes femeninos que tanto amamos de Ghibli están a la orden del día, ya sean las nenas secuestradas al principio del film (que uno juraría se fueron de excursión con los piratas), Gina, cantante en un hotel del Adriático y popular en todo el mundo, que los mantiene a todos a raya con una elegancia irrepetible, las mujeres de la familia Piccolo, que llegan y toman el taller de aviación por completo, o Fio, la joven que le demuestra a Marco su talento en una noche y diseña la nueva versión de su avión con 17 años.

Cuando uno ve que es un film de Ghibli, un film de Miyazaki, hay ciertas expectativas que uno se crea: paisajes asombrosos, personajes atractivos, paseos por el aire (porque no importa cuál es el film en particular que estemos viendo, todos parecen pasear por el aire de una forma u otra, con máquinas o magia es indistinto, el ser humano debe volar, parece ser, en estos mundos) y una historia atrapante.

El cielo es el límite y es muy interesante el punto de vista que Marco nos da sobre el lugar al que llegan los aviadores cuando caen al fin y como él siente que quizá no merece ese final, sino no seguiría aquí. De manera sutil, se trata la pérdida en el film, ya sea de la mano de Gina y sus tres maridos muertos, del cual obtiene confirmación a minutos de empezada la historia, o a través de los recuerdos de nuestro héroe, que parece no haber podido dejar las pérdidas atrás.

Porco Rosso cumple con todo y más, con una historia atrapante, paisajes dignos de un cuento y magia (que a pesar de que no es literal en esta historia, la magia de como cuentan sus historias Miyazaki siempre está presente). Más corto que la generalidad de los films de Ghibli, Porco Rosso demuestra que no importa el largo de una película para contar una gran historia.

PUNTAJE: 7.5/10

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Título: Porco Rosso (Kurenai no buta aka – 1992)

Dirección: Hayao Miyazaki.

Guion: Hayao Miyazaki.

Música: Joe Hisaishi.

Periodo de entreguerras. Porco es un cerdo aviador que frustra todos los actos de piratería perpetrados por los piratas aéreos del Adriático. Éstos, decididos a acabar con el valiente y hábil aviador, se ponen de acuerdo para contratar a un aventurero americano cuya misión será eliminarlo.