
Aaron Sorkin nos trae, en su segundo largometraje como director, una historia basada en hechos reales que sirve como plataforma para el lucimiento de sus actores y de las fortalezas del mismo Sorkin como guionista. Un relato que combina el comentario político sobre administraciones pasadas para vincularlas con el actual gobierno norteamericano.
Por @martog23
La escena política norteamericana es un volcán en erupción. Pronto se vienen las elecciones y crece el descontento general de las minorías y otros sectores de la población sobre el actual presidente Trump y sus ideales de derecha que a veces ponen de manifiesto la discriminación y la intolerancia imperante en la sociedad.
Es por ello, que últimamente hemos visto gran cantidad de películas que dialogan con esta situación utilizando ya sea contextos actuales o, en algunos casos, algunos eventos del pasado que se relacionan directamente con el presente.
Por poner un ejemplo reciente que también viene de la mano de Netflix, productora de esta película, tenemos el último trabajo de Spike Lee, Da 5 Bloods (2020), que tomaba el marco de la guerra de Vietnam para hacer una bajada de línea para nada sutil sobre el gobierno actual. The Trial of the Chicago 7 resulta bastante más sutil y hábil narrativamente que la película de Spike Lee y se centra en un hecho real se dio a finales de la década de los ’60 con uno de los juicios más populares de la historia de los Estados Unidos.
El largometraje se centra alrededor de los 7 individuos del título (mejor dicho, en ocho, pero ahora lo aclararemos) que fueron juzgados tras ser acusados de conspirar en contra de la seguridad nacional.
Tom Hayden (Eddie Redmayne), Rennie Davis (Alex Sharp), Abbie Hoffman (Sacha Baron Cohen), Jerry Rubin (Jeremy Strong), David Dellinger (John Carroll Lynch), John Froines (Danny Flaherty) y Lee Weiner (Noah Robbins) representan a distintos sectores de la izquierda que en los ’60 marchaban y protestaban en contra de la guerra de Vietnam. El problema es que estos líderes fueron a marchar a Chicago durante la Convención Nacional del Partido Demócrata de 1968 donde terminaron enfrentándose con la policía en lo que fue un episodio violento y lleno de sangre que terminó con decenas de heridos.
Al año siguiente, luego de que las elecciones fueron ganadas por el partido republicano con Richard Nixon siendo el presidente electo, y a pesar de que se decía que la policía había comenzado reprimiendo a los manifestantes, Richard Schultz (Joseph Gordon Levitt) es el fiscal elegido para llevar a juicio a estos 7 jóvenes progresistas que fueron acusados de conspiración. A ellos se le suma Bobby Seale (Yahya Abdul-Mateen II), líder de las Panteras Negras que poco tuvo que ver con los eventos pero que igualmente fue llevado a juicio y sentenciado a 5 años de prisión.
Este drama judicial o courtroom drama no solo representa un film interesante, bien escrito y repleto de diálogos ingeniosos a los cuales ya nos tiene acostumbrado Sorkin hace tiempo tanto en sus trabajos para cine como The Social Network, Steve Jobs, Moneyball y Molly’s Game así como también en sus trabajos para televisión como The West Wing; sino que además resulta ser bastante entretenido y atrapante. La historia va mezclando el juicio con pequeños flashbacks distribuidos equilibradamente a lo largo del film que nos van revelando detalles vitales para el avance de la trama de una forma bastante inspirada e ingeniosa.
A todo esto le tenemos que sumar el gran trabajo actoral del elenco donde se destacan cada uno de sus integrantes pero especialmente Baron Cohen, que además aporta su cuota de humor al relato, y un implacable Frank Langella en una interpretación deslumbrante. Mark Rylance, Michael Keaton y Ben Shenkman también brindan tres composiciones acertadas en sus roles secundarios.
Por otra parte, la implementación de imágenes de archivo que hace el director permite que el espectador se sitúe en la época al mismo tiempo que le imprime un plus de veracidad a la obra que resulta ser acertado.
Sorkin demuestra ser un director hábil para llevar adelante un relato con una gran cantidad de personajes y, a su vez, darle el tiempo de exposición suficiente a cada uno, junto con sus motivaciones y psicologías. Si a eso le sumamos su excepcional trabajo de guion repleto de inteligencia como es habitual en él, unos hechos reales bastante atractivos y una relevancia actual que se vincula directamente con el presente marco político estadounidense, tenemos no solo una fórmula infalible sino una de las películas más interesantes del año.
PUNTAJE: 9/10
Título original: The Trial of the Chicago 7
Dirección: Aaron Sorkin
Guion: Aaron Sorkin
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Phedon Papamichael
Elenco: Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen, Joseph Gordon-Levitt, Mark Rylance, Frank Langella, Michael Keaton, Jeremy Strong, John Carroll Lynch, Alex Sharp, Yahya Abdul-Mateen II, Ben Shenkman, J.C. MacKenzie,
Productora: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Amblin Partners, Paramount Pictures, Cross Creek Pictures, Marc Platt Productions, Reliance Entertainment, DreamWorks SKG, MadRiver Pictures, ShivHans Pictures.
Distribuida por Netflix
En 1969 se celebró uno de los juicios más populares de la Historia de Estados Unidos, en el que siete individuos fueron juzgados tras ser acusados de conspirar en contra de la seguridad nacional. Este hecho traería una serie de conflictos sociales (manifestaciones, movimientos ciudadanos) que pasarían a la posteridad en una época de grandes cambios en todos los niveles del pueblo norteamericano.
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