
Un empleado bancario de un pueblito vive la aventura de su vida cuando una misteriosa mujer le pide unirse a los criminales más buscados por la Interpol para robar cajas fuertes de máxima seguridad.
Por @mauvais1
A pesar de mis prejuicios sobre este spin-off (no soy uno de los entusiastas del film de Zack Snyder en particular), la película dirigida y protagonizada por Matthias Schweighöfer tiene su encanto.
Por comenzar, más allá de desarrollarse en el universo zombie, la historia se enfoca en los robos del equipo liderado por Gwendoline (Nathalie Emmanuel). Una suerte de «heist film», en el sentido más clásico del género, que inmediatamente recordará a directores como Guy Ritchie, principalmente por películas cómo RocknRolla (2008). Y nos referimos al espíritu lúdico con que se encaran las historias y se construye una serie de personajes interesantes, más por lo que el espectador ve que por lo profundo de su construcción psicológica.
La aventura, escrita por Shay Hatten (John Wick: Chapter 3, 4 y 5; Army of the Dead), es decididamente una comedia de introducción a los personajes que ya conocemos, y a la vez una historia independiente que genera adrenalina e intriga. Todo adornado con una historia de amor, quizás no de romance entre ladrones como suele acostumbrarse, pero sí sobre el ritual que los une: la emoción que es para ellos quebrar la seguridad de las legendarias cajas fuertes de Hans Wagner.
De hecho, desde el comienzo el romance entre el ingeniero de las cajas, su tristeza y el novato roba bancos es la historia a desarrollar. Sebastian Schlencht-Wohnert alias Dieter, pasa de pequeño paria a joven huérfano sabiendo cuál es su habilidad, una que lo aleja del resto y lo convierte en un solitario nerd de las cajas fuertes, reflejo del anciano solitario que dio su mejor trabajo para luego desaparecer de la historia de la manera más dramática y romántica que pueda ocurrírsenos y que en el futuro Dieter repetirá.
Es una historia cíclica sobre la finalidad en la vida, esa que uno desea enfrentada a la que le es impuesta. Y tiene su encanto cómo este asustadizo aprendiz se ve impelido por su deseo de cambio, por el amor de una mujer que fue capaz de dárselo.
Ciertamente el tono de comedia, casi payasesco por momentos, ayuda a que la aventura de trama sencilla sea entretenida, y que los momentos dramáticos, gracias a performance de Matthias Schweighöfer en particular, y su química con Nathalie Emmanuel, funcionen los suficiente como para ser interesantes en el proceso. Schweighöfer muestra también ser capaz de narrar una historia con ritmo, con inteligentes y elegantes escenas donde lucen tanto las locaciones como el resto del elenco, que a decir verdad no aportan a la trama más que ser los motores de las secuencias.
En definitiva, El ejército de los ladrones resulta ser una película divertida sin mucho más para ofrecer, pero que tampoco lo necesita. Y uno no deja de pensar que si este film se hubiese estrenado primero que El ejército de los muertos, esto podría haber generado más simpatía con el final de Ludwig Dieter, sin lugar a dudas.
Título: El ejercito de los ladrones (Army of Thieves – 2021)
Dirección: Matthias Schweighöfer.
Guion: Shay Hatten.
Reparto: Matthias Schweighöfer, Nathalie Emmanuel, Ruby O. Fee, Stuart Martin, Guz Khan, Jonathan Cohen, Noémie Nakai.
Productora: Pantaleon Films, The Stone Quarry, Film United.
Distribuidora: Netflix.
En esta precuela de «El ejército de los muertos», de Zack Snyder, un empleado bancario de un pueblito vive la aventura de su vida cuando una misteriosa mujer le pide unirse a los criminales más buscados por la Interpol para robar cajas fuertes de máxima seguridad.
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