
Un documental aterriza para contarnos la historia de la cantante y compositora salteña Sara Mamani. Dirigido por Susana Moreira, la obra es un recorrido por las diferentes etapas de la artista, caracterizadas por su constante lucha por los derechos humanos y su amor por la música y su tierra.
Por @RoochiiCesped
Sara Mamani, el nombre resiste es un nuevo documental argentino que nos relata la leyenda de Sara y cómo se convirtió en una artista, feminista y militante por los derechos humanos. La dirección estuvo a cargo de Susana Moreira, mientras que el guion y la producción estuvieron en manos del cineasta Miguel Mirra, quien anteriormente estuvo detrás de Darío Santillán, la dignidad rebelde (2012) y Hombres de barro (1998).
Con su estreno en el Cine Gamount, el filme es un claro homenaje a la cantante. Mediante los archivos en forma de entrevistas podemos apreciar lo que fue haciendo a lo largo de su vida. El documental es una línea de tiempo que va al pasado y vuelve al presente: es un viaje musicalizado por Mamani, cuya melodía y letra atraviesan la pantalla grande.
En primer lugar, la mezcla entre los materiales de archivo y la cámara que acompañaba a la Sara de hoy, funcionan como evidencia para entender su compromiso social. Si la directora buscaba realizar un homenaje, el documental lo es ya que nos convertimos en expertos de la obra y vivencias de la protagonista. Como recurso para seguir en esa línea temporal se mostró, de manera cronológica, la discografía de la cantante y el “detrás de escenas” de cada álbum. Esto es imprescindible ya que nos empapamos aún más de los sueños que persigue Sara, sus convicciones y sentimientos.
En segundo lugar, la elección de contar esta historia es clave aún más en estos tiempos. Esto se debe a que estamos viviendo en un contexto donde se está logrando el reconocimiento de la mujer gracias a la lucha del feminismo. La idea de mostrarnos un filme dedicado a Mamani es una prueba de que hay mujeres que no son tan conocidas, pero que dedicaron su vida a la música e igualdad de género.
Las escenas de las reuniones de la compositora nos convierten en partícipes, hasta entablar una relación de amistad con ella. Así también, poder presenciar los rituales -como su visita a las comadres- nos vincula con las costumbres del norte de nuestro país y, así, comprender lo que es el “carnavalito” para Sara. Agregando, la musicalización de todo el filme está a cargo -por supuesto- de Mamani; por lo que, nos adentramos de lleno en sus letras y su música.
Sara Mamani, el nombre resiste es exponer a una leyenda que no fue tan visibilizada ya sea por su tono de piel, por su género o por su origen. Tal como cuenta la cantante, desde chiquita sufría discriminación por ser una “negrita” en el colegio. La obra de Moreira es una celebración a una artista que agarró una guitarra para conquistar nuevos derechos. Una mujer siempre tuvo presente el significado social de sus canciones y la importancia de visibilizar a aquellas voces que están detrás de las sombras en forma de estigmatización.
El filme nacional es ponernos de frente que existen historias de vida más allá de Capital Federal y Buenos Aires. Que con la música se pueden lograr grandes cambios sociales y la importancia de reivindicar y conocer y reconocer otras costumbres. Sara Mamani es la personificación de una soñadora que desde siempre tuvo en claro su propósito y que se enfrentó a una sociedad patriarcal. Una sociedad que margina a la mujer indígena: a la “negrita” que toca folklore.
PUNTAJE: 7.5/10
Título: Sara Mamani, el nombre resiste
País: Argentina.
Año: 2021.
Directora: Susana Moreira.
Guion: Miguel Mirra.
Fotografía: Damián Barrera.
Edición: Miguel Mirra.
Música: Sara Mamani.
La realizadora acompaña a Sara Mamani a su ciudad natal, Salta, y recorre con ella los lugares de infancia y adolescencia y sus inicios en la música con el Cuchi Leguizamón.
En su casa de Buenos Aires, donde reside desde hace muchos años, Sara cuenta su trayectoria musical, alternando material de archivo de sus presentaciones, incluida la que realizara con Jaime Torres.
Con testimonios de Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz) y Norita Cortiñas transitamos su trabajo en defensa y promoción de los Derechos Humanos.
Para concluir, Sara viaja a Jujuy, a participar del carnaval de Tilcara una vez más, como lo ha hecho durante tantos años, una fiesta popular que nutre su palabra y su música.
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