
Tras 36 años, Tom Cruise vuelve a interpretar a Pete “Maverick” Mitchell y nos trae la portentosa experiencia audiovisual que pedíamos y el íntimo desarrollo de personaje que necesitábamos.
Por: Nahuel Arturo
Tras varios retrasos, recordemos que originalmente estaba anunciada para mediados de 2020, pudimos ver en cines la tan ansiada secuela de Top Gun (1986). La película dirigida por Tony Scott había causado un gran furor en los años ochenta. La historia de un piloto superheroico, aquel capaz de las más grandes hazañas mientras coqueteaba con mujeres y se ganaba lentamente el respeto de sus compañeros de equipo, iba acompañado de una banda sonora que quedaría en la mente de cada persona que presenciara la película en cines.
De esta manera la canción “Take My Breath Away” del grupo Berlín y las osadas maniobras de acción filmadas en aviones que llevaban al límite toda capacidad de dirección y uso de efectos especiales vistos para la época, consiguieron que Top Gun se convirtiera en la película más taquillera de 1986, que fuese la ganadora al Óscar a mejor canción original, así como nominada a mejor sonido y montaje. Pero, quizás lo más importante, fue la creación de un nicho de fanáticos que se mantiene a día de hoy y que podrá disfrutar de esta nueva versión tras más de tres décadas de espera.
Por lo mencionado anteriormente, 36 años después se estrena Top Gun: Maverick. La secuela a cargo de Joseph Kosinski trae de vuelta a Tom Cruise como el mítico Capitán -aún conservando este puesto- Pete Mitchell. El subtítulo de “Maverick” está bien elegido puesto que en esta secuela, más que tratarse de la competencia entre pilotos por ser el número uno, aquí nos centraremos casi en exclusiva en el desarrollo interno del personaje interpretado por Tom Cruise, otorgándole una nueva capa de profundidad que la película de 1986 no supo terminar de dar forma.
Nos encontraremos con un Maverick estancado en el pasado, y descubriremos que no duró más de dos meses como instructor en Top Gun debido a no sentirse apto para entrenar pilotos y argumentado que su lugar siempre será en el aire. De hecho, esto está sostenido en el inicio de la película, donde vemos a Mitchell ser un piloto de testeo de aviones, en una escena casi calcada al inicio de la versión del ’86. Escena que puede pasar como un simple homenaje o referencia, pero que también dice mucho del personaje principal. Cómo sigue negándose a aceptar el paso del tiempo y aún atrapado en un pasado que lo atormenta, sigue repitiendo “Hablame, Goose” ante cada pequeño momento de duda o miedo. Negándose a acatar reglas por su deseo de velocidad, como si ir más rápido lo alejara de ese pasado que no quiere enfrentar. Pero, contrariamente, ayudando a un futuro del que pronto será descartado. En una escena sobre el primer acto de la película, vemos cómo le dicen que en el futuro ya no lo necesitarán, debido a que los aviones serán pilotados por drones. Sin embargo, Maverick responde que ese momento aún no ha llegado.
Sabemos que Tom Cruise es un gran defensor del cine en su sentido más tradicional. Negado a la utilización de pantallas verdes y fundamentalista de hacer él mismo sus escenas de acción, en lugar de utilizar dobles de riesgo, aboga por la labor del actor en aprender y hacer él mismo las escenas que pida el guion. Tal es así, que obligó a todo el elenco a practicar pilotaje. De modo que las escenas en donde los personajes están volando sus jets, realmente están en el aire haciéndolo. Cada toma y cada plano es artesanal y cuidando al detalle que se vean reales y espectaculares al mismo tiempo.
Entonces, dos conclusiones: no podemos pensar que ese diálogo es causalidad y que está puesto al azar. Entendemos que el personaje de Maverick se une con el actor Cruise para dar un mensaje al espectador. No importa qué, seguirá defendiendo sus ideales. A pesar de que sea costoso, laborioso y arriesgado. El día que él futuro llegue él estará ahí para hacerle frente. Y se lo agradecemos porque es por esta misma razón que Top Gun: Maverick tiene las escenas de acción y vuelo más vertiginosas y espectaculares vistas en mucho tiempo en el cine.
Es de esas películas que todo el mundo debe ver en la pantalla más grande y con el mejor sonido posible, uno de las grandes motivos del retraso de esta película fue este mismo. Además, la tensión de Maverick volando y con miedo a perder a los alumnos que tanto tiempo se dedicará a entrenar en su vuelta a Top Gun, se sentirá real. El miedo y el vértigo se harán presente en la piel de cada espectador ante los imposibles giros y maniobras que practicarán los pilotos en la lucha por cumplir una misión que todos creen imposible. Pero que Maverick, se esforzara por hacer posible.
Por último, no quiero dejar de mencionar la gran labor del equipo de reclutas que Maverick debe entrenar para dicha misión. Con Rooster (Miles Teller) a la cabeza, quien es hijo de Goose (Anthony Edwards) en la película original y quienes protagonizarán las mejores secuencias de la película y el cierre del círculo que quedó abierto tras la muerte de este último en Top Gun (1986). A su vez, Monica Barbaro (Phoenix), Lewis Powell (Bob) y Glen Powell (Hangman) también cumplen una gran labor, este último ocupando, si se quiere, el papel de Iceman (Val Kilmer) en la primera película.
No queda duda que Top Gun: Maverick supera ampliamente a su antecesora, homenajeándola pero sin ser deudora de ésta. Dejando contentos a los fans de la versión original pero atrayendo también a un nuevo público que saldrá con una gran dosis de adrenalina de la sala de cine. Crea una gran mitificación de los personajes y sucesos de la primera al mismo tiempo que construye su propio camino otorgándonos las mejores escenas de acción vistas en un blockbuster de este año. El único apartado flojo recae en la relación romántica de Maverick con Penny Benjamin (Jennifer Connelly), que se siente sin la fuerza necesaria que tenía aquella con Charlie (Kelly McGillis) en la versión del ’86. Aún así, son pocas escenas y no distraen del gran espectáculo audiovisual que significa esta nueva entrega de Top Gun. No pierdan la oportunidad de verla en el cine.
PUNTAJE: 9/10
Título: Top Gun: Maverick
Año: 2022
Duración: 131 min.
País: Estados Unidos.
Dirección: Joseph Kosinski.
Guion: Ehren Kruger, Eric Singer, Christopher McQuarrie.
Historia: Peter Craig, Justin Marks.
Música: Harold Faltermeyer, Hans Zimmer, Lorne Balfe.
Fotografía: Claudio Miranda.
Reparto: Tom Cruise, Miles Teller, Jennifer Connelly, Jon Hamm, Glen Powell, Ed Harris, Val Kilmer, Lewis Pullman, Charles Parnell, Bashir Salahuddin, Monica Barbaro, Jay Ellis, Danny Ramirez.
Productora: Paramount Pictures, Jerry Bruckheimer Films, Skydance Productions.
Distribuidora: Paramount Pictures.
Después de más de 30 años de servicio como uno de los mejores aviadores de la Armada, Pete “Mavericks” Mitchel (Tom Cruise) se encuentra donde siempre quiso estar, superando los límites como un valiente piloto de pruebas y esquivando el ascenso de rango, que no le dejaría volar emplazándolo en tierra. Cuando se encuentra entrenando a un grupo de graduados de Top Gun para una misión especializada, Maverick se encuentra allí con el teniente Bradley Bradshaw (Miles Teller), el hijo de su difunto amigo “Goose”… Secuela de ‘Top Gun’.
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