¿Qué pasa cuando un perro se ve de golpe en con el título de samurai?

Por @catyfilgueira

El perro samurái llega para contarnos esta hilarante historia de un perro que quiere ser samurái, un país de gatos donde los perros no pueden entrar y un ricachón con aspiraciones de shogun que quiere resolver dos pájaros de un tiro. ¿Qué podría salir mal? Especialmente cuando todo el pueblo te odia, los ataques no paran y tu maestro básicamente no sabe enseñar si no sos un gato.

En esta aventura, Hank se ve entre la espada y la pared: o va a ser el samurái de Kakamucho o va a ser ejecutado. ¿La trampa? El líder de la zona, Ika Chu, quien quiere impresionar al shogun y ser designado su sucesor, en realidad quiere que la aldea desaparezca. Pero si le dieron la orden de enviar un samurái, el va a enviar a uno… a uno que no interfiera con sus planes.

De entrada, las inspiraciones para el film son claras: Blazing Saddles (1974) y Kung Fu Panda (2008). Una persona sin habilidades en la especialidad elegida (ser samurái en este caso) es designada para llevar a cabo dicha actividad y es «asignada» un maestro renuente: Jumbo. ¿Su misión? Salvar a la aldea de la destrucción, en este caso enviada por Ika Chu, el líder local, quien cree que la aldea «entorpece las vistas de su Palacio Perfecto». En líneas generales, es una película animada más, con la receta clásica del héroe que surge de lo más bajo para salvar el día.

Por otro lado, lo que la hace bastante interesante, es lo meta referencial que es. Para empezar, hay varios puntos donde rompe la cuarta pared y le habla directo al público. En segundo lugar, Hank hace comentarios sobre su estatus en el desarrollo de su narrativa al hablar de la música que se utiliza para el montaje de entrenamiento. En ese momento, dice «ya que el montaje de entrenamiento está comenzando, ¿no podemos ir directo a la parte donde ya sé pelear?». O cuando le cuenta a su mentor su historia, ya que en ese momento saca un proyector y pone una película de su vida antes de llegar a Kakamucho.

Estos gags, reconociéndose a sí mismos como una película, sumados a adaptaciones muy graciosas de objetos modernos a la época de la historia (línea telefónica compuesta de una cadena de gatos ubicados a lo largo de miles de kilómetros y tweets urgentes que llegan en la forma de pajaritos azules con mensajes en el pico) la vuelven muy entretenida y le saca más de una carcajada honesta a los más adultos.

Pero la historia se la roba Emiko, una gatita muy determinada y valiente, que desde el principio intenta ser la defensora del pueblo y es la primera en dejar de lado sus aprehensiones para darle una oportunidad al pobre Hank. Eso y sus ojos a lo Gato con Botas la hacen la más entrañable de los personajes y un gran acierto a la narrativa, que se centraba principalmente en personajes masculinos algo típicos.

Por último, uno de sus grandes aciertos, si la ven en su idioma original, es el casting, que incluye nombres como Michelle Yeoh, Samuel L. Jackson, Mel Brooks, Michael Cera y Gabriel Iglesias. Un elenco variado que le da a cada personaje una impronta única y los vuelve muy queribles y gracioso al mismo tiempo. El perro samurái es una gran propuesta para disfrutar del fin de semana con los chicos sin sufrir el frio y riéndonos un poco de todo.

PUNTAJE: 6/10

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Título: El perro samurái: La leyenda de Kakamucho

Título original: El perro samurái: La leyenda de Kakamucho

Año: 2022.

Directores: Rob Minkoff y Mark Koetsier.

Voces: Michael Cera, Ricky Gervais, George Takei, Gabriel Iglesias, Michelle Yeoh y Samuel L. Jackson.

Producción: Nickelodeon Movies, Ani Venture, Align, Brooksfilms, Flying Tigers Entertainment, GFM Animation, Cinesite, HB Wink Animation y Huayi Tencent Entertainment.

Un perro sin suerte, Hank, es entrenado para ser un samurái por un gato mentor, Jimbo, mientras un gato villano, Ika Chu, quiere destruir su pueblo poblado únicamente por gatos.