[REVIEW] No te preocupes, cariño

Luego de toda la polémica dentro de la producción y en el elenco, llega la tan esperada «No te preocupes cariño». La segunda película de Olivia Wilde nos plantea un ¿thriller psicológico? digno de preocupar a más de uno.

Por @RoochiiCesped

Después de la tan aclamada Booksmart (2019), Olivia Wilde nos sorprende con una producción situada más del lado del suspenso y el thriller. No te preocupes, cariño relata la historia de la vida “perfecta” de Alice (Florence Pugh) y Jack Chambers (Harry Styles) en una extraña comunidad llamada “Victory”. Situada en unos años 50, aquella perfección irá siendo cuestionada por la protagonista, a medida que trascurre el filme.

Primero, y un puntito a favor de No te preocupes, cariño, son las actuaciones. Y sí, la que se carga la película en la espalda es la indiscutible Pugh. Con su cara de puchero infaltable, la actriz rema en dulce de leche para que el film llegue a un punto. Los temas que atraviesan el largometraje son muy claros: la mujer vulnerada por el control del patriarcado, reduciéndolas a ser amas de casa. La caracterización de la actriz -en el cuerpo de Alice- nos trasmitía esa mujer que cuidaba de su casa y marido, pero que luego empieza a experimentar lo extraño.

En cuanto al líder del grupo, Frank (Chris Pine) es quien desde la primera escena es un personaje que se mantiene al margen, pero que es quien parece tener el control de todo lo que pasa. Desde su perspectiva -y la de su mujer Shelley (Gemma Chan)-, el “caos” es el peor enemigo de la comuna. Un contrapicado a Pine lo posicionaba como jefe de la gran familia que, con las dudas de Alice, se vuelve uno normal: poniéndolos en el mismo nivel.

Con unas imágenes que parecían flashbacks, la protagonista iba descubriendo el lado oscuro de aquel mundo color de rosa. Y en este mundillo la acompaña Jack, interpretado por el ídolo musical del momento: Harry Styles. Es su segunda película y, aunque hemos oído un sin fin de críticas, hay que destacar que no lo hizo tan mal como lo pintaron. Styles encarna ese esposo “perfecto”, un profesional ingeniero que ama apasionadamente a su esposa. Un Harry encantador es lo que emana cada vez que se dirige a su mujer. El filme busca mostrar a ese marido que no tiene imperfecciones, a ese marido soñado. Y el actor lo retrata bien. Ahora sí, las escenas donde las emociones -sin diálogo- eran las protagonistas y encargadas del desarrollo del filme, el ídolo pop dejó mucho que desear…

Otro de los puntos a favor del thriller de suspenso es la fotografía. En la dirección de esta tenemos a Matthew Libatique, quien también estuvo a cargo de Requiem for a dream (2000), Black Swan (2010) y ¡Madre! (2017). Libatique condujo la navegación por un mundillo dentro del desierto californiano, donde lo inmenso y la grandeza de aquellos escenarios “naturales” envolvían al espectador. No obstante, las decisiones del director de fotografía no evitaban el tinte artificial del filme.

Es un deber destacar el trabajo en la ambientación y el montaje de una escenografía capaz de transportarnos a una casa de familia de los 1950s. Cada detalle, desde los estantes al lado de la puerta hasta la chimenea que se asomaba detrás de aquella famosa pero caótica cena, donde el lado oscuro empieza a ver la luz. Rachael Ferrara fue quien nos brindó ese hogar perfecto de la pareja Chambers.

Sin embargo, la película de Olivia Wilde, quien también forma parte del elenco en el rol de Bunny, es una obra que podría caracterizarse por la saturación y la sobrecarga de referencias a otros largometrajes, sin tener su propia esencia, su propia mística.

No obstante, no todo es negro en No te preocupes, cariño: la escenografía activaba esa máquina del tiempo para viajar al pasado y la fotografía de una Alice inmersa en una “Victoria” controlada, lejos del caos. Hay primeros planos que evidenciaban la catástrofe y el giro final del filme. La mujer vulnerada y los preceptos que sostenía y sostiene el patriarcado están abordados, pero ya los hemos visto antes. No nos confundamos, la historia planteada por la cineasta tenía mucho potencial: un mundo «perfecto» que se va desmoronando.

PUNTAJE: 6.5/10


Título: No te preocupes Cariño (Don’t Worry Darling – 2022)

Dirección: Olivia Wilde

Guion: Katie Silberman, Carey Van Dyke, Shane Van Dyke

Reparto: Florence Pugh, Harry Styles, Olivia Wilde, Gemma Chan, Chris Pine, KiKi Layne, Nick Kroll, Douglas Smith, Kate Berlant, Asif Ali, Dita Von Teese, Timothy Simons, Sydney Chandler

Alice (Pugh) y Jack (Styles) tienen la suerte de vivir en la comunidad idealizada de Victoria, una ciudad experimental de la compañía en donde los hombres que trabajan para el Proyecto Victoria de alto secreto viven con sus familias. El optimismo por el estilo de vida de la sociedad en los años 50 que tiene el Director General, Frank (Pine), visionario corporativo y Coach Motivacional de Estilo de Vida, ancla todos los aspectos utópicos de la vida diaria y unida en el desierto. Pero cuando empiezan a aparecer grietas en su idílica vida, exponiendo destellos de algo mucho más siniestro que se esconde bajo la atractiva fachada, Alice no puede evitar cuestionarse exactamente qué están haciendo en Victoria, y por qué.

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