
Una conspiración llena de estrellas, una comedia en la que abundan las ideas y queda a mitad del proceso. “Ámsterdam” llega a los cines este jueves 6 de octubre.
Por @mauvais1
Cuando uno no sabe por dónde comenzar, ciertamente hay algo en lo que se quiere revisionar que no ha sido del todo comprendido. Sentimos en gran parte del film que más que cualquier distracción que uno pueda tener, tiene más fuerza la poca intención en tanta intensidad que el director ha dado a su historia. Comencemos entonces por lo más sencillo: Ámsterdam es escrita y dirigida por David O. Russell, con el que la pase muy en American Hustle (2013) y otro tanto despistado con Joy (2015).
Historia que supimos, por el film, punto para él, es que se basa -parcial y más que libremente- en una historia real ocurrida en 1933, el “Business Plot”. Lo cual es más extraordinario aún porque esta magnifica trama se erige sobre una comedia extraña, donde los personajes son dibujados con cierta desgana en su accionar. Pero sigamos por lo fácil; Burt Berendsen (Christian Bale) es un médico de la exclusiva Fifth Avenue, histórica calle de Nueva York, un arribista de buen corazón que por medio de un matrimonio llega hasta lo más granado de la sociedad, una que comenzando por los padres de su esposa Beatrice Vandenheuvel (Andrea Riseborough) no lo acepta y es enviado al frente en la Gran Guerra de 1914, un poco para adquirir experiencia y otro tanto para deshacerse de él. Allí conocerá a Harold Woodman (John David Washington) a través del bondadoso general Bill Meekins (Ed Begley Jr.), un soldado de color que se convertirá en su mejor amigo.
Ambos heridos en el frente terminan en un hospital francés, si mal no recordamos, donde hallarán a la extrovertida y algo extravagante Valerie Voze (Margot Robbie), quien terminará por conformar este terceto de amigos. Pero todo esto lo sabrá el espectador a cuentagotas, ya que la historia como decíamos comienza en 1933, con la extraña muerte del general Bill Meekins y el pedido de su hija Liz (Taylor Swift) a estos dos amigos de desentrañar el misterio que rodea esa situación. Un thriller noir, un policial clásico con voz en off, varias para sorpresa de quien escribe, que junto a la comedia de situación, se asemeja por momentos a una de esas magnificas sátiras de Mel Brooks enrevesada con una comedia de misterio de Woody Allen, y a grandes rasgos no dejamos de recordar Manhattan Murder Mystery (1993).
Pero no solo eso, es también un drama social, donde la negritud es comentada y fríamente propuesta como otro de los temas. Intermitentemente la historia, en general, toca temas y géneros, sin decidirse por ninguno, como si esto generara resquemor de encasillamiento, de guion construido a base de fragmentos. Las idas y venidas de los protagonistas, y los otros personajes que pueblan sus aventuras, esas criaturas caricaturescas, más de un film de los hermanos Cohen o Wes Anderson, pero sin la profundidad oportuna a sus extravagancias, se llenan o alimentan con diálogos. Constantemente parlotean sobre ellos y las circunstancias, sus desvelos morales y anhelos éticos.
La trama que roza los absurdos a sabiendas, remarcada con los pasos cómicos de la troupe navega sus intenciones torpemente, hasta a veces de manera circular y repetitiva. Todos entendemos por acciones las búsquedas del personaje de Bale, pero la constante remarcación del mismo, mas su lírico virtuosismo, lo convierte en un payaso balbuceante, que solo la envergadura de semejante actor sujeta sobre el abismo del ridículo. Luego están personajes como el de Milton King (Chris Rock), cuyas apariciones son un remarcado facilón sobre los personajes de color en historias policiales, a lo que no solo su presencia atestigua, sino que también las líneas que recalcan una y otra vez la situación.
Ni sátira, ni tan parodia, la comedia se sostiene en su proceso por el trabajo que los protagonistas realizan con los extensos y sobados diálogos que parecen una lectura de un texto que baraja ideas en proceso. Seremos sinceros, fue en la primera hora que reímos con muchos de sus “gags”, podríamos decir, pero que al comenzar a desenredar sus misterios se vuelve cíclica. Y como decíamos al comienzo, el tema es sensacional, un conspiranoico drama histórico, rico en personajes singulares, en géneros que podían haber dotado a la historia de un punto de vista fresco, donde el thriller policial, ese noir clásico, pudo ser catalizador de algo más envolvente, pero se vuelve cansino y reiterativo.
PUNTAJE: 5/10
Título: Ámsterdam
Guion y Dirección: David O. Russell.
Reparto: Christian Bale, Margot Robbie, John David Washington, Alessandro Nivola, Anya Taylor-Joy, Andrea Riseborough, Chris Rock, Matthias Schoenaerts, Michael Shannon, Mike Myers, Robert De Niro, Taylor Swift, Rami Malek,
Productora: 20th Century Studios, Regency Television, Forest Hill Entertainment, Canterbury Classic.
Distribuidora: Walt Disney Pictures.
Epopeya romántica sobre tres amigos que se ven envueltos en una de las tramas secretas más impactantes de la historia de Estados Unidos. Basada en hechos que se mezclan con ficción.
1 Trackback / Pingback