«Why Women Kill» se centra en la vida de tres mujeres que viven en distintas décadas: un ama de casa en los años 60, una celebridad en los 80 y una abogada en el 2019. Cada una trata de lidiar con las infidelidades de sus maridos a su manera.
Por @Caty90
¿Por qué las mujeres cometen homicidios? Bajo esa premisa, «Why Women Kill» narra tres historias que, en la primera temporada, ocurren todas en la misma casa, pero en distintos períodos: 1963, 1984 y 2019. En la segunda, por otro lado, tenemos la historia enfocada en la vida de una familia y sus relaciones en el año 1949. Misma premisa, pero con un giro original para diferenciarla de la primera temporada.
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El elenco
Ya sea en la primera o en la segunda temporada, el elenco es de primera calidad. Solo por mencionar algunos de los nombres más destables, en la historia de 1984, la protagonista es nada más ni nada menos que Lucy Liu. ¿Su historia? Ella descubre que el marido es gay y la engaña con hombres desde siempre. Pero nada es tan simple como parece y su actuación como una dama de alta sociedad de los ochenta es inigualable. Similar es el caso de Ginnifer Goodwin (Once Upon a Time), quien protagoniza la historia en 1963 y desarrolla su personaje a lo largo de los diez capítulos de su arco narrativo con una calidad y emoción que te dejan sentada al borde de la silla.
Las historias
Mientras que en la primera temporada nos encontramos con tres historias narradas paralelamente, todas ocurridas en la misma casa en Los Ángeles pero en distintos momentos en el tiempo, la segunda temporada nos da un reparto similar al de la primer temporada (varias mujeres con problemas en sus vidas que podrían llevar al homicidio, como bien dice el título de la serie) pero quienes viven todas en el mismo marco temporal. Las tensiones, los problemas, las relaciones familiares y amorosas son el centro de la narrativa general de la serie. Las mujeres no matan por matar es básicamente la premisa, y ver como se van construyendo las situaciones que llevan a la muerte, por una razón u otra, es lo que hace que la historia fluya y conecte.
Hay que agregar también que ninguna es obvia. Comenzamos con algunas pistas, algunas razones simples y típicas que podrían ser las razones finales, pero a pesar de lo mucho que se nos pone frente a la nariz, particularmente en la temporada uno, quienes podrían ser las victimas finales, eso no se confirma hasta el último episodio, momento en el cual todo parece llegar a su conclusión definitiva y lógica.
La estética
Ya desde el tráiler, vemos un claro uso de los colores en todas las historias. A pesar de cómo cada una está adaptada a la perfección a la época a la que corresponde, los colores por ejemplo son miembro protagónico tanto de los sets como de los vestuarios. Incluso en el maquillaje es fácil ver el uso del color como contrapartida del drama y humor negro que destila tanto la historia como sus protagonistas, quienes paso a paso, haciendo uso de todo lo que tienen a mano, van tejiendo una maraña de deseos, sueños y venganzas.
Lo casi macabro del prospecto de la muerta que cuelga sobre todas estas mujeres se pone constantemente en contraposición con el uso tanto de sets claros, luminosos y al aire libre durante el día como con el uso de colores vibrantes y llenos de vida. Especialmente el rojo es protagonista más de una vez, casi de principio a fin, siendo como todos sabemos el color de la sangre, la pasión y la locura. Una historia oscura en su temática no necesariamente debe serlo en su estética y esto es lo que ocurre cuando se hace bien. Similar a lo que fue en 2007 Pushing Daisies (serie 100% de humor negro).
La construcción de escenas
Mientras que las historias transcurren de forma completamente independiente, hay momentos donde las similitudes son fáciles de ver. Y hay otros donde ciertos temas de las mismas se superponen. Es en estos casos que podemos ver en la composición de las escenas momentos ocurriendo «en simultaneo» o momentos que resuenan de una forma u otra con algunos en las narrativas de las otras protagonistas.
Un buen ejemplo es el caso del episodio tres de la primer temporada, donde una pareja de bailarines de tango y el narrador marcan el tono del episodio. O en el episodio dos, dónde, luego de ciertos momentos de tensión en las historias, podemos ver a todas nuestras protagonistas en las ventanas de la misma casa, más allá del año de cada una.
Las conclusiones
Hemos tenido en los últimos años finales que no han sido particularmente eficaces (no necesito nombrar ejemplos, ¿no?). Pero en esta ocasión, llegar al final de la historia, en ambas temporadas es más que satisfactorio. La primera en particular, con esa escena final que fue simplemente impecable. Lamentablemente, solo quedó en dos temporadas, pero al menos fueron dos temporadas que dejan poco que desear y tuvieron el cuidado que a veces se pierda cuando lo que importa es mantener una serie al aire porque sí.
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