[REVIEW] Nimona

En un mundo medieval futurista, culpan a un caballero de un crimen que no cometió. La única que puede ayudarlo a demostrar su inocencia es Nimona, una adolescente metamorfa… la misma criatura a quien él juró matar.

Por @mauvais1

Hay toda una epopeya en cómo este producto llegó a las manos de Netflix, una en parte interesante y parte propia de la industria que adquiere y desecha constantemente. La idea original de la adaptación era proyecto de Blue Sky Studios, subsidiaria de 20th Century Fox (hoy 20th Century Studios) que, al ser adquirida por Disney habría sido rechazada por sus temas LGBTQIA+ (o eso dicen), luego de lo cual se retrasó varias veces antes de cancelarse debido al cierre de Blue Sky en abril de 2021.

Fue entonces que Annapurna Pictures recupera el proyecto y lo culmina. Esta vez bajo la dirección de Nick Bruno y Troy Quane (Espías a escondidas) y con guion final firmado por un abonado de Disney Animation como Robert L. Baird (Big Hero 6, por mencionar una) y Lloyd Taylor. El producto original, una serie de comics escritos por ND Stevenson, cuyo nombre quizás les suene por She-Ra y las princesas del poder (2018-2020) de Netflix, de la que fue showrunner y productor ejecutivo.

La información es esa, por lo menos la que prontamente interesa cuando hablamos de Nimona, cuya historia difiere bastante (es interesante de mencionar) juntamente en el núcleo mismo de las historias de los personajes. Que la película lo haya mejorado quedará a criterio del lector del cómic cuando vea el film, pero en rasgos generales solidifica las intensiones con que se encara la trama.

En un mundo retrofuturista que combina futuro utópico y edad media ha llegado el momento de nombrar un caballero surgido del pueblo. Tufillo democrático en un ambiente monárquico, Ballister Boldheart (con voz de Riz Ahmed) es el representante del pueblo que no todos creen capaz, por su origen plebeyo pero que gracias a la reina Valerin (Lorraine Toussaint) aún así será posible.

Caballeros que pertenecen a la Institución para el Cumplimiento de la Ley y las Heroicidades en una ciudad estado aislada del mundo por altos muros que los protegen de los monstruos. Ellos son los herederos del trabajo, matar monstruos, de Gloreh una caballera que fue capaz de vencer al peor de estos. Pero cuando todo era festejos, la muerte de la reina a manos de Ballister lo cambia todo. Perseguido por el crimen, el ennoblecido plebeyo conoce a Nimona, una cambia pieles que lo ayudará a limpiar mucho más que su nombre.

Ciertamente es un cuento de hadas, fundamentalmente posee las características de los mismos, pero aquí la relectura es lo interesante, ya que no solo revierte el planteo del San Jorge Mata Dragones, sino que también husmea de manera sincera y con bastante candidez sobre lo que percibimos como monstruos, que puede ser sinónimo de enemigo y por lo tanto amenaza. Nimona propone esa relectura de la identidad, hoy muy de moda de los villanos de cuentos, y lo hace utilizando la comedia más extrema, el slapstick y la farsa.

El farsesco ayuda a la acción, que en los primeros dos actos no se detiene. Una vez establecida la premisa, el movimiento constante de los personajes y sus acciones son el motor que revoluciona la aventura. Como una suerte de dúo payasesco, El Tony desbordado de adrenalina que es Nimona y el Clown Ballister sufriendo su infortunio. La diversión es descarada casi tanto como la atención al tema de la trama, que combinados no estropean la diversión, que en definitiva es la idea de un film animado familiar. Es acertado también porque hace de la diversidad, de la lucha por el reconocimiento y la responsabilidad que tenemos para acompañar esos viajes, una aventura plagada de risas y acción, para nada dramático, más allá del final inequívocamente tierno (y un poco redundante).

Nimona habla de una historia del autodescubrimiento que jamás termina, que es una constante en la vida. Un pequeño paso más, no se detiene solo en salir del closet, plantea el desafío de continuar descubriéndose, descubriendo a los otros. Tierna, payasesca y con una excelente animación, la película seguramente no carecerá de controversia por su progresismo “woke” y sería una lástima porque plantea el autopersibimiento, las etiquetas de género y los prejuicios en general de manera positiva, alentando a no dramatizar, sino más bien abrazar la diferencia con felicidad. El oscuro drama gay en la industria audiovisual ha quedado atrás, solemos pensar, y este film ayuda a mantenerlo a raya.


Título: Nimona (2023)

Dirección: Nick Bruno, Troy Quane.

Guion: Robert L. Baird, Lloyd Taylor. Cómic: ND Stevenson.

Reparto: Chloë Grace Moretz, Riz Ahmed, Eugene Lee Yang, Frances Conroy, Beck Bennett, Lorraine Toussaint, RuPaul Charles, Indya Moore.

Compañías: Annapurna Pictures, DAMN! Show Productions, Sony Pictures Animation, Toei Animation. Distribuidora: Netflix

En un mundo medieval futurista, el caballero Ballister Bravocorazón es acusado de un crimen que no ha cometido, y la única persona que puede ayudarlo a demostrar su inocencia es Nimona, una traviesa adolescente con inclinación por el caos… que además resulta ser el ser metamorfo al que debe destruir. Pero, dado que lo persigue todo el reino, Nimona es el mejor aliado (o más bien el único) al que Ballister puede aspirar. De modo que, mientras se difumina la línea entre héroes, villanos y monstruos, la pareja causa estragos a diestro y siniestro para que Ballister pueda lavar su nombre.

Acerca de Marco Guillén 4270 Articles
Aguanto los trapos a Jordi Savall. Leo ciencia ficción hasta durmiendo y sé que la fantasía es un camino de ida del que ya no tengo retorno.

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