La película de Andrei Konchalovsky se presentó en la Competencia Internacional de Mar del Plata y viene a demostrar de que el jurado veneciano no lo está malcriando por azar.
Por @ivoportillo
El director ruso es un amante de la nostalgia, una apasionado de la historia, un proclamador de la memoria viva. Y su película no puede estar lejos de estas concepciones.
El pupilo de Andri Tarkovsky narra un drama sobre la Segunda Guerra Mundial, en la Alemania nazi para ser más exactos, y que tiene a tres personajes como eje central de su relato: Olga, una duquesa rusa que es acusada de esconder niños judíos en la azotea. Jules, un colaborador francés y Helmet, un joven alemán inspector, discípulo de un lector superfluo de Nietzsche. Sus palabras tendrán vida a través de una especie de falso documental con un juego entre los onírico y lo real que el artista crea para llevarnos lentamente a una narración sutil.
El descubrimiento de la actriz Julia Vysotkaya por parte del cineasta es uno de los aciertos silenciosos que nos ha dado su filmografía madura. La solidez de la intérprete femenina produce un estado constante de estoicismo y veracidad. Todo esto gracias a que desplaza su resplandor en dos armas voluptuosas: su potente mirada y sus delicadas manos.
Y no es casualidad que el film esté en un encuadre de 1.37 y que sea completamente en blanco y negro como es su par cercano «Ida» (2013). No solo por un tema de añoranza histórica sino para amortiguar mejor el sublime trabajo de fotografía que tuvo el director Aleksander Simonov (con quien trabajó también en The Postman´s White nights) y con quien obtuvo sus dos premios a mejor director en dos ediciones del Festival de Venecia. Cada una de las tomas presenta una imagen delicada, fina, distinguida y sobre todo amena, una labor similar de «La lista de Schindler» (1993), a la que no se podrá evitar hacer comparaciones estéticas.
El guión tiene diálogos bastantes arriesgados y un juego (más que interesante) con los textos de Chejov que nos invitan a cavilar sobre el mayor mal de este conflicto oscuro. Además de presentar protagonistas con fuerte carga moral con la que el director se apoyará para hacer un final exigente y seco.
En estos momentos, estamos en tiempos de recambio, la vieja escuela confluye con la nueva. Y estos trabajos serán los últimos testimonios de las personas que vivieron, sufrieron y padecieron las consecuencias de esta huella histórica.
El compromiso de Konchalovsky es mantener el recuerdo despierto, con la fuerte sensación de una lucha contra el olvido, lo pasajero, lo descartable. Es ahí donde radica el verdadero humanismo que se celebra en esta bellísima cinta.
Puntaje: 8/10
Título: Paradise (Rai – 2016)
Duración: 130 min.
País: Rusia
Director: Andrei Konchalovsky
Guión: Elena Kiseleva, Andrey Konchalovsky
Música: Sergey Shustitskiy
Fotografía: Aleksandr Simonov
Reparto: Yuliya Vysotskaya, Christian Clauss, Philippe Duquesne, Peter Kurth, Jakob Diehl, Viktor Sukhorukov, Vera Voronkova, Jean Denis Römer, Caroline Piette
Productora: DRIFE Productions / Production Center of Andrei Konchalovsky
Sigue los pasos de tres personas cuyos caminos se cruzan en los terribles tiempos de la II Guerra Mundial: Olga, una aristócrata rusa emigrante y miembro de la Resistencia francesa; Jules, un colaborador francés; y Helmut, un oficial de las SS.
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