Entrevista con Laura Casabé: “Creo que es un esfuerzo enorme hacer una película de género”

Entrevista con Laura Casabé: “Creo que es un esfuerzo enorme hacer una película de género”

En Cuatro Bastardos tuvimos la oportunidad de conversar con Laura Casabé, directora de “El Hada Buena, Una Fábula Peronista”, “La Valija de Benavidez” y su más reciente trabajo “Los que Vuelven” que se estrena el próximo 1 de octubre por la pantalla de Cine.ar.

Por @martog23

“Los Que Vuelven” es un interesante relato de época situado en el noreste del país en la selva misionera, donde a principios de siglo XX, una mujer ruega por el regreso a la vida de su hijo y este es resucitado por el espíritu de “la Iguazú”. El problema es que el milagro no será tan perfecto como ella creía. Un film de género con el folclore de los pueblos originarios de fondo y mucho amor por el cine de terror.

¿De dónde nace la idea de hacer un film de género a principios del siglo XX y con el trasfondo de la colonización en el noreste del país?

Hay un corto de 2010 que se llama “La Vuelta del Malón” que digamos que fue la idea inicial de la peli. El origen puntual no lo recuerdo porque pasaron muchos años, pero tuvo que ver con charlas que tuvimos con Lisandro Vega, que es también el guionista de la peli, y que también hace referencia a la obra de “La Vuelta del Malón” de Ángel della Valle. Principalmente creo que en ese momento imaginamos una historia de venganza donde estaban todos los elementos dados. Y, además, teníamos ganas de hacer una película de época y una película de terror bien argentina. Siento como que todo estaba puesto sobre la mesa y lo único que teníamos que hacer era ajustar, tomarlo y fusionarlo. Después la historia fue a la selva por circunstancias que tenían que ver con el devenir del tiempo, nosotros filmamos en 2018, en esos ocho años hasta que sucedió el rodaje estuvimos vinculados con un guion inicial que no funcionaba demasiado. Al principio, era la extensión de ese cortometraje, las ganas de hacer un largometraje con ese corto que nos había gustado mucho hacer. Y después, circunstancias que tuvieron que ver con una crisis de guion muy grande que tuvimos antes de filmar, no sabíamos cómo encararlo y el productor conoció a Juancho Ferreira en un mercado, que era un productor misionero y se nos ocurrió darlo todo vuelta e ir para Misiones. Y fue genial porque nos permitió reformular completamente un guion que nos estaba dejando en una suerte de camino sin salida. A partir de eso surgió el universo de los guaraníes, la selva y todo se enriqueció. Apareció Misiones en 1920, apareció la época de las primeras extensiones de yerbatal, los mensúes, todo eso hizo que se enriqueciera mucho más el guion.

Entrevista con Laura Casabé: “Creo que es un esfuerzo enorme hacer una película de género”

 

Una de las cuestiones más atractivas del relato, tiene que ver con su mitología. ¿Usaron de base leyendas y mitos reales de los pueblos originarios?

 Sí, investigamos un montón. Lo cierto es que igual la leyenda puntual que aparece en la película es 100% invento nuestro. De hecho, nos pasó algo gracioso en el Festival de Rotterdam que recuerdo haberle dicho esto a una chica del público y que se sienta totalmente desilusionada. Pero sí leímos mucho por supuesto. De hecho, Kerana es una cita a una princesa guaraní que es la madre de siete demonios y que tiene una historia de abuso terrible de fondo. Ella era la hija de un rey, y es robada por el espíritu del mar, Tau, siendo sometida y violada hasta que su cuerpo se deforma y termina pariendo a siete demonios entre ellos, el kurupí. Pero finalmente para construir el relato toda esa investigación sirvió para poder imaginar un universo. Sí es cierto que la citamos a Kerana pero la leyenda y todo lo demás es parte de nuestra imaginación.

El largometraje trata temas como la maternidad, la diferencia de clase, la explotación laboral y el machismo… Si bien el terror siempre fue un gran género para tratar temáticas políticas y sociales, ¿cómo lograste aglutinar tantas cuestiones de manera orgánica sin que parezca que hay una bajada de línea desde lo discursivo?

Tuvimos mucho cuidado de no caer en un lugar panfletario y discursivo. Muy atentos a eso sobre todo porque sabíamos que en el guion se estaban colando todas esas temáticas y porque nos interesaba hablarlas, pero también era clave esto que vos decís, que no sonara a una bajada de línea. La película tiene una carga ideológica muy fuerte y no buscamos esconderlo en ningún momento, es un reflejo de cómo pensamos todos los realizadores del film, los guionistas, los productores y todos los que hicimos la película, pero nos pusimos de acuerdo en estar muy atentos para no caer en el lugar común. La intención era un poco que se colaran pero que no estuvieran enunciadas, entonces eso fue un trabajo de cuidado desde el inicio con consciencia de tratar de que no fuera algo expositivo o enunciativo, sino que suceda orgánicamente en el relato y que en todo caso sea la conversación que tenés después de ver la película.

¿La idea de contar el relato desde una estructura no lineal fue algo que tuviste en mente desde el guion del proyecto?

Inicialmente, el guion tenía una estructura cronológica. Y a mí me resultaba como poco interesante, como previsible y hasta enunciativo. Creo que lo hacía como más expositivo, más obvio. Fue difícil elaborar este guion. Yo estaba muy disconforme con eso y entramos en un bache de no avance, y se me ocurrió esta idea de arrancar por lo que nosotros denominábamos como “la mitad”.  Me comencé a preguntar ‘¿Qué pasa si en vez de arrancar la historia desde el principio, la arrancamos desde el punto de vista de Julia?’, y ‘¿Qué pasa si en lugar de plantear a Julia como protagonista, ponemos a las dos mujeres como protagonistas y tomamos para cada uno de los capítulos un punto de vista diferente?’ Porque viste que el primer capítulo es el punto de vista de Julia, el segundo si queres es el punto de vista de Kerana. Y a partir de ahí, de que lo planteamos de esta manera, todo tenía mucho más sentido, más fuerza y todo era mucho más interesante. Además, esta estructura jugaba muy a favor del suspenso y para el género haciendo que surjan muchas preguntas. ¿Qué es lo que está escondido en la selva que le quita el sueño a Julia? ¿Por qué cuida a ese nene? ¿Quién es ese nene?También nos dimos cuenta de que era mucho más poderoso trabajar los dos puntos de vista. El de la mujer blanca y el de la nativa.

Es decir que al igual que en la película, la idea les surgió en la mitad…

Es una buena reflexión. No es que la idea nos surgió en el montaje, pero sí nos surgió en la mitad del proceso creativo. Lo que sí nos pasó en montaje es que, al haber filmado en solo 4 semanas, en montaje fue complicado armar esta estructura y hacerla funcionar. Por eso nos llevó bastante tiempo. Fue larguísimo. Pero sí la decisión de la estructura no lineal fue en la mitad de todo el proceso como bien decís.

¿Cómo fue la experiencia de rodar en la selva con tan poco tiempo de rodaje?

Fue apocalíptico. Herzoguiano. No podíamos creer lo que estábamos haciendo. Yo solo puedo hablar maravillas de lo que fue el equipo de trabajo. Que éramos mitad equipo de Buenos Aires y mitad equipo misionero. Todo lo que hicimos para llegar a filmar todo lo que se filmó fue increíble.

Fuimos a filmar en época de lluvias que provino de un deseo mío, de no tener la luz del sol misionero. Digamos tener un look más “plata”, el cielo más color plata, y que todo esté desaturado. La lluvia nos dio ese tono que quería, pero por otro lado fue todo caótico porque la lluvia es tropical, por momentos tenés un tsunami que da vuelta todo y a los cinco minutos hay un sol radiante y hace calor. Salen todos los bichos. Es un nivel de intensidad tremendo. Cada dos por tres teníamos que parar la filmación porque se quedaban los autos, porque no podíamos entrar a la locación porque había un barro inmanejable. Estar filmando con víboras al lado, y de pronto poníamos un monitor en un lugar y nos empezaban a llover bichos. Yo me acuerdo de estar viendo el monitor, darme vuelta para ver otra cosa, volver y ver que una araña había hecho su casa alrededor del monitor. Esto es verdad, no estoy exagerando. 

Entrevista con Laura Casabé: “Creo que es un esfuerzo enorme hacer una película de género”

Por otra parte, el salto de la primera escena, que se llama “El Salto Encantado”, es un salto que tiene 60 metros. Entonces tuvimos que bajar esa altura para hacer esa escena y el parque nacional no estaba preparado para bajar. Por lo cual, para bajar tuvimos que meternos por la selva con machetes hasta llegar a la base. Sinceramente era complicado. El plan de rodaje era indomable. ¿Viste ese lema que tienen los escaladores de “Si la montaña me deja voy a subir”? Bueno yo estaba con ese ánimo también, “Si la selva me deja voy a filmar”. Fue una experiencia caótica, pero miro para atrás y también fue una experiencia hermosa, la disfrute un montón.

Y lo de la casa fue soñado. Encontramos una casa en el medio del monte tal como la necesitábamos para la historia. Fue un gran trabajo de scouting, con los productores misioneros habremos hechos scouting de la mitad de la provincia.

También contaron con un gran trabajo de arte en lo que respecta a vestuario, mobiliario, etc. para la reconstrucción de época…

Si eso fue difícil porque además no hay mucho registro de Misiones en 1918. Incluso en el Archivo General de la Nación había muy pocos registros para que pudiésemos buscar. Fue difícil y además tuvimos que tener cuidado de que sea lo más fidedigno posible a nuestro imaginario. Tuvimos cuidado de que el vestuario no se vea de telenovela. Y trabajamos mucho para que ellos se vean como “de esa época”, transmitir esa sensación de suciedad, transpiración, ropa húmeda y cosas típicas de ese momento. Y bueno también tuvimos que tomarnos algunas licencias porque como te dije, no hay mucho registro fotográfico de la época.

En cuanto a tus influencias, en esta película podemos ver un poco de Romero, quizás un poco Carpenter, de películas como “White Zombie”, “I Walked With a Zombie”, un poco de “Cementerio de Animales” ¿Cuáles fueron tus influencias a la hora de pensar el film?

Sí, sí (risas). Están todas esas que dijiste. Está la saga de Romero de los Muertos Vivos, la película de Tourneur, “I Walked with a Zombie”. También “The Fog” de Carpenter, de hecho la escena de la Iglesia es casi como una cita a la escena de la Iglesia de “The Fog”. Después hay algo también de terror rural, está “The Witch”, que es una película con la que trabajamos mucho. Y después está “El Bebé de Rosemary” que de hecho la primera escena con Julia es como una especie de homenaje a esa película, a mí me encanta esa película. “Rosemary” fue un poco como una referencia para Julia. 

Las películas de género vienen pisando fuerte en el cine argentino. ¿Por qué crees que cada vez hay más directores y directoras optando por este tipo de films?

La tradición del cine de género en Argentina es larguísima. Lo que pasa es que quizás ahora es más visible. Yo creo que porque el lenguaje del cine de terror es sumamente atractivo para hablar de determinados temas. Pienso que lo monstruoso históricamente siempre ejerce una fascinación enorme, como especie de válvula catártica que hace explotar toda esa miseria contenida. Creo que ahora es más visible, y como que está empezando a contagiar las ganas de hacer género a otros realizadores. Si pensás por ejemplo en el Festival Rojo Sangre tiene más de 20 años. Entonces quizás lo que hay ahora es una especie de validación externa. Además, nosotros somos una generación que creció con el terror de los ’80 y digamos que toda esta combinación de elementos hace que hoy haya cada vez más realizadores y realizadoras que quieren usar el terror como lenguaje para contar una historia.

Por último, ¿Qué se siente ser reconocida en un Festival tan importante como lo es el de Sitges o el de Rotterdam y también en el Festival Bifan de Corea?

Está buenísimo. Creo que es un esfuerzo enorme hacer una película de género. Realmente lo es. Más con el tema de los presupuestos y que esta película pueda acceder o que se validada por festivales importantes se siente genial. Lo de Corea del Sur es lo más impactante y curioso, encontrar que la lectura que hacían ellos de la película era fascinante y genial, y ver que la entendieron completamente. Y en Sitges lo más lindo es que la película participe de una competencia que se llama “Nuevas Visiones” y que en este momento esté mostrando el trabajo de muchas directoras mujeres, y la verdad que ser parte de este empuje femenino me parece genial, me hace muy feliz. Me da mucha alegría que esta peli pueda ser mostrada afuera.

Aquí el avance del film:


 

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