[REVIEW] El Desarmadero

El terror psicológico nacional llega a las salas para asustarnos con una ficción atravesada de traumas y pérdidas. Ambientada en un desarmadero y protagonizada por Luciano Cáceres, nos convertimos en testigos de la desgarradora historia de un artista plástico.

Por @RoochiiCesped

El Desarmadero es la nueva obra del director y guionista Eduardo Pinto (La sabiduría, Sector VIP). En esta ocasión, el cineasta nos cuenta la historia de Bruno, interpretado por Luciano Cáceres (El Hijo), cuya familia tuvo un trágico accidente. Atravesado por el trauma que dejó aquello, y luego de pasar por un hospital psiquiátrico, comienza su trabajo en un desarmadero. Y allí es donde, luego de descubrir que el causante del accidente estaba ahí, comienza la pesadilla.

Primero, los personajes. La actuación de Cáceres nos lleva a ese desamparo y vacío, a esa necesidad de estar con su esposa -en la piel de Clara Kovacik (Abracadabra)- y su hija (Amelia Cáceres). Con la participación de Malena Sánchez (El Potro, Un crimen argentino) como la psiquiatra que muestra compromiso con su paciente, acompañamos a Bruno en su duelo situado en el cementerio de autos.

El terror en esta película se puede caracterizar cómo psicológico, aunque tiene jump scares de vez en cuando. El trabajo en la iluminación -roja por momentos-, en diseño gráfico -que nos daba una sensación reminiscente a Carrie (1976)– y en el sonido (por la música de Manuel Pinto) aportaban a la generación de un clima de horror y fantasmagórico. Sin embargo, el número pareciera infinito de autos destrozados y apilados durante la noche; le daba ese carácter de ambigüedad e incertidumbre. Dos caracterizaciones que tocaban de cerca al protagonista.

Los temas que trata la producción -más allá de la pérdida- son la soledad y la figura del otro por fuera de lo normal. Primero, ese forastero está personificado en ese hospital psiquiátrico y en los que entraban al desarmadero sin permiso -representado por Diego Cremonesi (Ecos de un crimen)-. Son otros que, por su condición psicológica o por su condición social, son dejados de lado, desplazados de lo establecido. Y por otro lado, la soledad y el desamparo. Ese sentimiento que, con tal de evitarlo, estamos dispuestos a someternos a todo lo que signifique revivir esos momentos de felicidad. Para el protagonista quedarse sin su familia significaba el fin y la puerta hacia el mundo de los muertos.

El desarmadero es una producción que, mediante el terror, nos muestra lo que es la pérdida de un familiar o alguien cercano, y todo aquello que estamos dispuestos a hacer para reencontrarlos. «No estoy loco, estoy solo», grita la boca del protagonista. Una soledad que ni siquiera una pastilla más eficaz o un consuelo del amigo que más queremos puede curar.

PUNTAJE: 7/10


Título: El desarmadero

Año: 2022.

Duración: 79 min.

País: Argentina.

Dirección: Eduardo Pinto.

Guion: Eduardo Pinto.

Música: Manuel Pinto.

Fotografía: Fernando Lugones.

Reparto: Luciano Cáceres, Clara Kovacic, Diego Cremonesi, Malena Sánchez, Luciano Cáceres, Pablo Pinto, Eusebia en la Higuera.

Bruno es un artista plástico que, tras sufrir una experiencia muy traumática, abandona su arte para comenzar una nueva vida. Encuentra refugio con su único amigo Roberto, quien le ofrece un trabajo y un lugar para hospedarse en un taller de desguace, donde debe cuidar su propiedad, asistido por una pistola y una linterna. Pasa su tiempo dividido entre trabajo y diversión. Pero una noche, mientras deambula por los coches dañados, tiene una revelación. Ausencias y presencias convivirán dentro de la mente de Bruno. El depósito de chatarra es un lugar tanto de horror como de placer. Roberto notará un cambio en el estado mental de su amigo, quien rechaza la idea de salir del local. Perdido en un laberinto de basura y recuerdos, Bruno llegará a grandes extremos para adentrarse en el mundo de los muertos.

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