“¿Qué hacemos cuando fallamos? Empezamos de nuevo”.
Por@MíaRevello
Desde la inesperada cancelación del tan esperado Silent Hills de Hideo Kojima y Guillermo del Toro, ha habido muchas piezas videolúdicas que han intentado imitar las mecánicas del juego, ya sea copiando su jugabilidad, historia e incluso elementos psicológicos. Juegos como Alison Road, Visage, Here They Lie, incluso el último juego de la saga Resident Evil, se han sostenido sobre dichas características, ganando su fama o interés solo por su similitud con la tan aclamada demo.
A pesar de esto, existe un videojuego que, si bien recurre al mismo recurso que los anteriores, no logra quedarse atrás por su originalidad a la hora de contar una historia y de presentar las mecánicas al jugador. El videojuego creado por Bloober Team y Aspyr: Layers of Fear
En esta aventura de horror psicológico/psicodélico controlamos a un artista quien está tratando de completar su magnus opus u obra maestra. Luego de completar la primera capa de la pintura, su entorno comienza a cambiar de manera singular y el artista (cuyo nombre no se da a conocer) se ve forzado a revivir viejas experiencias del pasado.
La historia parece simple y podría aplicárse a cualquier largometraje o pieza literaria perteneciente al género gótico. Sin embargo, lo que la hace destacar del resto de historias del género es la manera en la que está narrada. El jugador es quien debe encontrar las piezas, recuerdos, y archivos necesarios para develar la historia. Poco a poco se va develando la verdadera naturaleza del protagonista para así llega al por qué de la creación del magnus opus. Si bien dicho recurso tiende a fallar en ocasiones, ya que el juego se vale del jugador y sus acciones para avanzar en la historia al cien por ciento, está bien utilizado y la narrativa posee muy buena progresión.
Otro elemento que vale la pena mencionar es el uso de numerosas referencias artísticas y la manifestación de obras de artistas como Francisco de Goya, Antonio de Pareda, Henry Fuseli, entre otros. La presencia de dichas piezas está ligada a los jumpscares. Estos recursos, al combinarse de esta manera, nos acercan más al nivel de cordura del protagonista y, además, el juego da la posibilidad de elegir con qué jumpscare nos queremos topar. Si queremos hacerle frente a dicho peligro o si preferimos evitarlo.
Por otra parte, el juego cuenta con puzzles simples y fáciles de realizar, estos dependen del entorno y de la capacidad cognitiva del jugador. También, el juego carece de game overs lo que es muy atípico en el género de horror. En este caso, el game over forma parte de la línea histórica y no afecta en la jugabilidad. Sin embargo, influye en los múltiples finales que se pueden conseguir al tomar diferentes caminos.
En cuanto a las gráficas, estás se ven sólidas y los detalles de objetos, iluminación y texturas están muy bien elaborados. Podríamos compararlas con las de sagas como Bioshock o Dishonored, en cierta medida. Si bien se presentan errores de programación, estos son en menor medida y pueden pasar desapercibidos.
En conclusión, Layers of Fear es un juego muy peculiar. ¿Da miedo? No, pero ello lo compensa con su atmósfera atrapante y excelente inmersión. Podríamos considerarlo como un videojuego que no es para todos, ya que tiende a contar su historia de manera muy peculiar y original. Sin embargo, vale la pena vivir esta extraordinaria historia psicológica.
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