¿Qué es el Spaghetti Western?

El western europeo fue un movimiento que nació a partir de la década del 60 del siglo pasado, «aprovechando» el ocaso del género en Estados Unidos, donde había decaído sobremanera dando paso a otras expresiones en lo que a cine respecta. Aquí daremos un breve repaso de cómo se forjó este movimiento que marcó un antes y un después a nivel cinematográfico.

Por @ElPatoAlvarez_

Si bien el término «Spaghetti Western» es el nombre por el que se reconoce este sub-género, ya ha dejado de usarse hace bastante y se reemplazó por Western europeo.

Luego de dos décadas ininterrumpidas de más de 500 producciones, el cine del oeste en Europa (sobre todo en Italia y España), luego de la década del ’60, logró revitalizar el género que venía de capa caída, recuperando viejas figuras, lanzando otras tantas, y sumando nuevos matices y narrativas, conservando la épica característica pero también impulsando casi una nueva «Era Dorada del Western».

Si bien podemos hablar de unos orígenes anteriores a los años ’60 en materia de western a la europea, sin dudas uno de los «padres fundadores» del género y a quien más se imitó, tanto por contemporáneos como por su posteridad, fue Sergio Leone.

Sergio Leone dirigiendo a Clint Eastwood en «The Good, The Bad and The Ugly» (1966).

Con su reversión de Yojimbo (1961) llamada Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari, 1964), creó lo que en definitivamente es el Spaghetti Western.

Leone fue un director que venía del genero Peplum (cine histórico de aventuras generalmente ambientado en el período grecorromano o medieval), como por ejemplo El Coloso de Rodas (1961), un fracaso de taquilla tal que lo hizo interesarse en este género que venía en baja del otro lado del Atlántico. La asociación con el hasta ahí ignoto productor Alberto Grimaldi y el español Eduardo Manzanos abrió la puerta hacia el paraíso de un trabajo en colaboración casi infinito. Si de Italia provenían la mayoría de los actores y directores, de España fueron las locaciones de Madrid primero, y luego, la legendaria zona desértica y pedregosa de Almería, las vedettes de estas producciones.

Las locaciones aun se mantienen intactas en Almería para recreaciones de films y visitas de turistas.

Volviendo a Sergio Leone, el director supo establecer una narración casi operística, duelos al sol interminables, personajes con un tono demasiado «gris oscuro» y el soundtrack inimitable del maestro Ennio Morricone.

El Spaghetti Western supo darnos a Clint Eastwood, devolver a Lee Van Cleef del ostracismo y darle la notoriedad que merecía, y también descubrir al genial Franco Nero. En materia de directores se habla de la «Santa Trinidad» compuesta por los Tres Sergios (Leone, Corbucci y Sollima). Si bien los tres fueron colaboradores, cada uno tuvo su impronta al momento de filmar, ya sea política o estilísticamente.

Franco Nero en la monumental «Django» (1966).

Como bien dijimos, mas de 500 producciones se realizaron durante la década del ’60 hasta casi el ’80. La primera mitad de esta etapa fue «tomándose en serio» el género, mientras que a partir de los ’70, una caterva de parodias y auto-parodias fueron desinflando el éxito hasta llegar a su ocaso, donde la máxima expresión de una despedida con dignidad del Spaghetti Western fue Keoma (1976), protagonizada por Franco Nero y dirigida por Enzo G. Castellari.

Un género muchas veces vapuleado por la critica durante sus años de esplendor (pero adorado por el pueblo oriental, del que paradójicamente su cine toma mucho y viceversa), fue reivindicado (como siempre) muchos años después por directores estadounidenses como Sam Raimi y su Rápida y Mortal (The Quick and The Dead, 1995)el mismísimo Clint Eastwood y sus tantos trabajos como director, pero principalmente en Los Imperdonables (Unforgiven, 1992)el homenaje definitivo al género, si es que lo hay. Pero no hay nadie mas fanático ni que lo reivindique mas que el señor Quentin Tarantino. Sobradas pruebas hay en su filmografía de su amor por el Spaghetti Western como para nombrarlas aquí.

«Django Unchained» (2012) fue un acercamiento bastante «particular» del género, de la mano de Quentin Tarantino.

Gracias a Tarantino y muchos mas, los ecos de los disparos seguirán resonando desde algún lugar de Europa  y nos harán estremecer desde este lado del charco.


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