El regreso de uno de los héroes más poderosos del DCEU es inminente y aquí les adelantamos, sin spoilers, con que se encontrarán.

Por @mauvais1

Todos hemos sido testigos de la enrevesada trama que ha tenido el DC Extended Universe (DCEU) a lo largo de sus 11 películas estrenadas, en las que en particular ¡Shazam! venía siendo evitado, más que nada debido a su poca interacción con el resto de personajes (olvidemos el bochornoso cameo del torso de Superman por un instante) y que había resultado en una entretenida comedia que, sin ser pretenciosa, se ganó el afecto de los seguidores de la saga DC en cines.

Algo de sátira, ocurrente y asociada al resto más por el relato que por confrontación supo lidiar con los cambios continuos que Warner Bros. realizaba. Es por eso que la secuela creaba ciertas expectativas, más aún manteniendo el equipo tras las cámaras, con David F. Sandberg (Annabelle: Creation) en la dirección y el dúo Henry Gayden y Chris Morgan en el guion.

Pero parece que hasta este personaje llegaron los altibajos… ¡Shazam! La furia de los dioses retoma la historia de Billy Batson y sus hermanos de la familia Marvel en un punto de construcción de sus identidades superheroicas, en una ciudad que no termina de saber si han llegado para ayudar o solo crear conflictos de medidas olímpicas. Punto interesante, ya que es un tema recurrente en los héroes cinematográficos de DC, lo que ocurre con el trepa muros de Marvel para redondear, lo que Amanda Waller vive profetizando agorera a quien la escuche.

Más allá de eso también hay un atisbo a la historia trágica de Billy, y claro, la llegada de los villanos de turno, en este caso las Hijas de Atlas: Hespera (Helen Mirren), Kalypso (Lucy Liu) y Anthea, que es un enigma a resolver, no solo porque no se presenta desde el comienzo como tal, si no que también porque el espectador no podrá determinar sus personalidades hasta bien entrado el relato. Antagonistas, en busca de los poderes robados por el hechicero e introducidos en el báculo que da poderes a los niños.

Que quede claro, las ideas que sobrevuelan el relato son más que interesantes, la construcción de la familia por elección, la maduración de las relaciones de esta, el cambio con o sin poderes que tienen con la edad, con el tiempo. Además de (re)elaborar el relato del poder obtenido por Shazam y los suyos. Uno que advertimos, no solo fue robado, también causó la extinción del mundo de los dioses que, sumamos, y de acuerdo a la mitología griega en general, veían al ser humano como simples peones en sus juegos de poder. Hay más, bastante más. Primeros amores y otros. Pero resulta infructuoso el seguirles el rastro. Como si la amalgama de tópicos se diluyeran entre ellos por peso que desarrollo.

Sucede que a tropiezos la historia construye el universo, que se somete más a una carrera por llegar que una historia por contar, y que atropelladamente somete a los personajes a cambios, algunos anticlimáticos, que no ayudan a identificarlos, a sentirlos como criaturas tridimensionales. Es una aventura los sabemos, para la familia, divertida y económica en los dramas. Pero que en su afán de entretener no intenta algo más que un pase a otra motivación, a otra secuencia de acrobacias. No se exige al film una profundidad mayor, sí coherencia mínima en su historia. Que en algún momento surja el elemento aglutinador del drama por casualidad, el complicado plan de las villanas, que jamás se advierte en su totalidad.

La película marcha estrepitosa hacia su apoteosis, que bastante le debe al  Snyderverse en su clímax, sin cuidar la continuidad de las decisiones de sus protagonistas es frustrante y crea una sensación extraña en los momentos culmines.

Entendemos que estos son los últimos cartuchos del DCEU antes del reinicio que realizará James Gunn, pero no por eso debe de verse tan descuidada. Los paralelismos en las historias de los héroes y las villanas están ahí para crecer y dar versiones positivas o tergiversadas del otro. Los pequeños guiños que vaticinan mucho de lo que veremos, hay trabajo de construcción al inicio, una presentación de dramas interesantes que luego no serán tan importantes o definitorios.

Cabe exigirle a una aventura familiar basada en una historieta de fantasía algo más que acción desenfrenada y buenos punch-lines, tal vez no. Pero ¡Shazam! de 2019 tenía una estructura dramática rica en matices, donde Billy lidiaba con más de un problema y que descubría que solo compartiéndolos con su familia era capaz de sobrellevarlos. Ahora es a la inversa, es el sacrificio solitario, el comprender que es uno y solo uno mismo el que puede detener el horror, sin el clan, el refuerzo emocional de la familia, es adulto pero contradice bastante lo anteriormente construido.

¡Shazam! La furia de los dioses es el anteúltimo estertor de una saga de películas que está llegando a su fin. Y uno tiene la sensación que ese sentimiento se cuela aquí no de la mejor manera. Los efectos especiales no son el problema, como tampoco el elenco. Es la historia, el ruido que provoca sin contar con paciencia su desarrollo. Como siempre dejamos al espectador con la última palabra, pero por aquí sabe a poco… casi a nada diríamos.

PUNTAJE: 5/10

Título: ¡Shazam! La furia de los dioses (Shazam! Fury of the Gods – Año 2023)

Dirección: David F. Sandberg

Guion: Henry Gayden, Chris Morgan

Reparto: Zachary Levi, Marta Milans, Jack Dylan Grazer, Asher Angel, Diedrich Bader, Grace Fulton, Helen Mirren, Lucy Liu, Meagan Good, Adam Brody, Rachel Zegler, Djimon Hounsou, Ross Butler, P.J. Byrne, D.J. Cotrona, Cooper Andrews, Rizwan Manji, Derek Russo, Ian Chen, Faithe Herman, David Lengel, Jovan Armand,

Compañías: Warner Bros., New Line Cinema, DC Entertainment. Distribuidora: Warner Bros.

Billy Batson y sus compañeros adoptados han recibido los poderes de los dioses pero aún están aprendiendo a compaginar sus vidas de adolescentes con sus alter-egos superheróicos. Pero cuando las Hijas de Atlas, un vengativo trío de antiguos dioses, llegan a la Tierra en busca de la magia que les robaron hace mucho tiempo, Billy -alias Shazam- y su familia se ven envueltos en una batalla por sus superpoderes, sus vidas y el destino de su mundo.