Entrevista a Sofía del Tuffo, protagonista de «Crímenes Imposibles»

El pasado Blood Window, el Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror, que se llevó a cabo desde el 17 al 20 de abril, tuvo sus platos fuertes. «Crímenes Imposibles (2018)» de Hernán Findling, próxima a estrenarse en salas comerciales, está co-protagonizada por Sofía del Tuffo, un rostro que ya vimos en películas de género como «Luciferina (2018)».

Por @AnXieBre y @Gimei18

Hablamos con Sofía del Tuffo sobre su última película, su compañero Federico Bal y su método de trabajo en cada film. «Crímenes Imposibles (2018)» se presentó en el Festival de Cine de Atenas (Grecia), en Corea y, además, pasó por Bruselas (Bélgica). Para Sofía es buenísimo que una película de cine nacional pueda moverse en festivales tan importantes, donde hay mucha mas producción y donde Bal no es una figura.

Nos es inevitable no preguntarte por Federico Bal. No estamos acostumbrados a verlo en este tipo de papeles. ¿Cómo fue trabajar con él?

Sofía del Tuffo – No lo conocía. Sí de nombre pero lo tuve que buscar en internet para ver qué cosas había hecho. Fui al rodaje con mis prejuicios, tal como el espectador entraría a la sala quizá, y terminó siendo una experiencia re piola con él. Terminamos siendo muy buenos compañeros. Venimos de mundos muy diferentes y supimos encontrarnos, hacernos amigos y trabajar mucho juntos. Fue muy lindo tenerlo de compañero.

Te vimos no hace mucho en ‘Luciferina’, donde interpretabas un papel muy parecido a este.

Sofía del Tuffo – Es re loco. Cuando Hernán (Findling) me llama y me dice “te quiero para esta película”, me había visto ya en Luciferina. Y yo me pregunté “¿De nuevo esto?». Venía de filmar «Acusada (2018)», que es algo muy diferente, y tenía un papel pequeño. Y tuve mis dudas. Dije “no sé si quiero volver a hacerlo”. Y de repente me animé… dije “bueno, si”.

Tenías miedo de encasillarte…

Sofía del Tuffo – Claro, si. Re contra. Hay algo de eso. Y a la vez pensé como que estaba bueno hacer algo así como de repente medio bizarro, en el buen sentido de la palabra. Hay que entrar en esos mundos y creértela, y que sea real. Yo me veo y me digo “me estoy creyendo esto?”.

¿Cómo te ves vos en pantalla?

Sofía del Tuffo – Me cuesta un montón pero me veo y creo en eso que estoy haciendo. Sobre todo me pasa cuando digo textos religiosos. Primero me pregunto qué estoy haciendo, y después me la creo y juego con eso. Y siento que ahí es más verdadero.

¿Qué se viene en tu carrera después de esto?

Sofía del Tuffo – Decime vos (se ríe). Por mí quiero ir a Sitges y que me llamen de Barcelona. La verdad es que no hay nada en concreto.

Al encarar estos dos últimos papeles tuyos tan parecidos, ¿te pusiste a ver otras películas parecidas, buscando referencias y demás?

Sofía del Tuffo – Si, no sé si tanto para el personaje pero sí para el mundo del género: suspenso y terror. Como entender algo del timing, los tiempos que hay que tomarse. Hay algo más lento, más denso, toda mirada cuenta mucho, no es un drama cotidiano. Hay algo de eso que también voy entendiendo. Ver mucho materiales de terror de afuera: «El exorcismo de Emily Rose (2005)», «El bebé de Rosemary (1968)», «El exorcista (1973)». Pero después el personaje es más mio, buceo ahí… estudio cómo mira, cómo habla, cómo se mueve, la postura, apoyarme en la estructura física, cómo mueve las manos.

¿Qué opinas de aquellos actores y actrices a los que llaman y dicen que no por miedo de participar en una película de terror?

Sofía del Tuffo – Yo agradezco siempre el trabajo que me llega. Y juego mucho, me hago viajes mentales. Trabajo en equipo como en cualquier otra película. Entiendo que soy una trabajadora. No me como ningún aire de diva. Me llega un papel, todo bien, a veces es más fácil, a veces más complejo. Ahí está el desafío. Obviamente es más fácil hacer de una hija adolescente con en “Interludio (2016)” y de repente llega esto, y es jugar, apoyarme en mis compañeros y divertirme. Al principio no sé cuánto me tentó la propuesta, pero después me di cuenta de que era un laburo y que era muy bueno lo que podíamos construir.

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