La secuela de la película francesa de 2014 “Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?” es una comedia divertida y liviana que llega a los cines este jueves 4 de noviembre.
Por @Gimei18
Dirigida por Philippe De Chauveron y escrita por él mismo junto a Guy Laurent, está protagonizada por Christian Clavier y Chantal Lauby. Desde la comedia, continúa con querer ser políticamente incorrecto sin llegar a hacer daño a nadie. Se anima a hacer chistes sobre inmigrantes, racismo, terrorismo y gays sin ruborizarse ni hacerme problema alguno, aunque tampoco es un film arriesgado.
En la película de 2014, los Verneuil habían recibido la última gran noticia que su hija menor había decidido casarse con un hombre de origen africano. Como ya había sucedido, no los sorprendió ya que ninguna se había casado con otro francés como ellos hubieran querido. Isabelle lo había hecho con un musulmán, Odile con un judío, y Ségolène con un chino. Los disímiles yernos ahora se convirtieron en una gran familia, discuten por cualquier cosa y se apoyan en las ideas de negocio de cada uno. Los cuatro yernos han decidido irse de Francia por motivos distintos. Los Verneuil se ven ya viviendo en el extranjero… y comienzan otra vez los problemas.
El peso de la película recae sobre Christian Clavier y Chantal Lauby, más exagerados aun que en la primera, disparando la risa en el espectador que no tiene ganas de ponerse a pensar. La contribución de Pascal N’Zonzi, el consuegro, es un beneficio también. Por otro lado, los personajes de los cuñados deja de ser ingeniosa para convertirse sólo en una publicidad de Benetton con chistes fáciles; no están bien definidos ni tienen profundidad alguno, lo que le resta definición a las personalidades que podrían haber sido explotadas para ganancia de la historia.
Philippe De Chauveron y Guy Laurent son lo políticamente incorrectos en su justa medida, diciendo todo lo que quieren (sobre todo desde la figura de los padres) pero de la manera más naif y menos dañina. Se vuelve sobre el tema de la tolerancia desde el punto de vista de esa generación de adultos mayores que, de a poco y a la fuerza, se van acostumbrando a nuevas formas y culturas. Por lo mismo termina cayendo en un humor tan inocente que no causa mucha gracia, ni mucho menos, da lugar a la reflexión. Es simplista y redundante.
No es que haya que exigirle más a una comedia que sólo busca entretener desde la simpleza pero, al tratar tópicos como esos, podría haber sido más ingeniosa y con un mejor trabajo de guion en diálogos más inteligentes que lo que se ve en pantalla. Repitiendo la fórmula de la primera película, chistes básicos sobre estereotipos y burlas a todas las minorías sin ninguna justificación, sólo queda en ser bienintencionada.
Dios mío, ¿y ahora qué hemos hecho? vuelve a apostar a lo mismo que la primera, sin que nada llegue a sorprender. En su hora y media de duración hasta a llega a tornarse lenta y repetitiva. Es mucho menos de lo que se podría esperar.
Puntaje: 5/10
Título: Dios mío, ¿y ahora qué hemos hecho? (Qu’est-ce qu’on a encore fait au bon Dieu? – 2018)
Dirección: Philippe de Chauveron
Guion: Guy Laurent, Philippe de Chauveron
Reparto: Christian Clavier, Chantal Lauby, Ary Abittan, Medi Sadoun, Frédéric Chau, Noom Diawara, Frédérique Bel, Julia Piaton, Émilie Caen, Élodie Fontan, Pascal Nzonzi, Salimata Kamate, Tatiana Rojo
Claude y Marie Verneuil, que pasaron un mal rato cuando tuvieron que hacerse a la idea de que sus cuatro hijas se casaban con maridos de origen extranjero, aunque acabaron aceptándolo, atraviesan de nuevo una crisis. Los cuatro yernos, Rachid, David, Chao y Charles, han decidido irse de Francia por motivos distintos. Los Verneuil se ven ya viviendo en el extranjero…
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