“… y finalmente me creó a mí, para ocupar el sitio de los últimos humanos. A partir de ahora, yo sirvo al Señor”
Yo, Robot (1950) – Isaac Asimov
Por @mauvais1
Más allá de la dramática cita con que encabezamos esta review, vale aclarar que estamos frente a una comedia animada para la familia; en que los conflictos tendrán su justa reparación, como también el final feliz necesario, con moraleja de por medio, que contentará a todos. Aunque en el entramado, que a primera vista luce sencillo y de rápida comprensión, los guionistas hacen una buena puesta sobre los conflictos intrafamiliares, esos que son desatados por el adolescente ya harto del in statu quo ante.
La cita del maestro Asimov, padre de las leyes de la robótica, es más una referencia que el film hará a su obra Yo, Robot (1950) y particularmente al film de Alex Proyas. Logrando que el resultado final sea una divertida e interesante lectura del auto-descubrimiento de la adolescente Mai. Una que irónicamente auguran cuando ella y el inteligente y sensible robot 7723 se conocen. El prólogo de por sí invita al espectador a no tomar todo tan a la ligera, con ese montaje donde la pequeña y la madre son abandonadas por el padre. En el que con el simple gesto de rayar unas fotografías muestran el descalabro que esto origina en la pequeña, la rebeldía que crece al ritmo del rechazo de sus pares, o viceversa, como mejor le plazca al espectador.
Wang Nima desarrolla esta historia que Kevin R. Adams, Joe Ksander y Ryan W. Smith guionan, combinando la ciencia ficción con una historia sobre el perdón y la comprensión que deja atrás los prejuicios. Molly, madre de Mia, ha logrado, en la compañía de los robots, ocultar someramente el abandono sufrido. Situación en la que los guionistas hacen una socarrona lectura de la obsesión por la tecnología utilitaria, ejemplo claro sería el lanzamiento de los nuevos modelos de celulares y las corridas en los locales por obtenerlos. Molly, decíamos, encuentra en ello el superficial solaz que la evade del dolor, pero también de comprender lo que sucede con su hija. Mai, toma como villanos de su epopeya personal a esos objetos que alejan a su madre. Entonces, la trama de Yo, Robot hace su entrada, y hablamos específicamente del film de Alex Proyas. Que dista mucho de lo que el maestro Asimov imaginó para su saga robótica. La llegada de 7723 representa el cambio en el compás moral de nuestra heroína, como también la humanización de las máquinas, jugando macabramente, podríamos decir, a que la máquina entendió la dualidad bien/mal, mucho más rápido que un humano.
Con desprecio al comienzo, cuando lo conoce, y con perversidad después, cuando encuentra en el robot el soldado perfecto para su guerra, la adolescente caerá en una oscura sed de venganza. La humillación de ser dejada atrás, el dolor de no ser lo suficiente para que se queden, la soledad y el silencio de todo eso que la vuelve extraña ante sus pares y por lo tanto una rara que hay que apartar. Suman varios factores para que la jovencita se convierta en el villano de la historia. Pero 7723 es, además de un artificio sitiente, algo capaz de percibir la infinitud y la dualidad de lo que está bien o viceversa. Será él quien le ayude a comprender y encontrar el canal adecuado para sus sentimientos. Es aquí donde la magia del film hace lo suyo y con buen tino, logrando que la aventura de Mai, sea un proceso de comprensión de sí misma y su rol en la familia, en la sociedad. No faltará claramente la trepidante acción y una excelente puesta de un futuro, que aunque limpio y en paz, oculta una enajenación creciente, el preludio a la rebelión de las máquinas desde muchos aspectos. Está el villano y su side kid, ese científico que se acerca mucho al doctor Alfred Lanning del film Yo, Robot, la batalla épica final y la conmemoración de la humanidad que puede poseer hasta una máquina, si es capaz de comprender el complejo comportamiento humano.
Una aventura que es un placer visual, una historia que retoma la creada para el film, libremente basada en las maravillas del maestro Issac Asimov y una lección que solo se aprende enfrentando los propios límites. Robot 7723, tiene como título original Next Gen, Próxima Generación, y al visionar el film, uno puede sentir que quizás ese final feliz no lo sea tanto.
Como el gran Andrew Martin solía decir, uno se alegra de resultar útil.
Título: Robot 7723 (Next Gen – 2018)
Dirección: Kevin R. Adams, Joe Ksander
Guion: Kevin R. Adams, Joe Ksander, Ryan W. Smith (Historia: Wang Nima)
La amistad de una chica solitaria con un robot secreto convierte su vida en una gran aventura en la que ambos se enfrentan a matones, a robots malvados y a un loco malévolo.
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