Bizarro Bastardo Presenta: A L’Interieur (2007)

Esta noche engalana nuestra maravillosa sección de viernes, uno de los clásicos de la New Wave del terror francés.

Si bien el nuevo milenio comenzó plagado de remakes y reboots desde una parte del planeta, desde la gran Europa el cine de terror francés comenzaba una etapa brillante: la new wave o el nuevo extremismo, tal como lo llamaron a este sub-género emprendido por directores como Alexandre Ajá, Gaspar Noé y los creadores de la cinta que nos referiremos hoy, Alexanre Bustillo y julien Maury, entre otros.

Un terrible accidente de automóvil deja viuda a Sara (Alysson Paradise) embarazada de su primer hijo. Su casa, alejada de la ciudad se prepara para recibir la primera Navidad junto a su hijo nonato y nadie más…………bueno, eso era lo que ella pensaba: una misteriosa mujer (Béatrice Dalle) golpea su puerta e insiste en que la deje pasar alegando que ha tenido un accidente y necesita su teléfono. Sara desconfía, y entre tanto dimes y diretes termina recurriendo al clásico pero efectivo «mi marido está durmiendo», a lo que la mujer contesta: «Tu marido está muerto». Lo que sigue luego de esto es la película de terror y gore más impresionante y claustrofóbica de los últimos años.

A l’Interieur es lo que los gamers considerarían un survival horror, una historia de supervivencia, pero en vez de estar en algún bosque como se nos presenta en la mayoría de esta producciones, es dentro de una casa, con todo lo que esto conlleva; que es un ambiente cerrado, poco provisto de luces, que da una sensación de frío y humedad gracias al trabajo de cámaras de los realizadores junto a una fotografía que exalta el sufrimiento constante de una mujer embarazada (con la cual empatizaremos sí o sí) mediante los contrastes de luz tenue y filtros verdes. Pasillos y escaleras son grandes trampas mortales y el baño es el único refugio, donde los tormentos para esta pobre mujer se harán cada vez más intensos, gracias a esa entidad vestida de negro que es como un huracán, una fuerza de la naturaleza que no se detendrá hasta cumplir su cometido. Claro que hay un cometido, un plan, o por lo menos un fin. Y una vuelta de tuerca muy bien pensada que no hará más que dejarnos mucho más traumatizados que luego de haber visto tanta sangría y tripas en esos intensos 82 minutos.