Retrospectiva Bastarda: «El Resplandor» (1980), de Stanley Kubrick

“El Resplandor” es una película que quedó grabada a fuego en la cultura popular. Todo tiene un por qué, pero esto no es así en el Hotel Overlook. Demos un vistazo.

Por @belmalone

En su inicio, la cámara se mueve cual una serpiente ancestral, advirtiendo que se avecina el frío invierno por el blanco que adornan los pinos. La serpiente roza el lago, también la carretera se aleja y muestra el trayecto del solitario Jack Torrance al Hotel Overlook, donde va a escuchar una propuesta de trabajo: ser el cuidador de la joya escondida en las montañas de Colorado. Las tierras que supieron ser de los Navajos y Apaches pasaron a ser uno de los atractivos turísticos de la zona, pero solamente se dan ese lujo cuando la nieve no cubre los senderos e impide el paso a los curiosos. Ella también cubre la sangre que corrió ahí, pero Jack Torrance no lo acreditará hasta que sea demasiado tarde. Los invitamos a que nos acompañen en este frío y sangriento viaje…

En caso de quien no lo haya hecho, se sugiere leer la novela ya que hay hechos que definitivamente cambian en esta adaptación o se omiten, y que al más detallista pueden interesar para elaborar teorías al respecto. Después de todo, la versión de Stanley Kubrick aclara en los créditos iniciales que está “basada” en la obra de Stephen King, y una de las cosas fascinantes de la literatura es que puede haber tantas interpretaciones como lectores. Luego de este preámbulo, es hora de hablar un rato de cine. 

Si hay algo innegable con respecto a Kubrick y su huella autoral, es que El Resplandor, a más de cuarenta años de su estreno en salas, sigue atrayendo tanto amantes como detractores de la cinta, aunque los primeros parecen ser mayoría. Sin importar la cantidad de veces que se haya visto, no se dejan de encontrar pequeños detalles en ella así como también la posibilidad de hacer diversas lecturas. 

En primer lugar, es importante destacar que El Resplandor está habitada por un aura oscura de violencia que se replica cíclicamente. El punto de partida donde se puede apreciar esto es en el inevitable paralelismo entre las atrocidades que sucedieron antes y durante la construcción del hotel hacia los nativos americanos, así como luego de la fundación del “Overlook” que se revelan a lo largo del metraje. Estos hechos están ligados a la historia estadounidense, más específicamente a la ocupación de tierras y masacre a los que fueron sometidos los originarios; algo nada novedoso para Centro y Sudamérica.

Una posible lectura es que el desinterés con el que cuentan los personajes los inicios del hotel le da relevancia a la fotografía de John Alcott, debido a que mientras el Sr. Ullman le muestra las instalaciones a la familia Torrance antes de que lo releven, cuenta la historia de la construcción del terreno de manera indiferente, restando importancia al destierro y la matanza que sufrieron los Navajos y Apaches. Esto hace que el espectador pueda encontrar referencias interminables de estos pueblos a lo largo del recorrido a través de la fotografía del metraje, principalmente en los decorados.

Por otro lado, la reacción que tiene el mánager al confesarle al Sr. Torrance los asesinatos que cometió el anterior cuidador del hotel, el Sr. Grady, en las instalaciones que Jack habitaría con su familia, es de suma preocupación y angustia. En aquel entonces (tal vez menos que hoy), la sociedad norteamericana aborrecía a las minorías. Al ser el Sr. Grady una persona, por lo que se infiere a partir del encuentro que tiene en el Salón Dorado con el personaje de Jack Nicholson, un hombre blanco de clase media, parte de una familia tipo, ese evento resultaba chocante ya que no estaba contemplado en los estándares de vida de aquel entonces. 

Así como pasó con el trágico final de los pueblos originarios, el Hotel Overlook estaría destinado a ser testigo de innumerables matanzas, y sus rincones se encargarían de manifestarlo, como lo hace la icónica imagen de los ascensores que rebalsan de sangre e inundan el establecimiento y los quejidos que abren la cinta (a esta altura se podría decir que pertenecen a los nativos americanos, ¿verdad?). Lamentablemente, los hechos que sucedieron desde su fundación no dieron más que inicio a un ciclo de infortunios incesantes, y una prueba de ello son las entidades que aparecen a lo largo del metraje, como son las gemelas Grady, la mujer de la bañera, entre otros.

Otra arista importante en El Resplandor es cómo se retrata la familia, en especial los Torrance, que también queda atascada en el absorbente espiral de violencia del Hotel Overlook. Si bien previo a la mudanza hay algunas explicaciones en cuanto al comportamiento de Jack y el motivo por el que termina aplicando a este inusual trabajo, como lo son su alcoholismo y el maltrato físico que sufrieron tanto Danny como Wendy por parte de él, se puede ver que hay una relación tensa entre el matrimonio y en el vínculo padre-hijo.

La conversación que tienen la doctora y Wendy luego del episodio que tiene Danny revela la naturaleza de la violencia verbal que tanto la madre como el niño han normalizado, lo que en ojos de cualquiera los deja vulnerables. Sin embargo, la Sra. Torrance, sumisa, apoya a su marido en el comienzo del nuevo trabajo. A medida que pasan los días en el Overlook, el personaje de Shelley Duvall da con la verdadera esencia de su marido y del hotel, quedando desamparada con su pequeño, rodeado de las fuerzas malignas que orquesta el Hotel, manifestado a través de Jack.

A Wendy no le queda otra opción para ganarle a la violencia que quiere ejercer Torrance contra ella más que combatirla con más violencia. Uno de los motivos puede ser por un instinto primitivo de supervivencia. El resultado es claro: si ella muere ante la fuerza diabólica del hotel, perderá la forma de proteger a Danny. También podría pensarse como un acto de venganza por todos los años que ha sido reprimida por su abusivo marido. Sin embargo, en ocasiones le es difícil combatir la tentación de escucharlo ya que la seduce a través de la palabra y las promesas que continúa repitiendo para que surta efecto su manipulación. 

Por otro lado, la figura del laberinto es algo inevitable de ver a través de la cinta, siendo el hilo conductor de los personajes entre sí mismos, el vínculo que logran con el hotel y a su vez el diálogo que ocurre en sus mentes con ellos mismos. Esto se puede ver gradualmente en los momentos que aparece Danny, ya sea reflexionando solo o en sus conversaciones con Tony. La intensidad de esas escenas logra su momentos cumbre cuando los diálogos con Tony se transforman en poderosas visiones, ya sea de los atroces eventos de los que tienen memoria las paredes o de los que vendrán. A su vez, cuando el miedo invade a Danny, enfrenta a su padre para preguntarle acerca de algunos de ellos, animándose incluso a indagar si planeaba matarlo a él y a su madre.

Mientras tanto, Jack parece haber transitado previamente ese laberinto en forma de hotel, ya que en ciertas líneas deja entrever que siente como si ya hubiera estado ahí antes. Es decir que, de alguna manera el Overlook propicia una transición en las entidades más permeables, las cuales terminan siendo nocivas para ellas mismas y para los otros. Esto se puede ver en el marcado y empinado descenso a la locura que experimenta el personaje de Nicholson con el correr de los días, dando una respuesta más clara a sus comentarios que inicialmente carecían de sentido, cuando se refería a su previa estadía, así como los momentos que habla con Lloyd y el Sr. Grady, y el vínculo que se desgasta con su familia.

Para cerrar, cuando se ve El Resplandor, se ve una obra que se desarrolla mayormente a la luz del día, lo que al principio haría sentir al público a salvo, ya que son bajas las posibilidades de que alguien se asuste de una situación que ocurre a plenos rayos del sol. El filme, de alguna forma, logra colarse en los posibles recuerdos traumáticos de la audiencia, llevando a la ficción a una dimensión un poco más real, prescindiendo de los efectos prácticos. La audacia con la que hace foco en las relaciones violentas en diferentes esferas, en una época donde no era usual tratar esa temática tan abiertamente, hace a esta obra especial.  Es así como en la obra de Kubrick se demuestra que solo basta con tomar un poco del horror que vivimos de forma cotidiana para brincar de nuestros asientos.


Título: El Resplandor

Título original: The Shining

Año: 1980.

Duración: 146 min.

Dirección: Stanley Kubrick.

Guion: Stanley Kubrick, Diane Johnson. Novela: Stephen King.

Música: Rachel Elkind, Wendy Carlos.

Fotografía: John Alcott.

Reparto: Jack Nicholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd, Scatman Crothers, Barry Nelson, Philip Stone, Joe Turkel, Lia Beldam, Billie Gibson, Barry Dennen, David Baxt, Manning Redwood, Lisa Burns, Alison Coleridge, Norman Gay, Tony Burton, Anne Jackson, Jana Shelden, Burnell Tucker.

Productoras: Hawk Films, Peregrine, Warner Bros., Producers Circle.

Distribuidora: Warner Bros.

Género: Terror. Drama psicológico.

Jack Torrance se traslada con su mujer y su hijo de siete años al impresionante hotel Overlook, en Colorado, para encargarse del mantenimiento de las instalaciones durante la temporada invernal, época en la que permanece cerrado y aislado por la nieve. Su objetivo es encontrar paz y sosiego para escribir una novela. Sin embargo, poco después de su llegada al hotel, al mismo tiempo que Jack empieza a padecer inquietantes trastornos de personalidad, se suceden extraños y espeluznantes fenómenos paranormales.

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