Al momento en que se anunció que el clásico de horror de William Peter Blatty sería serializado, existiendo una versión para cine que aun hoy provoca admiración entre los seguidores del genero y los que no, muchos arrugaron la nariz. Y aunque vivimos en una era de oro en la Tv, la poca imaginación en historias nuevas no suscitó tanta molestia. Tal vez eso ayudo a que todos se sentaran a visualizar este experimento que llevó a acabo Fox con cierto aire de condescendencia. Es sabido que si no funciona, no pasa de la primera temporada.
Por @mauvais1
Pues El Exorcista ha hecho su trabajo y logrado no quizás una admiración como otras ganaron, pero sí un módico respeto, porque ella ha respetado ¿cómo decirlo?, el alma de la obra original. ¿Cuál?, pues la cinta para cine, claramente. Jeremy Slater es quien cráneo la idea con una visión un tanto más profunda sobre esta historia, deteniéndose, por así decirlo, en los detalles que rodean ese macabro encuentro entre dos fuerzas que superan nuestro entendimiento. Interesante claro, ser la perspectiva de las hormigas cuando alguien destruye el hormiguero. Ha sido su trabajo en el guión con Heather Bellson, Dre Ryan y Adam Stein lo que dio a esta remake/reboot o continuación la lenta y morosa concepción de una posesión que hizo de la trama una profundización de la mitología del exorcismo, más que una reimaginación del tema, aunque si está presente.
La familia Rance atraviesa varios conflictos internos que la vulneran. Un padre accidentado que, como el fantasma de lo que fue, deambula por la casa y la vida de los suyos más como un tropiezo que como una intervención; una madre que lo sujeta todo, y dos hijas que de perfectas, al calor de esa fragua, se agrietan y parten, bah, dos jóvenes de esta era que transitan la vida ideal de la clase media alta sin saber claramente que finalidad tiene hacerlo. Caldo de cultivo para el conflicto, que una ame en contra de leyes socialmente preestablecidas en el circulo católico, que tanto bien hace a una madre que vive su religiosidad con la intensidad de un convertido. Es allí donde el diablo mete la cola, como dicen los ancianos. Y lo interesante de ese diablo es la visión que tenemos de él en esta modernidad; ese sujeto que ya es visto con compasión. Pobre luz que ahora se extingue en la oscuridad del olvido. Primera disrupción que hacen, es el cambio en el perfil del demonio. No es un ente ajeno con poca visibilidad, que solo se mueve a través de la sangre y el vomito del poseído, esta vez tiene rostro, una finalidad mucho más concentrada. Ya no solo es un agente del caos, es el foráneo que rompe lo quebrado.
Algo sí es materia conocida en estos menesteres: es el hombre en su imperfección quien debe superar una prueba a la que él mismo se somete. Aquí, como en cualquier lugar, el conflicto es nuestro. Es propio de nuestra especie siempre empujar un poco más, trascender. El demonio es un colador por el que tamizamos lo mejor y lo peor de nosotros. La degradación de la joven Casey Rance no es otra que la respuesta a la verdad de lo que ocultamos bajo la patina de civilización, ella manifiesta esa joven que ve incomprendida su realidad y no cela el amor, cela el que desconozcan quién es y qué desea. El eterno conflicto es nuestro, y ellos, tanto Dios como el Diablo. están solo para darle juego a la manifestación del mismo. Ellos no son la respuesta, son el interrogante a plantear.
Interesante puesta que con una excelente producción sabe captar esa melancólica atmósfera que diera el gran William Friedkin en su puesta de 1973, un otoño de grises rostros. Esto es obra de Charles William Breen y Ethan Tobman, como Daniel Hart con su música.
Fueron cinco episodios intensos en que se exploró el alma de cada personaje, los terrores son los necesarios pero no los conductores, el drama se plantea por otra vertiente. Llegado este final de mitad de temporada, se abren nuevos horizontes con interesantes intervenciones que aúnan el universo de esta historia con la anterior. El mal regresa por lo que cree que le pertenece y esperamos que surta el efecto necesario para ver como culmina esta batalla entre la luz y la oscuridad. O tal vez corramos con la maldición de un corte abrupto por falta de audiencia; sí, porque ni Dios ni el diablo se salvan de esa condena.
The Exorcist (TV Series)
Año: 2016
Director: Rupert Wyatt
Guión: Jeremy Slater (Novela: William Peter Blatty)
Reparto: Geena Davis, Alfonso Herrera, Ben Daniels, Brianne Howey, Hannah Kasulka.
Productora: 20th Century Fox Television / Morgan Creek Productions
Nueva adaptación de la obra de William Blatty de 1971, esta serie de FOX es descrita como una nueva y moderna aproximación en forma de thriller serializado que seguirá a dos hombres muy diferentes que tratan de poner fin a la posesión demoníaca que está horrorizando a una familia.
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