El director y parte del elenco de la película La Sabiduría (2019) develaron detalles del tras de cámaras durante su rueda de prensa.
Por @Jihad_G26
Eduardo Pinto: “La película es como una licuadora de referencias”
Corría la mañana del 7 de noviembre de 2019, una vez más el bastardo responsable de cubrir la rueda de prensa para la revista en cuya página están ahora se retrasó por no cargar la cámara la noche anterior. Tras un viaje en taxi hasta el Hotel Dolmen de Buenos Aires, el reloj se mostró benevolente, el resto del personal de prensa aún estaba esperando el inicio del evento. Eduardo Pinto (director) seguía sin tomar asiento mientras que Sofía Castiglione (Mara) era entrevistada por reportero de la Radio Nacional Argentina. Hubo tiempo de merendar hasta que el elenco junto con su director recibieran el micrófono.
El tema predominante en la sala fue el del género cinematográfico, abordado tanto por Pinto como por los actores, Diego Cremonesi (Faustino) aseguró que sus primeras referencias como actor para este filme fueron películas del género y es que La Sabiduría pertenece a ese mundo de las cintas serie “B” ochenteras sobre viajes de amigos a lugares aparentemente inofensivos con resultados nefastos. Sin embargo, Pinto mencionó que La Sabiduría se nutrió de elementos provenientes de otras cintas no relacionadas con el terror: “Hay algo de Melancolía de Lars Von Trier, hay algo de Leonardo Favio también, es como una licuadora de referencias (…) es eso. No hemos inventado nada”. Sin embargo, el cineasta también incluyó la mención a otras cintas y directores enmarcados dentro del género de terror, como lo fue Picnic en las Rocas Colgantes de Peter Weir al igual que las obras de John Carpenter relativas al horror. Pinto afirmó que a partir de dichas referencias lo que quedaba para el filme era “humanizar”, refiriéndose a la manera de contar algo propio con la inspiración de otras cintas y directores.
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Pinto explicó que “la película va cruzando portales”, en lo que al avance de la trama se refiere. Catalogó como “el primer portal” al accidente donde Mara atropella a un animal desconocido con su auto: “El primer portal es ese accidente, no sabemos qué atropella, pero es una advertencia del porvenir, como la primera puerta que cruza. Después van a entrar a la estancia que se llama ‘La Sabiduría’ y así van ingresando a distintos estadios”. El análisis de esta escena abarcó su propia perspectiva referente a Tini, interpretada por Paloma Contreras, pues se trató de “la primera conexión que tiene el personaje de Paloma con la naturaleza, porque es ella la que se detiene, la que lo arrastra, se saca esa peluca… la escena es eso, se conecta ella con la tierra”.
Más adelante, Analía Couceyro (Luz), relató el proceso y los acontecimientos relacionados con la escena de violación donde su personaje es agredido sexualmente por el de Diego Cremonesi. “Para mí fue muy transformadora la escena. Cuando leí el guion, una de las cosas que me parecieron súper atractivas de actuar era esa escena (…) me parecía que estaba bueno contar una escena de violación donde se empezaba como una relación consentida, eso me parecía muy impactante y muy terrorífico (…) es algo que empieza como una relación sexual donde ella… ella tiene ganas de estar con él y que ante un ‘no’ preciso se descarga toda la violencia”.
Analía continuó describiendo su experiencia durante la preparación de la escena, se refirió a la actuación como un arte que lleva algo de juego, pero en este caso atravesó una experiencia que se le arraigó más que las otras: “Me pasó algo que no me pasó nunca, me costó mucho salir de la escena, me quedé muy angustiada, me quedó algo físico muy fuerte y después reflexionando fue como si me hubiese bajado un miedo atávico”. El día después de filmada la escena de la violación en la laguna de Moreno, una trabajadora del equipo de producción tomó un uber que según Couceyro resultó ser falso y cuyo conductor trató de abusar de su compañera hasta que ella logró saltar del auto.
Otro episodio similar ocurrió cuando la actriz fue a darse unos masajes y oyó a una mujer gritando, pidiéndole a un hombre que no entre porque el niño estaba en la casa, Analía reflexionó sobre este par de episodios: “A veces hay cosas que te hacen tomar conciencia (…) o a veces uno destapa una olla y empieza a salir un montón de porquería”. Por su parte, Diego Cremonesi afirmó que se sintió nervioso con dicha escena, su preocupación lo llevó a sentirse tan tenso que habló con su mujer y llegó a decirle: “Estoy angustiado”. Respecto al desempeño de ambos, Diego aseveró: “Tiene que ser bestial porque si no, no funciona”, así se hizo pero al igual que Analía, Diego padeció secuelas, relató que al terminar de grabar “fue algo así como: ‘Bueno, terminamos’, pero pasaban los días y yo no estaba bien y me di cuenta de que había algo energético (…) qué loco cómo puede ser tan de mentira y tan de verdad una situación”.
A pesar de que estuvo presente por un tiempo, el productor, Omar Jadur, dejó las instalaciones del Hotel Dolmen sin haber tomado el micrófono. No obstante, se logró establecer contacto con él vía telefónica y describió la labor de producción como algo agridulce: “Fue todo muy copado, lindo, pero… para mí desde la producción fue bastante tenso, para mí fue más estresante que alegre, pero en al final quedaron todos contentos al ser una película súper, nada más que no la pude disfrutar tanto por la presión de lo económico”. A estas alturas, La Sabiduría (2019) sigue esperando su llegada a los cines argentinos luego de que su fecha de estreno fuese postergada hasta nuevo aviso.
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