[REVIEW] Más dura será la caída

Un western que propone agregarle algo de color al género con una ficción compuesta con personajes reales históricos… y mucha sangre, música y explosiones.

Por @RockaOnTheGo

El western como género es inseparable del espectáculo hollywoodense. Generado para brindarle una cualidad mítica al show de la por entonces joven industria, y rápidamente volviéndose con su popularidad una de las bases de ese romanticismo autoinflingido que sirve como símbolo del imperio cultural estadounidense. Si el western nació para darle una base histórica que agregue valor a un espectáculo que podría sentirse vacío de otra manera, no hay muchos exponentes más acertados que The Harder They Fall. Un film que propone una trama completamente ficcional utilizando figuras de color históricas reales.

Con una escena inicial algo tarantinesca, que señala sin perder tiempo el elefante cinematográfico que se encuentra en la habitación, el filme pone en marcha un relato donde el entretenimiento es prioridad por sobre todas las cosas. Un joven cowboy, buscado por la ley, que dedicó su vida adulta a darle caza a los asesinos de sus padres y que se encuentra a punto de terminar con la lista cuando el jefe de aquella banda empieza a reconstruir su imperio criminal. Una simple estructura para la historia es positiva cuando se la llena con personajes carismáticos con algo de vida propia que sirven para animar un poco lo que de otra manera seria un procedimiento bastante básico.

Cr. COURTESY OF NETFLIX © 2021

 

Justamente no hay escenas en las que no se sienta de forma palpable el esfuerzo de Jeymes Samuel por darles un sello distintivo que aleje a la audiencia de sentir que esta viendo algo «básico». El músico británico, también conocido como The Bullitts, sirve no solo como guionista, director y productor sino también como compositor de la película. Un control creativo directo con pocos precedentes en lo que a pochoclo se refiere. Quizás sea en este último detalle, su rol como compositor, donde radique uno de los encantos más particulares de la película, aunque también una de sus más notorios asteriscos.

El film cuenta con una muy buena banda sonora, y hay un gran número de escenas compuestas de forma muy justa alrededor de esas respectivas canciones. La cualidad casi de musical que maneja con su soundtrack recuerda de buena manera al sello distintivo del también británico Edgar Wright, aunque en este caso James lo ejecuta más como un marco para la escena que como aquella guía frenética a la que se apega Wright.

Es en este comportamiento casi operático donde escenas finalizan y se introducen de forma tan grandilocuente que puede empezar a perder un poco al espectador que no se encuentre 100% detrás de sus intenciones. También está el problema de lo mecánico que pueden sentirse algunas de estas escenas, cuando es bastante notorio lo tan planeadas y diagramadas que estaban desde el momento en que se generó la idea en la cabeza de su omnipotente creador; contrastándose con lo maniatado que debió encontrarse el montajista a la hora de manejar los tiempos o ritmos de una escena con la que ya se había casado antes incluso de grabar un minuto de material, como si de un matrimonio arreglado se tratase.

 

Pocas cosas son mejores que ver una escena sintiendo que el director logró plasmar su visión exacta, por lo que este irregular rendimiento puede ser una sensación nueva para el paladar cinéfilo. Aunque por supuesto que hay bastantes aspectos mucho más cotidianos, en particular en cuanto a lo visual. Siendo buenos, podemos decir que la fotografía del 99% de las producciones de Netflix es segura, aceptable y funcional, aunque si somos malos podemos decir que la fotografía del 99% de las producciones de Netflix es segura, aceptable y funcional. La personalidad del autor de la obra y la libertad que le otorgó a un talentoso elenco afortunadamente permite que esas cualidades ofusquen bastante esa base visual con cualidades tan básicas que son el sello de Netflix.

Todo el elenco se maneja de forma estelar, aunque Idris Elba podría haber jugado todavía más a fondo con la grandiosidad que la trama le sirve en bandeja a su personaje. Que el suyo sea mejor personaje que icónico villano, a pesar de blandir una doble pistola de oro, habla a las claras de la particular oscilación de méritos y desméritos que propone la experiencia de The Harder They Fall.

Sus victorias, pequeñas y grandes, son para disfrutar, mientras que sus pequeñas y medianas derrotas son tan espectaculares como precisas, al punto de justificar haber dado esos pasos en falso. El cine deja de ser producto cuando se da la oportunidad de fallar en pos de una visión personal y, por más pochoclo que sea, esta cinta sirve como un claro ejemplo de ello.

PUNTAJE: 8/10


Título: Más dura será la caída (The Harder They Fall – 2021)

Dirección: Jeymes Samuel

Guion: Jeymes Samuel, Boaz Yakin. Historia: Jeymes Samuel

Música: Jeymes Samuel

Fotografía: Mihai Malaimare Jr.

Reparto: Jonathan Majors, Idris Elba, Zazie Beetz, Regina King, Delroy Lindo, Lakeith Stanfield, RJ Cyler, Danielle Deadwyler, Edi Gathegi, Deon Cole, Damon Wayans Jr., Woody McClain, Julio Cedillo

Distribuidora: Netflix

El forajido Nat Love (Jonathan Majors) descubre que van a dejar en libertad a su enemigo Rufus Buck y reúne a su banda de secuaces para buscarlo y cobrarse venganza. Entre quienes cabalgan con él están su antiguo amor Mary Fields (Zazie Beetz), sus hombres de confianza —el temperamental Bill Pickett (Edi Gathegi) y el veloz Jim Beckwourth (RJ Cyler)—, y un inesperado adversario convertido en aliado. Por su parte, Rufus Buck tiene su propia banda de temerarios, con personajes como Trudy Smith (Regina King) y Cherokee Bill (LaKeith Stanfield), que no conocen la derrota.

Be the first to comment

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.